Abogado de profesión, Miguel Pereira ganó la alcaldía de San Miguel contra todo pronóstico. El también director general del Instituto Nacional de la Juventud dice que “el sentido común señala que no se cambia lo que funciona bien”. Y se refiere a la dirigencia de su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
“Si la política es el arte de conquistar y preservar el poder, y si esos dos pasos son los parámetros objetivos para medir la eficiencia de un equipo de dirección partidaria, entonces estamos hablando de un equipo exitoso”, añade el jefe edilicio.
Sobre que nadie prácticamente creía que podía ganar y, además, las encuestas decían que ganaría Will Salgado, el jefe edilicio dijo que su partido y él sí creían que podía triunfar. “Eso significa que en realidad las batallas políticas y electorales no se resuelven en las encuestas, se definen en la articulación de una estrategia y en la aplicación de esa estrategia en el terreno”, afirma Pereira.
¿En qué consistió esa estrategia?
Son múltiples factores, que tienen que ver incluso con la trayectoria y la evolución del FMLN. Pero hay dos elementos centrales que se pueden señalar.
Uno es el tema de la unidad. Los debates estériles y los consecuentes procesos de división que el FMLN sufrió, pocos años después de la firma de la paz, impactaron fuertemente a la zona oriental, y obviamente en San Migue. Y durante varios años la izquierda se dispersó, incluso las propias estructuras del FMLN sufrieron algunos niveles de desunión. Entonces el FMLN elaboró una estrategia, que a mí me tocó gestionar como candidato, que se concretó en un programa y una campaña para cohesionar a la propia estructura partidaria y sumar a los otros sectores de izquierda y progresistas…
El segundo elemento es orientar el programa y la campaña al esfuerzo por atraer, más allá de los referentes ideológicos y de las identidades políticas, a una mayoría social decidida a agregarse al cambio progresista iniciado por el primer gobierno de izquierda en 2009.
¿Qué piensa de los debates políticos e ideológicos?
Pienso que los debates que no están correctamente encauzados dentro de la institucionalidad partidaria no son productivos. La peor época de la historia de la izquierda en nuestro país y en el mundo está relacionada con esos debates que se salen del marco de la institucionalidad partidaria. Ahí ha habido muchos errores muy graves, como el caso Dalton o el caso Marcial, y la consecuencia desastrosa siempre ha sido la división, la dispersión.
¿Cree que en el congreso del FMLN se podrá discutir libremente sobre un posible relevo de la dirección del partido?
Se podrá discutir en libertad y con franqueza sobre todo lo que sea pertinente y necesario. Pero el congreso no se reduce a una discusión final. Estamos hablando de más de tres mil reuniones preparatorias en las que han participado los representantes de todos los organismos y las estructuras del partido. Se trata de un proceso deliberativo organizado en términos democráticos.
Le repito la pregunta: ¿Cree que en el congreso del FMLN se podrá discutir libremente sobre un posible relevo de la dirección del partido?
El sentido común señala que no se cambia lo que funciona bien. Y la dirección de nuestro partido funciona muy bien: es un conjunto de cuadros históricos que fundaron la organización, condujeron la guerra y el esfuerzo de diálogo y negociación para conquistar la paz, estuvieron al frente de la reconversión de la guerrilla en partido político, y luego desde la oposición construyeron la estrategia para convertirse en primera fuerza política y acceder al poder.
Si la política es el arte de conquistar y preservar el poder, y si esos dos pasos son los parámetros objetivos para medir la eficiencia de un equipo de dirección partidaria, entonces estamos hablando de un equipo exitoso, poseedor de una experiencia imprescindible y de una trayectoria que no deja ninguna duda respecto a su compromiso con la lucha por las transformaciones sociales, políticas y económicas que nuestro país necesita.
¿El ejercicio prolongado del poder no causa problemas a las sociedades?
Bueno, habrá que sortear esos bemoles, pero no renunciar al poder por esos bemoles. Solo desde el poder se pueden impulsar efectivamente esas transformaciones a las que me he referido antes. Los relevos llegan naturalmente en su momento y sin rupturas. Eso lo sabemos muy bien en el FMLN porque hemos aprendido las lecciones del pasado y porque somos un partido responsable ante el presente y el futuro.