Basta hacer un ejercicio mental. Imagine que el día de las presidenciales del año 2019 todos los partidos coinciden en que presentarán un candidato que los representa a todos, o como suelen llamarle, uno de consenso. Cuando los votantes estén en la urna extenderán la papeleta y marcarán el rostro del que será el nuevo presidente. No habrá más opción, no existirá la competencia ni la decisión. Solo es uno y ya.
ARENA, FMLN y GANA acordaron dar el visto bueno cuando, en las elecciones internas de los partidos, solo se postule un aspirante a disputar un cargo. Para eso modificaron la ley de Partidos en la comisión de Reformas Electorales y Constitucionales.
“¡Eso es una burla!”, criticó Mario Ponce, diputado del PCN, que además advirtió que la Asamblea Legislativa incumplirá, si se aprueban el jueves en la sesión plenaria, la sentencia de la Sala de lo Constitucional de finales del año pasado que ordenó a las organizaciones políticas establecer mecanismos de democracia interna y dar a conocer a los ciudadanos los nombres de los financistas que en las elecciones les donan millonarias cantidades de dinero para financiarles las campañas electorales.
“Eso es imposición, no es democracia”, advirtió el pecenista cuyo partido firmó el dictamen que emitió la comisión porque está de acuerdo en las modificaciones en un 90 por ciento, a excepción de la candidatura única.
Ese tipo de elecciones no son nuevas para los partidos. El 25 de septiembre el principal partido de oposición suspendió, casi a última hora, las elecciones internas que iba a celebrar el 11 de octubre porque solo se inscribió como candidato Jorge Velado –presidía una planilla de 14 aspirantes a dirigentes-, que además es el presidente en funciones. La comisión política y el COENA, por el descontento de sectores como el de los fundadores, postergó el plazo hasta el próximo año.
En el FMLN el proceso es similar. Celebrará internas el 22 de noviembre pero hasta la fecha los únicos que se ha inscrito como candidatos para la coordinación general y la adjunta han sido Medardo González y Norma Guevara. El primero es la máxima autoridad efemelenista desde 2007 y la segunda ostenta un cargo importante en la Comisión Política y es la jefa de fracción en la Asamblea.
Velado y sus cercanos colaboradores aseguraban que las internas sin competencia eran democráticas porque en la planilla que postulaban participaban de todos los sectores del partido, es decir, era consenso. Ese ha sido el argumento que ha perpetuado en la cúspide del oficialismo a González y a otros políticos como Salvador Sánchez Cerén y José Luis Merino.
“La Sala solo ordena que haya elecciones internas, independientemente de una candidatura única”, afirmó Mario Tenorio, de GANA.
Nelson Quintanilla, del FMLN, afirmó que la candidatura única es un derecho de los partidos, que no violenta la sentencia de la Sala. “Es un derecho en atención a la libertad de cada uno”. Justificó, asimismo, que el candidato solo ganará con el 50 por ciento de los votos de todos los militantes.