Ernesto Rivas Gallont, ex embajador de El Salvador en Estados Unidos, se refiere en su blog al caso del vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, quien es socio del único salvadoreño designado capo internacional de la droga por Estados Unidos, José Adán Salazar Umaña, de acuerdo con el periódico digital El Faro.
A continuación se reproduce el artículo «Así como San Pedro negó a Cristo, Ortiz niega a Chepe Diablo»:
Así como el episodio de las tres negaciones de Pedro, acompañadas del doble canto del gallo, es uno de los más conocidos de los evangelios, probablemente a causa del protagonista, pues en el episodio se trata nada menos que del pecado del primero de los apóstoles.
Bueno, aquí no se trata del primero de los apóstoles, pero sí del segundo en mando del gobierno.
A pesar de la abrumadora evidencia de lo contrario, Oscar Ortiz, vicepresidente de la República dice que él no tiene ninguna relación directa con José Adán Salazar Umaña, alias “Chepe Diablo”, a quien el Gobierno de Estados Unidos calificó en 2014 como “cabecilla del narcotráfico”. Solo falta el doble canto del gallo.
Así dijo Ortiz en una entrevista en el canal 21. Pero la realidad es otra, la evidencia está allí y, el vicepresidente de la República de El Salvador, es socio de un reconocido capo internacional del narcotráfico.
¡Qué bárbaro este Oscar!
En junio de 2000, cuando ya era alcalde de Santa Tecla por primera vez, Óscar Samuel Ortiz, fundó una sociedad inmobiliaria con José Adán Salazar Umaña, de alias “Chepe Diablo” y considerado por Estados Unidos capo internacional del narcotráfico, junto con el empresario Rogelio Cervantes, quien corrió con el FMLN por la Alcaldía de Antiguo Cuscatlán y perdió.
La sociedad, Desarrollos Montecristo S.A. de C.V. fue inscrita ante los oficios del notario Salvador de Jesús Tobar Ruiz en la ciudad de Santa Ana, aquel 20 de junio de 2000, con un capital social de 105 mil colones (unos $12,000) aportado en tres partes iguales de 35 mil colones (unos $4,000) por los tres socios fundadores: Ortiz, Salazar Umaña y el empresario Rogelio Cervantes.
La sociedad se dedicaba a comprar y vender terrenos en una isla de la zona oriental del país.
Actualmente, el socio de Ortiz, Salazar Umaña está siendo investigado por la Unidad de Investigación Financiera (UIF) de la Fiscalía General de la República, por indicio de lavado de dinero.
Ortiz tiene razón cuando le pregunta a El Faro: “¿Qué tiene de ilegal eso, pues? ¿Tenés alguna cuestión ilegal?”. Pero el problema elemental es estar asociado con un narcotraficante y lavador de dinero no solo reconocido sino que señalado por el gobierno de Estados Unidos como “cabecilla del narcotráfico”.
Dime con quién andas y te diré quién eres, dice el sabio refrán y Ortiz no ha negado que conozca y que sea socio de Chepe Diablo. No es lo mismo llamar al diablo que verlo venir.
Y, como es costumbre inveterada de los gobiernos del FMLN, según Transparencia Activa, Ortiz, dijo que la publicación donde se le señala de ser socio con Adán Salazar, acusado como capo de la droga por Estados Unidos, puede responder a una campaña de determinados grupos y se desmarcó de participar en ilícitos.
Esta publicación es importante, no por lo que dice, sino por lo que implica: el FMLN defendiendo a uno de los suyos. O puesto de otra manera: aquí no ha pasado nada. Punto final.
Además Ortiz anda en una intensa campaña defendiéndose de las revelaciones, pero por mucho que ponga cara de “yo no fui” la realidad está allí y de esa no se escapa.
A ver que dice de todo esto la nueva embajadora de EEUU.