El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

“Cuando ves la dirigencia de ARENA entiendes que todos los caminos llevan a Poma”

por David Ernesto Pérez


"Sucede lo que popularmente se afirma: quien paga el mariachi pide la canción", dice Roberto Cañas, firmante de los Acuerdos de Paz

Roberto Cañas, firmante de los Acuerdos de Paz, habló claro y categórico: el problema de la política es que el dinero de los grandes empresarios la pervierte y para muestra un botón: Jorge Velado, presidente de ARENA, estuvo a un suspiro de ganar la reelección en una competencia sin adversarios pero todo se complicó tanto a última hora que mejor la postergaron hasta septiembre del próximo año.

El mejor respaldo de Velado, considera el analista político, es la enorme capacidad financiera de la familia Poma que lo tiene a él como representante en el principal partido de oposición gracias a los lazos familiares o profesionales que tiene con ella. Pero no es solo él, agrega, sino también la diputada Ana Vilma de Escobar que es esposa de Patricio Escobar Thompson, uno de los hombres más importantes del Grupo Poma.

“Si al final no hay otro financista igual de fuerte volveremos a lo mismo”, auguró.

En la otra esquina están las elecciones que también ha anunciado el FMLN de las que consideró como “una forma extraña de democracia” que en las reuniones del Consejo Nacional –que es el preparatorio de las internas- hayan escuchado las opiniones de los militantes y después uno que tomó nota las mandó a una instancia superior. Y después nadie más ha visto esas conclusiones. Cañas, sin embargo, no se atrevió a calificar el proceso porque no puede tener un juicio desde adentro.

Sobre la violencia, opinó que es limitado creer que solo la guerra entre el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha y éstas contra el Estado provocan el promedio actual de 22 homicidios diarios. Hay más. Ejemplificó que en el discurso oficial están vetados el narcotráfico, los desplazamientos forzados, la trata de blanca y que la inseguridad tiene como raíz última la desigualdad, exclusión y la pobreza.

También criticó que el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén haya preferido proponer un impuesto al 10% de la factura telefónica –que calificó como regresivo- y no combatir la evasión y elusión, como lo prometió durante la campaña presidencial entre finales de 2013 y principios de 2014.

¿Se imaginó que sus excompañeros de militancia iban a propiciar el recrudecimiento de la violencia?

Hay que verlo en un contexto más amplio. En primer lugar es un problema estructural, tiene su raíz última en la desigualdad, exclusión y la pobreza. Está equivocada esa manera de evaluar la violencia solo si suben los índices de homicidios en un día, semana o un mes.

Pero indican algo.

Pero no son todo porque es una visión unidimensional. Solo se ven los homicidios y el único delincuente es el pandillero. Y hay más formas de delincuencia y más delincuentes; hay narcotraficantes, crimen organizado, delincuentes comunes. Cuando se reduce a los homicidios y las pandillas, se pierde la visión verdadera. El caso más evidente es el del policía ese…

El que capturó con cocaína la PNC

Es la expresión que sale del problema del narcotráfico que es mucho más delicado  que lo que la gente piensa. Por América Central pasa el 90% de la droga que llega a Estados Unidos. Cuando hay de esos silencios…

Pero es el Estado el que minimiza el problema.

Sí y los medios también lo hacen porque se reducen al “muertómetro”. Usted veía la lucha con el Instituto de Medicina Legal para establecer la estadística más alta de muertos, los medios hasta hacían gráficas de barra, pastel y otros para ilustrar de mil maneras posibles el número de muertos. De esa manera no se puede aterrizar a una visión más completa de la delincuencia. Creo que tampoco se han dimensionado las extorsiones, los desplazamientos forzosos…

Pero el Estado también niega los desplazamientos….

No aparecen ni las formas del narcotráfico, ni el lavado, la trata de blancas… o sea, no se debe reducir a esa visión homicidios versus pandillas. Ciertamente es peligroso el momento que vivimos porque cada vez es más fuerte el señalamiento de ejecuciones sumarias.

Sobre todo cuando se ven las fotos de los operativos en zonas rurales.

Eso es grave porque está en la ilegalidad. Hay casos evidentes en que ha sido mal disimulado el enfrentamiento que resulta en una cosa obvia que ha habido una operación de exterminio.

Parece que el Gobierno ha legitimado eso.

Sí, este… no sé si habrá declaraciones directas.

Pero hay insinuaciones e incluso las reformas legales de los últimos doce meses parecen encaminadas a eso.

Sucede que si es así es una visión equivocada que traerá más violencia. El problema es que hay un doble discurso: el del Plan El Salvador Seguro y el del esto; hay un problema de congruencia, parece que cada vez más hay personas que lo mencionan porque si el río suena rocas debe llevar.

¿Esperaba esto de un gobierno de izquierda?

No. Además habría que plantearse si dentro de la comunidad de gobiernos de izquierda El Salvador tiene uno. Porque si lo vemos desde la economía el modelo neoliberal está intacto. En términos económicos no es un gobierno de izquierda, ni siquiera podemos atisbar una política pública de izquierda.

¿Y en seguridad?

En relación a la política de seguridad pues es buena, cuando uno la lee encuentra cinco componentes buenos: represión, prevención, reforma del sector judicial, reincorporación de los delincuentes y atención a las víctimas. Es buena en el papel pero no se aplica en la práctica; cuando vemos el Plan El Salvador Seguro es términos generales es bueno, lo que pasa es que es como tener un carro del año sin gasolina; está parqueado en el garaje porque no tiene combustible.

¿Por qué no lo tiene?

Porque no hay mecanismo adecuado de recaudación. No nos engañemos, no es posible pensar que los fondos vendrán de la cooperación internacional.

Sería demasiado dinero…

Primero, segundo no está la cooperación para hacer grandes erogaciones. El único que estaba planteado con más certidumbre es la Alianza para la Prosperidad que está parqueado en el Congreso de Estados Unidos. Hay, además, grandes dudas porque se teme la corrupción y el mal uso de los fondos. Es que la buena recaudación implica que así como es el sapo sea la pedrada, es decir, que los que tienen más paguen más.

¿Qué opina de la propuesta de gravar el 10% de la factura telefónica?

Es un impuesto al consumo que grava más al que consume más y no al que tiene más dinero.

Es contradictorio porque el FMLN suele decir que avanza a la progresividad fiscal…

Además en el plan de gobierno de Salvador Sánchez Cerén hay una promesa de campaña orientada a la cero tolerancia contra la evasión y elusión; no hemos visto aún nada encaminado a eso.

Son más de $1,000 millones anuales.

Son asignaturas pendientes. Es que son promesas, debe cumplir lo que prometió. Pero todo está mediado por una aritmética legislativa en la que los números no le dan al Gobierno, el problema de fondo es que quiere pero no puede: quiere impuesto a la telefonía pero no puede, sus aliados quieren impuesto al medio millón de ganancias pero no puede… son 43 votos pero no los tiene.

También parece que el Gobierno se va por lo más fácil porque presenta impuesto a la factura y no a las ganancias de las telefónicas.

Porque tocaría intereses poderosos. Estoy seguro que la población apoyaría medidas de política fiscal progresivas, tendientes a la equidad, pero el problema es que hay dos momentos: el de Alfredo Cristiani que quitó prácticamente todos los impuestos y los redujo a dos –ISR e IVA-; el de Armando Calderón Sol que privatizó las AFP y subió el IVA al 13%; de Francisco Flores que le puso IVA a la canasta básica alimenticia. Ellos tuvieron el valor y las condiciones de política fiscal que quisieron, el problema es que este gobierno no sabemos si tiene el poder y el valor de tomar las medidas que debe para implementar su política.

Parece que no tiene el poder ni el valor.

Parece que no y se queda haciendo más de lo mismo. Una cosa es simplemente estar ahí para no hacer nada o llegar para cambiar las cosas.

¿Le falta liderazgo al presidente?

No se puede reducir a eso. Hay una falla de origen: la pérdida del vínculo con el movimiento social. Le voy a decir algo: una cosa es que implementara una medida sin apoyo social y otra es que la anuncie y tenga 150,000 gentes en la calle apoyándola. Eso causa al FMLN una precariedad en su fuerza.

Da la impresión de orfandad porque ni tiene apoyo social como el que usted dice ni detrás tiene ultra millonarios empresarios…

Lo único que tiene es Alba que en términos proporcionales es muy pequeño para disputar a los grandes poderosos del país que además tienen derecho de veto como poderes fácticos y pueden lograr que se aprueben medidas que les favorezcan o que se rechacen las que les afectan negativamente sus intereses.

¿Qué piensa de la propuesta de ARENA de reducir gastos en bienes y servicios?

Debe hacerse. En Brasil se ha hecho. Es que hay un principio: si siguen haciendo lo mismo obtendrá como resultado lo mismo. Pero el país no está para eso sino para medidas extraordinarias; se necesita una verdadera política fiscal que sea gradual, equitativa y progresiva. ¡Claro que hay que tocar intereses, hay riesgos y consecuencias pero debe hacerse! Es que mire: una cosa es tener poder y otra administrar el aparato del Estado, lo que hace el Gobierno es solo administrar el Estado y tiene como apariencia del poder pero no tiene el poder verdadero para imponer su voluntad porque hay poderes más fuertes.

Que lo pueden frenar sin esfuerzo.

Claro, lo frenan, está el poder económico, de los medios de comunicación. Libra una batalla en la que ha perdido el poder.

También hay en medio un punto de confianza. Cuando se escucha a la gente hablan de que el dinero será robado o despilfarrado.

Hay un hecho simbólico que puede ayudar a construir confianza: que los funcionarios que ganan más de $3,000 destinen un 10% de su salario a la creación de un fondo para las víctimas de la delincuencia. Ese núcleo de funcionarios debería dar el ejemplo. También hay que tomar la decisión –y entra la capacidad de convocatoria del Gobierno y si realmente es un interlocutor válido- para un pacto fiscal. Es lo ideal pero cada vez parece que es más complicado. El caso más patético es el Consejo de Seguridad donde hay más de 70 personas que se reúnen, hacen un organismo pesado y poco viable para la toma de decisiones que exige la seguridad pública.

Eso de lograr un pacto con las élites económicas es bastante difícil sobre todo si se trata de justicia tributaria…

Sí, pero la realidad puede hacerlos llegar porque igual de difícil parecían los Acuerdos de Paz. Todos llegamos al mismo consenso porque la realidad nos decía que era mejor la paz que la guerra. Aunque además hay que entender que es un poder económico transnacionalizado –claro, no se puede llevar sus inversiones en una valija a otro lado- tiene inversiones fuertes en Panamá, Colombia, Nicaragua y otros.

ARENA postergó hasta 2016 las elecciones. ¿De verdad eran internas cuando solo había un candidato?

El problema es que la presencia del dinero privado pervierte la política porque no es el desarrollo de las fuerzas  y tendencias sino la voz dominante que financia en mayor cuantía. Sucede lo que popularmente se afirma: quien paga el mariachi pide la canción. El grupo dominante sostiene todo aunque ahora fue tanta la complicación que lo postergó; lo pasaron dentro de un año para dar la imagen que tendrán una elección competitiva. Si al final no hay otro financista igual de fuerte volveremos a lo mismo. Es que cuando uno ve quien es el presidente del COENA (Jorge Velado), quien es Ana Vilma de Escobar y los vínculos profesionales y familiares todos los caminos llevan a Poma.

¿Por qué?

O sea, Jorge Velado fue gerente de Excel Automotriz; Ana Vilma de Escobar es esposa de Patricio Escobar Thompson, que es una de las personas más importantes dentro de Grupo Poma. Es muy fuerte el peso de esa familia en el financiamiento.

¿Y las internas del FMLN son de verdad o solo la repetición del mecanismo que mantiene en el poder a los veteranos dirigentes?

He entendido que la discusión tiene grandes limitaciones. Entendiendo que hubo reuniones para el Consejo (Nacional), llega alguien con documentos que reparte, escuchan las opiniones sobre ese documento, recogen los documentos y se espera que el que tomó nota de las discusiones las traslade a una instancia superior. Es difícil de administrar que cuando se abre el debate para un congreso puedan circular libremente distintas posiciones y los documentos sean libres. Es como muy extraño a la democracia ese documento.

¿Entonces serán pantomimas las internas?

No las puedo calificar así, no puedo tener un juicio desde adentro. Entiendo que cuando hay oportunidad hay posiciones dentro del FMLN que tienen posiciones muy coherentes, claras. En redes sociales circuló hace poco un video de una participación en Soyapango con posiciones claras, coherentes, articuladas que me sorprendieron positivamente; “no todo está perdido ahí”, pensé.