Ubicado en el sector de platea del Estadio Cuscatlán y asediado por los saludos de los aficionados de Águila y Dragón, el alcalde de San Miguel, Miguel Pereira, no pudo pasar desapercibido en el partido que este domingo enfrentaron los dos equipos de la ciudad que él gobierna, para decidir quién se quedaba con el trofeo de campeón de la Liga Pepsi.
Quizá, la principal razón por la que destacó tanto entre la multitud que casi colmó el Estadio Cuscatlán, fue que no portaba la camisa de ninguno de los dos protagonistas de la gran final del fútbol mayor, sino que en su lugar, trajo una camiseta de la selección nacional.
“Al final soy el alcalde de todos los migueleños, independientemente la camisa que puedan portar hoy. Decidí llevar esta camisa porque es la bandera de El Salvador, además del color de nuestro cielo”, dijo el edil a Diario1.com.
Esto es un quiebre con lo que uno estaba acostumbrado a esperar de la persona que ocupó por mucho tiempo la silla edilicia migueleña, Will Salgado, un aguilucho confeso quien, además, unos años atrás fungió como principal dirigente del conjunto naranja.
Por su parte, Pereira no perdió la ocasión para calificar a San Miguel como “la capital del fútbol en El Salvador” y expresar que los aficionados de ambos equipos lo felicitaron, por empezar a ver al alcalde migueleño como “un líder y no como un aficionado o un partidario”.
Días atrás, el alcalde indicó que sin importar quien gane, en San Miguel “habría carnaval”. Pereira al final le entregó el trofeo de campeón al Dragón, que consiguió su primer título en 63 años.
Según el alcalde, al Dragón lo espera una celebración en el Estadio Charlaix amenizada por orquestas. Cabe mencionar que Pereira no fue el único personaje de la palestra política que se avocó a la final de la Liga Pepsi, ya que el diputado por ARENA y antiguo delegado del COENA para el departamento de San Miguel, Ernesto Muyshondt, disfrutó el encuentro desde un palco, enfundado en una camisa negra.