Roberto Cañas, firmante de los Acuerdos de Paz, consideró que la ciudadanía tiene en sus manos controles insuficientes para frenar a los políticos que ambicionan un cargo en el gobierno para enriquecerse ilícitamente de la noche a la mañana con total impunidad.
“Es ofensivo que en un país tan pobre uno se dé cuenta que de la noche a la mañana políticos que nunca tuvieron ahora tengan mansiones y hasta viajes”, señaló el analista de izquierdas en la entrevista El Salvador al Día del Canal 19.
Juan Ramón Medrano, también analista, recordó que ese ha sido el aliciente que ha puesto en la palestra pública si pedir o no la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el establecimiento de una comisión contra la impunidad, similar a la que funciona en Guatemala y ha llevado a la cárcel al expresidente Otto Pérez Molina por supuesta corrupción en las aduanas. Pero en el país vecino, aclaró, la filtración del crimen organizado había llegado a niveles tan altos que incluso las autoridades de seguridad estaban en connivencia con delincuentes. “Hay que cortar algunas manzanas podridas que están en la policía y el ejército”, expresó.
En otro tema Cañas opinó que para muchos salvadoreños la violencia se ha convertido en un asunto tan normal que un día cualquiera escuchan la noticia de una niña secuestrada, violada y asesinada –como suele ocurrir- pero no se inmutan porque se han acostumbrado a vivir en la barbarie. “No reaccionan y eso es gravísimo”, dijo.
Pero la violencia es consecuencia de dos problemas más, según Cañas: la desigualdad económica y la pobreza que se traducen en exclusión de la salud, la educación, el acceso a las tecnologías de la información, entre otros.
“Eso ha sido el caldo de cultivo de la delincuencia y la violencia”, comentó.
Medrano afirmó que la pobreza y la violencia son las barreras que todos los gobiernos deben superar. Pero desde la firma de los Acuerdos de Paz los gobiernos se han dedicado a convivir con ellas.