El que tiene ventajas, el que espera y el resignado porque no ve más opciones. Estos son los tres tipos de militantes que hay en el FMLN, según Dagoberto Gutiérrez, excomandante de la insurgencia durante la guerra.
El primero, opinó, es el que sabe que el discurso de socialismo, revolución, repartición de la riqueza, justicia social, lucha de la clase obrera, solidaridad, construcción del paraíso en la tierra y otros clichés no son ciertos pero tiene ciertas ventajas y está en “un proceso de envilecimiento”; el segundo es el que cree que todo eso puede ser cierto y está esperanzado y esperando el día que sea una realidad; el tercero que sabe que todo es mentira, no tiene ningún beneficio pero no ve más opción que votar por los efemelenistas en las elecciones y mantener a un grupo de personas en la cúpula, a la autodenominada vanguardia.
“Para esa gente es que construyeron el discurso del socialismo y la revolución. Es en atención a mantener ciertos niveles de cohesión”, expresó. “Es una decisión muy correcta pero ellos no saben cuál será al final la reacción de su gente”, señaló.
En esa lógica consideró correcto que haya sido reelegido, en candidatura única, Medardo González como coordinador general porque a fin de cuentas no seguirá fungiendo como líder sino como gerente de un partido cuya principal función es resguardar los intereses de sus dueños que están en la Comisión Política, es decir, de las empresas de Alba Petróleos.
Gutiérrez, yendo a la raíz del asunto, aclaró que los efemelenistas no fueron a una elección de nuevas autoridades el domingo pasado ya que no hubo más opción de voto que la candidatura de González y los que están en la cúpula desde hace más de once años.
“Es correcto cuando ellos dicen que solo debe haber un candidato (…) es que se trata de una empresa”, comentó.
Pero el FMLN no es la única empresa que se disfraza de partido sino que igual actúan todos los que están en el sistema político-electoral. La diferencia, señala, es que éstos últimos lo hacen con franqueza.
Pero no hay problema, según Gutiérrez, en la aparente inconsistencia entre una dirigencia que asegura despreciar todo lo que huele a capitalismo –y así se lo asegura a la militancia cada vez que puede- pero que se ha enriquecido gracias a los negocios de Alba y ocupa el Estado para ese propósito.
“El FMLN no es opción”, afirmó el también vicerrector de la Universidad Luterana (ULS). Agregó, además, que la única ruta de saneamiento es la construcción del movimiento social pero eso es un “proceso largo, lento y áspero”.
En la entrevista matutina de la TeleCorporación Salvadoreña (TCS), este lunes, los diputados René Portillo Cuadra, Ernesto Muyshondt y Marta Evelyn Batres, de ARENA, comentaron que la reelección de González fue solo una “pantomima” de democracia interna.
“Las bases están inconformes con un FMLN SA de CV, se sienten excluidos porque ahora solo vela por las ganancias de Alba Petróleos”, dijo Portillo Cuadra. Al igual que Gutiérrez consideró un simple intento de levantar la moral de la militancia el incluir en los documentos del Primer Congreso la supuesta misión de derrocar el neoliberalismo para implementar un modelo económico y social más justo.
Muyshondt recordó que son las mismas personas –que en la Guerra Civil militaron en el Partido Comunista y en las Fuerzas Populares de Liberación FPL- las que desde hace bastante tiempo se mantienen enclaustradas en la cúpula efemelenista sin darle espacio a nuevos liderazgos. “Veo esa división entre los que se han bañado en el chorrito de Alba y del Gobierno y los que lucharon por un ideal, que trataron de transformar el país”, declaró.
González, en una entrevista radial, contestó a los críticos del partido: “Les da envidia nuestra elección interna”.