El presidente de la Asamblea Legislativa, Guillermo Gallegos, calificó de «ridículas» las penas actuales contra los pandilleros menores de edad, quienes solamente pueden ser condenados a un máximo de siete años de prisión aunque hayan cometido graves delitos contra la sociedad salvadoreña.
El dirigente del partido GANA recordó que la Sala de lo Constitucional declaró como terroristas a los miembros de pandillas, lo cual incluye a menores de edad que son parte de estas estructuras criminales y quienes son usados por los adultos para asesinar por los beneficios penitenciarios que la ley les otorga.
“La realidad de nuestro país es diferente a cualquier otra realidad, debe haber algún tipo de exclusión para aquel menor de edad que por alguna circunstancia se vea involucrado en un delito, pero el que está identificado como pandillero, al que la Sala de lo Constitucional muy bien lo declaró terroristas, por qué le vamos a seguir aplicando penas que realmente son hasta ridículas”, dijo Gallegos en la entrevista de Noticiero Hechos en canal 12.
“Estoy convencido, que por lo menos en El Salvador, las personas deben ser juzgadas por los delitos que cometen y no por la edad, principalmente los terroristas pandilleros, que están ocupando a menores de edad, pandilleros al final, para escudarse y no enfrentar penas grandes. La máxima pena que puede sufrir un menor de edad, en este país, es siete años, independientemente de la camándula de delitos que tenga y eso es una tristeza realmente», explicó el presidente del parlamento salvadoreño.
Gallegos recomendó al gobierno renunciar a tratados internacionales que impiden que menores de edad sean tratados legalmente como adultos y reiteró que la situación de inseguridad de El Salvador requiere decisiones valientes y contundentes para acaba con «la plaga» de las panidllas.
“Lo que no podemos es cruzarnos de brazos y darnos por vencidos”, afirmó el dirigente de GANA.
El funcionario también se refirió a la labor de los centros penales y criticó que los menores no son rehabilitados como exige la ley; por el contrario, en los recintos carcelarios se vuelven escuelas del crimen «y de ahí salen más criminales de lo que son, más altaneros y más abusivos”.
Finalmente, Gallegos reconoció los avances del gobierno en tareas de seguridad, pero enfatizó que aún falta mucho en la lucha contra las pandillas.