José Miguel Fortín, director saliente de Medicina Legal (IML), aseguró que el índice de homicidios no ha disminuido sino que se mantiene alto en comparación al registrado en los últimos años. Por eso rechazó los discursos de los funcionarios que han dicho que sí van a la baja.
En la entrevista de la TeleCorporación Salvadoreña (TCS) explicó que la violencia no se mide solo con el número de homicidios sino también tomando en cuenta los hurtos, los robos y los secuestros. Contó, por ejemplo, que una noche lo llamaron de un hospital privado para que atendiera a una joven que estaba traumada después que escapó de sus raptores; ella le explicó que la llevaron a un lugar donde había más jóvenes desnudas, es decir, prostituidas a la fuerza o trata de blancas.
«Me fui a investigar y es totalmente posible que pase», comentó.
Cuestionó, además, la tesis de las autoridades que cada vez que hay una víctima de la violencia la atribuyen a la guerra entre pandillas. Y lo hacen, criticó, porque no investigan.
«Dicen (las autoridades) ‘O nos matan o los matamos’ pero esa no es la solución; la investigación científica sí lo es», expresó.
El entrevistador le preguntó si él cree en las palabras de las autoridades y le contestó, casi a gritos: “¡Qué voy a creer las sandeces que hablan esos caballeros!”. Y agregó: «Vivimos en una especie de purgatorio permanente, por no decir de infierno».
Recordó que durante su periodo al frente de Medicina Legal su relación con las autoridades de seguridad no fue la mejor y lo atribuyó a que decir la verdad en un país como El Salvador es «pecado». «Si nos quedamos callados el mal triunfará», expresó.
Afirmó que después del 31 de diciembre trabajará a medio tiempo en la Universidad José Matías Delgado y el resto de su tiempo lo dedicará a su clínica privada.