Cuando alguna de las máximas autoridades de la Universidad de El Salvador, ya sea el rector o la vicerrector académico, realiza un viaje en calidad de misión oficial y el Estado desembolsa una cantidad determinada de dinero para boletos aéreos, gastos de viaje y viáticos, nadie se encarga de fiscalizar que esa misión sea de beneficio para la comunidad estudiantil o para la universidad misma.
Así lo confirma una respuesta emitida por la Unidad de Acceso a la Información de la UES, en la que las autoridades conforman la Rectoría y Vicerrectoría de la única casa estatal de estudios universitarios no presentan un informe por escrito que valide las actividades realizadas en la misión ante las autoridades del Consejo Superior Universitario (CSU).
Esta información es parte de un documento que el rector interino José Luis Argueta Antillón envió como respuesta a una solicitud de información hecha el pasado 26 de enero, y a la que se le dio respuesta el 15 de febrero.
En ese documento, el rector Argueta Antillón señala que, de los viajes realizados por el ex rector Mario Nieto Lovo y la ex vicerrectora académica Ana María Glower de Alvarado, solo rindieron un informe verbal ante el CSU, pero que no se cuenta con documentación alguna que sustente que lo que dijeron en ese momento fue verdad.
De los 40 viajes que la rectoría y la vicerrectoría realizaron en la administración pasada, 29 los hizo Nieto Lovo y 11 Glower de Alvarado. Estos, en su mayoría, fueron a conferencias, talleres y reuniones de organismos internacionales a los que pertenece la UES.
Cuando ha pasado cerca de cuatro meses desde que salieron de su cargo, ninguno de los dos exfuncionarios puede recordar con exactitud lo que hicieron durante sus viajes; sin embargo, luego de preguntarles sobre ello, no tardan en subrayar enfáticamente que en ninguno fueron “a pasear”.
Al ser consultada sobre el tema, la ex vicerrectora Glower, en un primer momento, aseguró que ella presentó un informe por escrito de todos sus viajes, e incluso que a algunos les adjuntaba el itinerario del evento, pero al mostrarle el documento en el que el rector interino asegura que no existen tales documentos, corrigió su afirmación.
-Ahí deben de estar todos… en la Secretaría General… aunque a veces se presenta verbal. Yo… a veces mandaba y a veces no, pero siempre presentaba un informe verbal que queda grabado. Hay audios… – dijo Glower.
Según la maestra Glower, algunos de los viajes realizados por el rector o por la vicerrectora son de obligatoriedad para la Universidad, ya que al unirse a organismos internacionales la asistencia a estos sirve como parte de diversos convenios; pero otros, son más por “relaciones públicas”, como ella misma lo afirmó en una entrevista con Diario1.com.
Por su parte, el exrector Nieto Lovo aseguró que nunca ha existido un mecanismo de fiscalización de los viajes que tanto el rector como la vicerrectora o vicerrector realizan en el exterior; y que la modalidad de presentar un informe verbal se ha utilizado porque “si se hace un informe escrito sabemos que va a quedar ´engavetado´ y no va a pasar de ahí”.
-Algunos viajes ya vienen pagados por la cooperación, pero, por ejemplo, para los viajes del CSUCA (Consejo Superior Universitario Centroamericano), el país de origen tiene que pagar el boleto y la estadía y viáticos, pero también hay unos para los que solo se dan viáticos o algo que se llama gastos de viaje.
Para realizar un viaje, según explicó Nieto Lovo, los decanos, maestros, alumnos o personal administrativo debe solicitar permiso al rector, si es por un periodo de menos de cinco dias, y si es de más, al Consejo Superior Universitario, lo mismo con la vicerrectora académica. Sin embargo, el rector, por ser la máxima autoridad, goza del privilegio de no tener que pedir permiso a nadie para salir de viaje cuando es por menos de cinco días y cuando no se necesitarán recursos del Estado. No así cuando es por más de cinco días o cuando se necesita que la universidad costee el boleto y demás gastos; entonces el rector debe pedir el aval del CSU.
Los gastos de viaje, según explicó el exrector son un monto asignado del presupuesto de la UES para sufragar pagos de transporte y otros desembolsos necesarios durante la misión. Estos son aparte de los viáticos que están destinados para el pago de comida y hoteles, así como los gastos de terminal, que es un monto de $45 asignado para el pago de propinas y pago de taxi ya sea desde la Universidad hacia el aeropuerto de El Salvador como del aeropuerto de la ciudad destino hacia el hotel.
Aunque la Universidad de El Salvador ha enfrentado históricamente un déficit en su presupuesto anual, obligando así a las entidades correspondientes como el Ministerio de Hacienda a que desembolse refuerzos para poder pagar los salarios, las autoridades no han escatimado fondos para los viajes o misiones oficiales.
De estos montos, la exvicerrectora Glower de Alvarado recibió un total de $19,319.06 durante sus cuatro años de gestión que se desglosan de la siguiente manera: en pago de boletos aéreos, de 6 de sus 11 viajes realizados, se utilizó $4,436.06; para gastos de viaje $11,820; para gastos de terminal $405; y para Viáticos $2, 658.
Asimismo, según el documento emitido por la Rectoría y Vicerrectoría Académica de la Universidad, Glower visitó durante su gestión los países de Honduras, Guatemala, República Dominicana, Costa Rica, Panamá, Chile y Colombia; siendo los primeros tres los que más visitó con tres, dos y dos viajes, respectivamente, a cada destino.
Por su parte, el exrector Nieto Lovo utilizó un monto mayor para sus 29 misiones oficiales. En el mismo periodo de cuatro años comprendidos entre octubre del 2011 y octubre del 2015, la Universidad desembolsó un total de $31,624.26 para los gastos del rector.
Estos gastos se dividieron en: $7,703.76 para boletos aéreos; $1,260 para gastos de terminal; $14,107.5 para gastos de viaje; y $8,553 de viáticos.
Los destinos más visitados por Nieto Lovo, basados en el informe elaborado por Rectoría, son los países de España, Nicaragua y Costa Rica, a los cuales viajó cinco, cuatro y cuatro veces, respectivamente. No obstante, el rector también pudo conocer durante su gestión los países de Honduras, República Dominicana, Panamá, México, Brasil, Paraguay, Cuba, Francia, Estados Unidos y Colombia.
Ambos funcionarios coinciden en que los reportes escritos nunca se han “acostumbrado” en la Universidad porque no les queda tiempo. “Se imagina usted tener que estar haciendo un reporte por cada viaje… muchas veces a uno no le queda tiempo”, señaló el exrector, en concordancia con la opinión emitida por la ex vicerrectora, quien además señaló que, a su parecer, que se le cuestione los viajes realizados le parece un poco “extraño” por la coyuntura política que vive la universidad.
Por su parte, el miembro del Consejo Superior Universitario, Israel Oliva, señaló que no existe un mecanismo legal u organismo interno de la UES que de seguimiento al tema de los viajes o misiones oficiales de las autoridades, y que todo el tiempo se ha manejado, desde los permisos hasta la fiscalización de los mismos, con “pocos o casi nada de cuestionamientos”.
“Es necesario decir que aquí, en la universidad, ningún viaje que se solicite al Consejo es rechazado. Todo va previamente empaquetado. Si la Junta Directiva de la facultad ha dado el visto bueno, al Consejo ya solo llega a que den el okey”, señaló Oliva.
Asimismo, tal como lo comprueban las declaraciones de la ex vicerrectora, Oliva señala que al interior de la Universidad, “todos los cuestionamientos o preguntas incómodas que se hagan hacen que uno se vea como el contra, como alguien que quiere alargar las reuniones o que quiere hacer ver en mal al otro con intereses políticos. Por eso es que no se dice nada, no se pregunta nada, no se cuestiona, porque ¿para qué?”, insisitó el representante del sector docente.
“Desde los decanos para abajo, todos los que salimos tenemos que rendir un informe, incluso cuando es una beca con todos los gastos pagados. El Consejo de Becas siempre pide un informe y luego notifica a la Rectoría diciendo que ya se tiene por recibido el documento”.