Franzi Hato Hasbún, secretario de Gobernabilidad, afirmó que la reducción de homicidios se debe fundamentalmente al trabajo que hace la Policía Nacional Civil (PNC) y la colaboración de la Fuerza Armada en tareas de seguridad pública y no a la voluntad de las cúpulas de las pandillas como lo han dicho representantes de las iglesias.
Recordó, asimismo, que el Consejo de Seguridad ha cerrado las puertas al diálogo con grupos criminales para priorizar la prevención de la violencia en los municipios con altos índices de homicidios.
«Aún no es una tendencia (reducción), no nos vamos a engañar», dijo el funcionario en la entrevista con Romeo Lemus del Canal 12. «Trabajamos poco a poco en fortalecer un planteamiento que ayude a superar el problema», agregó.
Reiteró, además, que la administración de Salvador Sánchez Cerén tiene desechado cualquier intento de diálogo con las pandillas, contrario a lo que sí hizo el gobierno de Mauricio Funes. «No estamos para negociar, canjear ni dar tregua», expresó.
Hasbún señaló que la criminalidad se agudizó con la implementación de los planes mano dura y súper dura que solo tenían propósitos electorales y no de frenar el crecimiento de las entonces incipientes pandillas.
«La situación no es fácil, nunca hemos dicho que lo sea, es un problema que hemos recibido y fue tratado de manera equivocada», comentó.
A mediados de 2014 Sánchez Cerén recibió el Gobierno con una tregua rota y el número de homicidios en ascenso. Casi un año más tarde el índice de asesinatos diarios había aumentado casi el doble en comparación a como le fue entregado. A eso se ha sumado las sospechas de ejecuciones sumarias perpetradas por agentes de seguridad del Estado y la guerra de las pandillas contra policías y ejército.
En 2015 ha habido meses en los que el número de homicidios diarios ha alcanzado hasta los 29. De enero a noviembre murieron de manera violenta unos 6,065 salvadoreños, es decir, el doble de los registrados el año pasado.
En el Ministerio de Seguridad que lideró Manuel Melgar, en la época de Funes, 2009 y 2011 fueron los años más violentos con un promedio de hasta 14 asesinatos diarios. En mayo y agosto de 2015, sin embargo, hubo localidades como Usulután en la que se quintuplicó.
La apuesta gubernamental es, en medio de la guerra social, implementar planes de prevención de la violencia programados en el Plan El Salvador Seguro que financiará con impuestos especiales y la cooperación internacional.