Mauricio Ernesto Vargas, firmante de los Acuerdos de Paz, señaló que la construcción de paz no es responsabilidad exclusiva de los liderazgos políticos o empresariales sino de la sociedad. Advirtió, sin embargo, que la población no está en la dirección de luchar por lo que necesita sino que se mantiene apática.
“¿Hemos sabido luchar contra las herencias del pasado?”, pregunta el también diputado de ARENA a 24 años de la firma de los acuerdos que terminaron 12 años de guerra civil.
¿Hay paz en El Salvador?
La paz no es una para todos los hombres, tenemos una violencia criminal que nos agobia pero no podemos, bajo ningún punto de vista, reflexionar de los acuerdos a si existe la paz, porque no podemos confundir el acuerdo de paz con la construcción de la paz; el primero concluyó con la paz elemental como consecuencia del fin del conflicto, pero la construcción de la paz era de ahí para adelante. La pregunta es: ¿Nos hemos incorporado a la construcción de la paz todos los salvadoreños? ¿O hemos permitido, con apatía e indiferencia, que la sociedad vuelva a contaminarse? ¿Hemos sabido luchar contra las herencias del pasado? Eso debe reflexionarse, esos son los 24 años. Definitivamente la reforma política está, el FMLN es el gobierno y antes era exclusión y descalificación. ¿Hemos aprovechado la reforma política para hacer los cambios o no? Yo creo que nos hemos quedado demasiado cortos en la construcción de la paz y en eso incluyo a los políticos.
¿Fueron acuerdos de paz o acuerdos de coexistencia pacífica?
No, no hemos dicho eso, el acuerdo de paz no hay que confundirlo con la construcción de la paz. El acuerdo construyó la paz elemental como ausencia de la guerra, el crecimiento en los campos económico, político y social no se hace por acuerdo, no se hace por decreto, la paz se hace todos los días. ¿Hemos aportado realmente a esa pacificación?
¿Cuándo estaba en el proceso se imaginó que la vida institucional iba a ser tan tirante?
Personalmente no, creí que habíamos aprendido la lección de un conflicto incruento y creo que nos portamos bien los primeros cuatro a cinco años, después hemos comenzado a involucionar y a permitir una violencia criminal muy grande, una pobreza galopante, una exclusión social tremenda. Y no hablo de este gobierno sino de los 24 años después de la paz, porque aquí hay silla para todos no solo para uno. No se trata de colores políticos ni ideologías, hay una realidad que debemos reflexionar. ¡Por favor reflexionemos, los hijos, los nietos y los que quedaron atrás merecen una respuesta!
¿ARENA y FMLN trataban de coexistir de manera más pacífica en los primeros años después de los acuerdos?
No hablo de coexistencia pacífica.
Digo pues…
Estoy hablando de que tratamos de entendernos mejor. ¿O no sienten ustedes que hay más polarización? ¿O no vienen a la plenaria a las cuatro de la tarde como que están oyendo la Radio Venceremos? ¿Y no venís aquí a la tarde a ver un dime que te diré en vez de resolver problemas nacionales? ¿O ves acuerdos oscuros debajo de la mesa para aprobar una ley de Probidad que después van a declarar inconstitucional? ¿Por qué? Porque somos tozudos y cuando digo es porque todos tenemos responsabilidad de la situación; unos por acción, otros por omisión.
¿Sería diferente la tirantez si hubiera relevo de liderazgos?
Es que no es de liderazgos, es de cambiar mentalidades y actitudes. Ustedes como jóvenes, ¿Qué hacen por la paz? Pregúntense, contéstense. A ustedes les interesa la Gran Vía, MultiPlaza, el internet, Facebook y lo demás les vale un pepino. Díganme qué hacen, díganme los viejos si han cambiado. Se trata de administrar los disensos, si realmente estamos haciendo lo que tenemos que hacer como sociedad. ¿O no viste a Guatemala que consiguió la destitución del presidente y vicepresidente? Porque se movilizaron, no hay apatía, indiferencia, exigieron sus derechos. No es incendiar al país sino, a través de medios pacíficos, buscar las aspiraciones y esperanzas que tiene una población en un momento determinado. Al que le gusta el socialismo que lo construya y que luche por él, al que le gusta el liberalismo también, pero que lo hagamos en función de competencia, no en función de darnos madrazos porque para eso están las urnas, compitamos, sepamos hacerlo, sepamos participar. Unos dicen: “No me meto a la política porque es sucia”, ¡no me vengan con esa paja! O lo hacemos o lo harán otros en contra de mis intereses.
¿En el ideario de ARENA está vigente la aniquilación del FMLN?
No es la aniquilación del FMLN sino una ideología. Estamos hablando que no quiero comunismo para mi país, no creo en socialismo del pasado ni del siglo 21, ¿por qué será anacrónico decirlo? ¿Quién dice? Acaso ellos no están en contra del neoliberalismo. ¿Y eso es bueno y lo otro es malo? ¡Cada quien que respete las ideas! No estás de acuerdo con mis ideas pero podemos discutir sin recurrir a la violencia. Es mejor coexistir que matarnos.
Pero en ARENA aún se escucha que El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán y en el FMLN socialismo o muerte…
Ajá y no son ideologías pues.
Pero manifiestan violencia
No creo que manifiesten violencia sino un sentir. Si lo sabemos respetar no creo que haya problema.
¿Hay futuro si no se resuelve la impunidad del pasado?
Hasta ahora no he encontrado que la impunidad del pasado lleve real y objetivamente a la reconciliación y reunificación. Esos son recursos hipnóticos de temerarios justicieros de uno u otro lado que fijan una premisa y se creen dueños de la verdad.
¿Es estéril que la gente busque la verdad?
No digo que es estéril.
No.
Que se sepa la verdad, ¿quién estaría en contra de la verdad? Pero cuál es la verdad: ¿verdades unilaterales o historias omitidas? La verdad del conflicto todos las sabemos. Hablan de los crímenes de los militares pero yo me pregunto: ¿Y los errores de un señor que mató a Roque Dalton es un crimen de guerra o no? Las miserias de la guerrilla en San Vicente, ¿qué son? ¿Queremos guerra o paz? Quiero decirle algo: en los conflictos como el de El Salvador y los de la historia de la humanidad justicia y paz nunca han tenido la misma equivalencia porque no se logra; debe darle un valor mayor a uno u a otro y la diferencia entre ellos se llama los costos de la paz. Usted como persona busca sus derechos y el Estado los de la colectividad.
¿Trata de decir que para superar la guerra es necesario un poco de impunidad?
Una amnistía, un perdón, un olvido, como se han cerrado muchos capítulos de la historia de la humanidad. Aquí nos han metido que la impunidad, la impunidad, pero la impunidad existe ahorita mismo, hay derechos violentados de una gran cantidad de personas.