Cansados del asedio de las pandillas −que continúan provocando luto, dolor y muerte− una comunidad de Zacatecoluca, departamento de La Paz, se organizó hace dieciocho meses para autodefenderse de esas estructuras delincuenciales.
Habitantes de la comunidad San José de La Montaña recibieron recientemente el apoyo del presidente de la Asamblea Legislativa, Guillermo Gallegos, quien les dio dinero para que tramitaran ante del Ministerio de Defensa los permisos de las armas, las cuales serán utilizadas en caso de que sean atacados por las pandillas.
El diputado Gallegos dijo a Diario 1 que en ningún momento esa medida tiene que ver con grupos de exterminio. La compra de las armas fue legal y la tenencia y portación también cuentan con sus respectivos permisos; son para ser usadas en caso de legítima defensa, agregó.
Presidente Asamblea Legislativa, Guillermo Gallegos.
En El Salvador no existe ninguna ley que prohíba a los ciudadanos defenderse de las pandillas o la delincuencia.
El ministro de Defensa, David Munguía Payés, dijo el viernes en una entrevista televisiva que “lo ideal sería que las autoridades tuviéramos la capacidad de hacer presencia permanente en todo el territorio nacional, pero eso no es posible”.
“Ante la dificultad que tenemos, la lógica nos diría que hay que tener algún tipo de organización, que puede ser una organización civil para que le ayude a las autoridades, en coordinación de nosotros y bajo el control de nosotros, pudiera darse parte de su protección”, añadió.
El general Munguía Payés sostuvo que en algunos países desarrollados en Europa la organización de la población ha sido fundamental para mantener la seguridad.
“Yo creo que este tema hay que discutirlo mucho, y si acaso se toma la decisión de incentivar esa organización para ayudarnos, para darle su autoprotección, habría que hacerlo con mucho cuidado. Por el momento solo hay ideas, pero algo se tiene que hacer para que esa delincuencia, una vez nosotros hayamos operado y limpiado la zona, no regresen”, indicó.
La idea de la autodefensa ha generado un debate entre los políticos y la población, ya que no hay consenso para impulsar esa medida de esa naturaleza.