Con la sombra de Norman Quijano sobre su espalda pero sin rivales y con las puertas abiertas de par en par, Jorge Velado se encamina a la reelección como presidente de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) después de ser el único candidato que se inscribió para competir en las elecciones internas que se celebrarán el 11 de octubre.
Velado ha andado un camino relativamente fácil para consolidar la planilla que presidirá en caso el 50 por ciento más uno de los 1,223 electores que votarán lo confirma en el cargo. La única piedra en su zapato fue Norman Quijano, exalcalde de San Salvador, que el 16 de junio de 2015 empezó una cruzada opaca contra él cuando dijo que las bases del principal partido de oposición pedían cambios en la cúpula y criticó el excesivo presidencialismo, los traspiés a la hora de negociar cuotas de poder en el Estado con los adversarios políticos y la deriva en la que estaban los ediles del interior del país. A principios de septiembre volvió a cuestionar el poco espacio de tiempo que había para lanzar una candidatura interna aunque un par de días más tarde decidió apartarse.
Sobre los señalamientos Velado respondió que se mantuvo a la zaga de la dirigencia desde que en junio una comisión especial –en la que estaban sus allegados del Consejo Ejecutivo Nacionalista (COENA)- empezó a escribir el reglamento que normará el proceso, que los pormenores los conoció hasta que la Comisión Política los presentó públicamente y que la Comisión Electoral Nacional (CEN) amplió de 600 a 1,223 el número de votantes. “En todo eso no he tenido nada que ver”, agregó. Cuando se le recordó que Quijano dijo que sin competencia no hay democracia alegó que no es cierto porque antes de confirmarse debe ganar 612.5 votos y que esperaba que más aspirantes se inscribieran.
El diputado Ernesto Muyshondt secundó a Velado: “Es perfectible (la elección). Las críticas se permiten porque ayudan a mejorar. Es apenas el principio, la primera de muchas”. También explicó que en algún momento pensó en agrupar una planilla pero decidió que lo mejor era consensuar con todos los liderazgos.
“Cuando hay aspiraciones personales vienen las frustraciones”, dijo Milagro Navas, alcaldesa de Antiguo Cuscatlán, como respuesta a los señalamientos de su compañero de partido. Recordó, asimismo, que en las presidenciales de 2014 pidió ser la compañera de fórmula de Quijano pero éste la rechazó porque no quería compartir competencia junto a otro edil. “Los detractores siempre dirán que es amañada (la elección) aunque hubiera 100 planillas”, expresó.
El principal partido de oposición reglamentó que en la elección iban a jugarse sus puestos todos los miembros del Consejo Ejecutivo Nacionalista (COENA) así que en la lista que preside Velado participan Ernesto Muyshondt, Mauricio Interiano, Celina de Ávila, Edwin Zamora, Ana Margarita Chávez, Óscar Santamaría, Alberto Romero, Roberto d´Aubuisson, Leonie Bicard de Valdez, Juan Pablo Fontán, Ana Vilma de Escobar, Rodrigo Molina Rochac, Bruno Marcello Infantozzi y Milagro Navas.
Básicamente los nuevos dirigentes serán los viejos dirigentes. En la cúpula ocuparán silla, por primera vez, Romero, Chávez, Fontán, de Escobar e Infantozzi. El resto se ha mantenido en esos cargos desde hace más de tres años.
La lista es el resultado de una especie de pacto hablado entre todos los líderes para no agrietar el partido que desde mediados de abril de 2014 entró a una senda de experimentos con el propósito de librarse de los dedazos de los más poderosos empresarios de El Salvador que han puesto y quitado a los candidatos a cargos de elección popular.