El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

Las negociaciones secretas que entronizaron a Douglas Meléndez en la Fiscalía

por David Ernesto Pérez


¿Y aceptaron sin reproches la carta favorita del principal partido de oposición? Aparentemente sí pero detrás hay algo más que una simple resignación.

Las horas cruciales comenzaron el lunes 4 de enero en la tarde. Los mediadores trasladaban mensajes de un partido a otro. Pero ARENA y FMLN no acordaron más que reunirse el martes en la mañana para confrontar la lista de los favoritos a fiscal general que cada uno había elaborado antes de las vacaciones de finales de 2014.

El martes en la mañana, sin embargo, la reunión quedó frustrada. El zika había empezado a hacer estragos en la salud de la efemelenista Norma Guevara que pidió tiempo para hacerse unos exámenes. Para ganar tiempo decidieron intercambiar diez nombres de los candidatos de cada partido jerarquizados según la preferencia que daban a cada uno.

En la lista de ARENA el preferido era Douglas Arquímides Meléndez Ruiz, un exfiscal de carrera que a finales de los años 90 investigó a secuestradores, roba furgones y asaltabancos; segundo, Roberto Carlos Calderón, juez de vigilancia penitenciaria; Julio Emilio Portillo García, apoderado del Tribunal Supremo Electoral (TSE); Luis Manuel Reyes Deras, juez que estudió el caso de contaminación ambiental que causó en San Juan Opico, La Libertad, Baterías de El Salvador; y Belisario Artiga, exfiscal general de 1999 a 2005.

Fue por su trabajo que Rodrigo Ávila lo incluyó en su lista personal y lo promovió cuando el partido le pidió su opinión. “Veíamos los casos más complejos y las bandas más complicadas (…) antes había criminales tremendos que asaltaban bancos, que secuestraban”, dijo.

Los jefes efemelenistas revisaron. Vetaron a unos, tacharon a otros hasta que al final vieron como el único potable a Meléndez Ruiz. ¿Y aceptaron sin reproches la carta favorita del principal partido de oposición? Fuentes consultadas explicaron que en las filas del oficialismo el choque del grupo vinculado a Alba Petróleos –que impulsaba la reelección del exfiscal Luis Martínez- versus el que se mantiene alejado de la chequera de la empresa de capital mixto fue tan intenso que a principios de enero aún debatían los nombres más convenientes.  Solo estaban de acuerdo en dos: Miguel Ángel García Argüello, juez 7° de Instrucción que mandó a vista pública la acusación contra el expresidente Francisco Flores; y Henry Campos, exviceministro de Seguridad en los primeros meses de la presidencia de Mauricio Funes.

En un par de horas decidieron apoyar a Meléndez. Y lo hicieron porque en su hoja de vida descubrieron que había sentado en el banquillo de los acusados a Carlos Perla, expresidente de ANDA y además era hijo de una sobrina del diputado Carlos Ruiz, parentesco que iba alegrar a los militantes más radicales. Pero había algo que los irritaba: ¿Por qué se había reunido con diputados de ARENA y no con ellos? ¿Por qué nunca los buscó? Al mediodía, una hora antes de iniciar la comisión, lo convocaron a una reunión en el partido y le pusieron las cartas sobre la mesa.

En la reunión de la comisión parecía que el humo blanco todavía no iba aparecer. El efemelenista Santiago Flores leyó la lista y apareció el ungido. Después ARENA. Luego PDC, PCN y GANA. Casualmente todos los tenían como su favorito. Decidieron juramentarlo el miércoles en la mañana y sellar su asunción a la Fiscalía que dejó el exfiscal Martínez el 4 de diciembre tres años después que fue elegido.

¿Cómo llegó a la lista de ARENA?

El ahora fiscal general era la opción número uno de ARENA desde finales de noviembre. En los primeros días de diciembre los diputados Ernesto Muyshondt, Alberto Romero –que trabajaban en la subcomisión que entrevistó y estudió los perfiles de los aspirantes- y Jorge Velado, presidente del COENA, elaboraron una primera lista de 18 que mandaron a la fracción legislativa para que agregara o quitará nombres.

Pero la carrera había iniciado mucho antes de eso. El exfiscal Martínez, detallaron fuentes legislativas que se mantuvieron en el anonimato, había montado una fuerte campaña de cabildeo con los partidos que incluyó reconocidos analistas políticos que hablaban maravillas de su gestión y expertos en divulgación de rumores en las redes sociales. También se reunió con varios diputados para tratar de ganar apoyo. Pero todo fue cuesta arriba.

Juan Valiente se reunió con él cuatro horas. En el encuentro hablaron principalmente de un tema: ¿Por qué el entonces fiscal viajaba en aviones de Enrique Rais cuando éste era imputado en una disputa mercantil que trascendió a penal? La gran excusa fue que había detectado el plan de supuestos terroristas que pretendían ponerla una bomba al avión comercial en el que volara. Pero como buen funcionario decidió cuidar a los pasajeros antes que ponerlos en riesgo. “No me convenció”, recordó el jueves el diputado de ARENA.

El diputado René Portillo Cuadra contó que Martínez también le pidió una reunión. Pero la rechazó por falta de tiempo, no por desprecio.

En la fracción tenía poco apoyo. No más de cinco soñaban en su segundo periodo. Y cada semana que pasaba quedaban más rezagados porque la mayoría de diputados de ARENA –y también del FMLN que lo expresaban en medios de comunicación- estaban contra la reelección.

“Había gente que le tuvo aprecio y tal vez hubiera querido pero la mayoría dijo que no”, expresó la diputada Milena Calderón de Escalón.

ARENA, por ejemplo, tuvo ocho intensas reuniones en las que los más propositivos eran Muyshondt, Portillo Cuadra, Calderón de Escalón, Bonner Jiménez y Karla Hernández. El 15 de diciembre, es decir antes de las vacaciones, el elegido ya tenía nombre: Douglas Meléndez. ¿No causó sospechas que fuera familiar de un diputado? Una fuente respondió que no porque incluso algunos dirigentes areneros tienen parentesco por consanguinidad con miembros de la cúpula oficialista.

El miércoles, después de la juramentación, el nuevo funcionario aseguró que desconocía su vínculo familiar Carlos Ruiz –incluso confesó que solo lo había saludado dos veces en toda su vida-, que nunca ha sido apoderado de ninguna persona o empresa y que siempre ha trabajado en el Estado.

83 de 84 diputados le dieron su voto de confianza. John Wright Sol fue el único que consideró que la elección había sido poco transparente e irregular.