Se sentaron a la mesa. Hacía un calor desértico. El viento caliente arrastraba partículas de polvo que herían los ojos. Entre los ladrillos y las láminas se cocían casi igual que cuando labraban la tierra pasadas las siete de la mañana.
Los campesinos habían terminado la jornada y decidieron ir a almorzar a un comedor ubicado en el cantón El Tule, de El Paisnal, San Salvador. Uno pidió un plato de sopa y el otro comida sólida. Pasados los minutos la mesera les sirvió los alimentos.
Apenas tragaron el primer bocado cuando tres pandilleros, que estaban escondidos en los cañaverales, saltaron como tigres enfurecidos y los encañonaron. Les obligaron a ponerse de rodillas y les destrozaron las cabezas a balazos de pistola 9MM.
La sangre chispeó la mesa y los platos con comida.
Los miembros del Barrio 18 facción Revolucionarios huyeron en dirección a la comunidad Las Pampas con las manos manchadas de sangre.
La identidad de las víctimas aún se desconoce.
(Con reportes de Salvador Sagastizado).