En vez de que las telefónicas o los usuarios de los productos y servicios de ese rubro paguen el impuesto para financiar la seguridad que ha propuesto el Gobierno es mejor que sea cargado a las ganancias que en El Salvador obtienen Facebook, WhatsApp y Messenger, según Juan Abellán, director de Telefónica para México, Centroamérica y Venezuela.
El ejecutivo de la empresa española aseguró que esas compañías no invierten en el país ni generan empleos pero sí obtienen ganancias. Eso, señaló, es desigual porque las telefónicas sí han inyectado dinero en las operaciones que hacen desde 1998.
“Cuando se hagan los números de cuánto facturan esas empresas en su país sin dar inversión, puestos de trabajo y sin pagar impuestos se tomará conciencia y los gobiernos darán la vuelta”, comentó en Radio 102.9.
En Europa y Brasil los gobiernos han comenzado a dar los primeros pasos en esa ruta, detalló.
“¿Por qué no con las empresas del Norte? En muchos países ya se hace. ¿Por qué a muchas empresas se les permite usar servicios sin cobrarles impuestos?”, reiteró.
Abellán recordó que El Salvador se está quedando a la zaga en la innovación tecnológica en telecomunicaciones. Muchos países ya tienen tecnología de Cuarta Generación que es 20 veces más rápida mientras aquí se sigue con 3G. Aclaró que hablar de eso no una advertencia de si se les grava con más impuestos retirará sus inversiones sino que el Estado debe dialogar más.
También contó que hasta la fecha la Asamblea Legislativa no los ha convocado para preguntarles si están de acuerdo en que haya un impuesto a la factura de los productos y servicios telefónicos o uno a las ganancias que reportan todos los años al Ministerio de Hacienda las empresas de ese rubro.
Sobre el bloqueo de la señal de las antenas en los alrededores de las cárceles, Abellán aseguró que las telefónicas no apoyan ni se lucran de los delincuentes ni la solución está en que el Gobierno les culpe de los delitos que se ordenan desde esos lugares.
Explicó que han propuesto a las autoridades de seguridad que cada vez que un usuario reciba una llamada aparezca en la pantalla del teléfono un mensaje señalando de dónde proviene. Hasta la fecha no les han respondido.
“No somos los malos de la película ni los responsables que haya llamadas desde las cárceles” , afirmó. Agregó que por el momento sienten que el Gobierno ha llegado a “imposiciones que han dejado sin servicios a los usuarios. Son daños colaterales. No es lo más correcto”.
Afirmó que las soluciones a ese problema son parches aunque en general es así porque en Hispanoamérica no ha habido una salida 100% satisfactoria. El que más ha avanzado es Chile, expresó.