Tres años antes de convertirse en diputada de Arena por el departamento de Sonsonate, Silvia Estela Ostorga legalizó en el Registro de Comercio el negocio que venía manejando desde hacía casi una década. Para entonces la “Tienda Estelita” le generaba utilidades que promediaban los $18 mil anuales, según los balances generales presentados al Centro Nacional de Registro (CNR). Ocho años después ese mismo negocio le está dando ganancias de $140 mil por año.
El punto de quiebre en la “bonanza” del negocio de compra-venta de productos de primera necesidad, ubicada en la entrada al cantón Metalío, en Sonsonate, se da, casualmente, el mismo año que Ostorga llega a la Asamblea Legislativa. Un año antes, en 2011, la tienda le generó utilidades de $58 mil y para finales de 2012, nueve meses después de ser electa diputada, las ganancias que los balances reflejaban son de $123,606.
La Tienda Estelita, según lo ha explicado la diputada Ostorga en otras ocasiones a Diario1, mueve actualmente un monto aproximado de tres millones de dólares al año en mercadería que va y viene. De ser así, este parecería ser un mal negocio que, en el mejor de los casos, apenas le deja un 4 por ciento de ganancias en un ejercicio fiscal con transacciones millonarias.
La parlamentaria justificó en su momento que de los millones que mueve en su tienda de productos varios, sus inventarios reflejan pocas utilidades porque le gana poco a la mercadería. Porque la da a “buen precio”.
El veinte de noviembre del 2007, dos mujeres ingresaron a la tienda compraron cuatro botellas con agua, un Gatorade y tres bolsitas de pan dulce. En total les salió una cuenta de $4.90 que la cajera cobró sin entregar factura o comprobante de pago. Lo que ella no sabía era que las dos mujeres eran enviadas de la Dirección General de Impuestos Internos que verificaban si se estaba cometiendo la infracción de no entregar facturas. Por este error, la diputada Ostorga pagó $39.20 de multa.
Esa misma tienda fue cerrada durante cinco días en el año 2009 por reincidir en la infracción fiscal de no dar facturas a sus clientes y dar pie a un posible delito de evasión de impuestos.
En 2006, cuando la matriculó en el Registro de Comercio, la ahora diputada Ostorga declaró que tenía un monto de $192 mil 257 inventariado en mercadería. Nueve años después, a finales de 2014, el balance general de la empresa refleja un inventario por $331,494 invertidos.
Las declaraciones de Probidad de la diputada Ostorga registran, en concepto de “Otras Rentas” un monto de $2,951,038 que sumado a los $422,608 de su esposo suman más de $3 millones de ingresos en el ejercicio fiscal del 2014. Al preguntarle a la diputada Ostorga de dónde sale tanto dinero ella responde que es producto de la venta de su tienda, el negocio de su esposo y el arrendamiento de varios terrenos, entre ellos uno que le alquilan a la Policía Nacional Civil para que mantenga el puesto de Metalío.
Diario1 intentó obtener una explicación de la diputada Ostorga sobre el incremento de sus ventas que coincide con su entrada a la función pública pero su asistente de comunicaciones dijo en un primer momento que se encontraba ocupada y no contestó las siguientes llamadas.
Actualmente la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia está investigando 30 perfiles de funcionarios y exfuncionarios que han incrementado su patrimonio de manera extraña, entre los cuales se podría encontrar la diputada Ostorga y los tres millones de ingresos anuales que le genera su tienda “Estelita”.