La dirigencia del FMLN anunció que el 22 de noviembre más de 30,000 militantes podrán elegir mediante voto secreto a 2,972 dirigentes de todo el país incluyendo al secretario general, cargo que desde 2007 está en manos de Medardo González.
En las internas los efemelenistas votarán por la Dirección Nacional –secretaría, convención y consejo-, las direcciones departamentales y municipales así como las secretarías sectoriales. También el 13 de diciembre elegirán al Tribunal de Ética, de Apelaciones y la Contraloría interna.
La inscripción de candidaturas iniciará el 15 de octubre y terminará el 1 de noviembre, explicaron en la conferencia de prensa los dirigentes efemelenistas como González y los miembros de la Comisión Política que lo secundaron como Blandino Nerio, Nidia Díaz, Norma Guevara, Miguel Sáenz Varela, Calixto Velado, entre otros.
González comentó que con las internas cumplirán la sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que a finales de agosto de 2014 ordenó a los partidos democratizarse internamente y transparentar sus finanzas.
El proceso lo administrarán Tomás Chávez, Eunice Oliva, Irma Amaya, Silvia Cartagena, Jorge Jiménez, entre otros.
“El FMLN tiene experiencia en elecciones primarias y directas. No es nada nuevo ni causará ningún problema”, afirmó González. «Es un proceso totalmente democrático, hay participación directa», agregó en referencia a la sentencia de la Sala.
«Falta por verse», contestó el dirigente efemelenista cuando la prensa le preguntó si iba a ser el único candidato que competirá por la cúpula.
Desde mediados de junio el partido oficial ya preparaba la interna. Desde entonces los dirigentes en funciones ya hablaban de darle un periodo de cinco más a González como secretario general hasta 2020 amparados en los triunfos de las presidenciales de 2009 cuando llevaron a Mauricio Funes y en 2014 a Salvador Sánchez Cerén así como el triunfo en la Alcaldía de San Salvador a ARENA.
La última vez que el partido de izquierdas celebró internas fue en 2004 cuando se enfrentaron González -apoyado por los ortodoxos que tenían como máxima figura al fallecido Schafick Hándal- y Óscar Ortiz, entonces alcalde de Santa Tecla que representaba a los renovadores, facción del partido al que muchos consideraban como débiles ideológicos.
El triunfo quedó en manos de González que posteriormente decidió que el método de elección de la dirigencia iba ser centralizado y representativo. Desde entonces muy poco ha cambiado en la cúspide del poder izquierdista.