El diputado Norman Quijano por el partido ARENA, apoyó en líneas generales la reforma penitenciaria que pretende impulsar el gobierno, luego que el pasado domingo se consumara la clausura del centro penal de Cojutepeque y la readecuación de sus internos en otros centros penales.
No obstante, vio con recelo la idea de eliminar los penales exclusivos para una sola pandilla, algo que el gobierno lleva contemplando desde algún tiempo y que según el director de Centros Penales, Rodil Hernández, la actual situación es “insostenible”.
“Si quieres que se maten entre ellos, ponelos juntos a todos”, dijo el diputado miembro de la Comisión de Seguridad, en declaraciones a la prensa.
Quijano avaló las intenciones del gobierno de clasificar a los presos por grado de peligrosidad o la de alejar los centros penales de los centros de ciudades populosas.
“La función de un gobierno no es que los presos se maten entre ellos, por lo que no estaría de acuerdo, Los salvadoreños quieren que cumplan condenas, pero de acorde a la ley”, enfatizó.
La separación de pandillas por centros penales se dio en 2004, luego que ocurriera una masacre en el penal de Mariona, anteriormente compartida por pandilleros y reos comunes, en la que murieron 32 personas.