El segundo de cinco años en la presidencia de la República para el excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén se cumplen este miércoles 1 de junio con estadísticas un poco más favorables a su gestión de las que tenía el año anterior, pero siempre con la percepción de que el rumbo actual del país es incierto.
Entre un puntos positivos que el gobierno puede adjudicarse en estos dos años es el haber llevado el crecimiento económico de los bajos números que registró la gestión de Mauricio Funes a índices más halagüeños, que el año pasado superaron los dos puntos porcentuales.
En contraste con eso, dicho crecimiento económico que anuncia el gobierno parece no trasladarse al salvadoreño común. Según la última encuesta de la Universidad Francisco Gavidia dada a conocer este martes, el 62.9 por ciento de la población cree que la economía ha empeorado y un 53.8 por ciento considera que las fuentes de empleo han disminuido en el último año.
Hablando de encuestas, la evaluación que obtiene Sánchez Cerén de las mismas ha mejorado levemente respecto al año anterior. Para muestra, el sondeo de LPG Datos le dio recientemente al gobernante una aprobación de 48 por ciento, subiendo casi cuatro puntos respecto a la evaluación anterior, seis meses atrás.
También en la encuesta de UFG, el presidente mejora levente sus números, obteniendo una nota de gestión de 5.7, dos décimas más que en la evaluación anterior. De cualquier forma, esos números siguen siendo bajos, a diferencia de la alta popularidad que mantuvo su antecesor Mauricio Funes.
El punto más preocupante para la población y el que además ha mostrado un giro dramático en los últimos meses es el de la violencia, ya que si se cuenta desde abril de este año, los homicidios han disminuido desde los 740 reportados en enero de este año hasta los 352 cometidos en abril.
Recientemente, el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, sostuvo que este mayo podría terminar con un promedio de homicidios entre los 10 y 11 al día, un significativo descenso comparado con los dramáticos números de enero, el cual atribuyen a la implementación de medidas extraordinarias de seguridad en centros penales y territorios controlados por pandillas.
Aun y cuando el gobierno quiere hacer ver lo anterior como logros, ARENA reprobó recientemente los primeros dos años de gobierno de Sánchez Cerén y en sí los siete años de gobiernos llevados al poder por la bandera del FMLN. El principal partido de oposición señala como retrocesos la situación de violencia, el desempleo y el endeudamiento público, el cual según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), roza el 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto, sin mencionar la tensa relación que mantienen ARENA y el gobierno, lo cual se vio demostrado recientemente cuando el presidente Sánchez Cerén llegó a la Asamblea Legislativa a pedir permiso para viajes de Estado y ningún diputado del partido tricolor se hizo presente en la pequeña ceremonia.
Asimismo, valoraciones de instituciones como la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), no son muy auspiciosas y hablan de que el país estaría al borde del impago de compromisos nacionales e internacionales, si la economía y el endeudamiento público continúan al ritmo actual.
Quedará ver lo que deparará el segundo informe de gobierno de Sánchez Cerén y que anuncios se pueden hacer para mejorar la percepción de la ciudadanía en el ámbito económico y de seguridad nacional; además de mejorar la áspera relación con la oposición política y el sector empresarial privado, quienes parecen siempre refutar cualquier movimiento del gobierno, a pesar de intentos de ambos lados por limar asperezas.