En el país unas 150,000 personas no encuentran trabajo y les falta dinero para abrir un negocio propio como sí lo han logrado más de 700,000 salvadoreños. Pero en la Asamblea Legislativa la realidad es otra. Hace siete años los diputados solo necesitaban 926 empleados que les ayudaban a cargar la pesada tarea de crear leyes; en 2015, para hacer las mismas labores contrataron 1,856 más.
El aumento de las plazas en la Asamblea ha sido progresivo desde 2008 hasta la fecha, de acuerdo a las respuestas que dio a una solicitud la Oficina de Información Pública institucional. La contratación desenfrenada estuvo presente casi por igual en cuatro años –periodo al que únicamente se tuvo acceso- de los doce de la presidencia de Ciro Cruz Zepeda Peña, del Partido de Conciliación Nacional (PCN), cuatro de su compañero fallecido Rubén Orellana y el de Othón Sigfrido Reyes Morales, exdiputado del Frente Farabundo Martí (FMLN).
Desde 2000 hasta 2009 casi el 50 por ciento del total destinado a los presupuestos anuales generales se destinaba a esos pagos. A día de hoy esa práctica no ha cambiado. En el año 2000 los diputados acordaron gastar $15, 172,060 en el funcionamiento administrativo y $10,259, 243 en salarios; en 2004, invirtieron $12,276, 629 de $21,302, 960; en los años 2006, 2007, 2008 y 2009, que presidió el fallecido pecenista Rubén Orellana, los montos respectivos fueron: 15,050, 17,038, 19,633 y 24,826 dólares.
En 2010 volvió a la presidencia Cruz Zepeda y el monto en pago de remuneraciones aumentó $2,752. En 2011 y 2012 la Asamblea invirtió 35,549, 320 y 33,789, 360 dólares en ese rubro, es decir, de un año a otro aumentó casi $9,000. En los años 2013 y 2014 los presupuestos votados se mantuvieron en $35,540, 000.
El engrosamiento del número de empleados también ha sido progresivo. En 2009 llegó a 1,214; 2010, 1,543; 2011, 1,674; 2012, 1,523; 2013, 1,673; 2014, 1,732; 2015, 1,856. Las presidencias de los pecenistas lo abultaron lentamente y Reyes Morales mantuvo el ritmo. Lorena Peña, presidenta de la Asamblea que asumió el 1 de mayo de este año, no ha anunciado recortes ni decretos de retiro voluntario aunque el 25 de agosto dijo en una entrevista televisiva que había pedido la renuncia a los familiares de los diputados que trabajan en la Asamblea.
Cuando Reyes subió a la presidencia en 2011 explotó el escándalo de la contratación supuestamente irregular de casi 500 plazas atribuidas a GANA y que autorizó Zepeda Peña unos meses antes de terminar su periodo. En ese entonces salió a la luz que diputados como Douglas Avilés –que perdió la reelección en marzo de este año- tenía en su planilla hasta a 16 personas. En esos días incluso se murmuró que había legisladores que tenían hasta 40 asalariados.
A la Oficina de Información se le pidió detalles de las plazas desde el año 2000 pero solo entregó desde la fecha mencionada bajo el argumento que la Gerencia de Recursos Humanos no la tiene completa.
Se comparó desde los periodos de 2008 a 2012 el aumento de las plazas con el impacto en la creación de leyes y el resultado fue que a mayor contratación igual producción. En el primer año los diputados establecieron diez leyes; en 2009, 30; 2010, 35; 2011, 40; 2012, 17. Los números son similares a los periodos anteriores.
A principios de junio de este año Ana Vilma de Escobar, diputada de ARENA, divulgó que sus colegas tienen entre 12, 18 y 21 mil dólares para contratar personal. Ese mismo mes se conoció que Rodolfo Parker, del Partido Demócrata Cristiano (PDC) tiene diez asesores con salarios desde 400 a 2,310 dólares.
También se hurgó en los empleados asignados a la presidencia en los últimos quince años. El 27 de mayo de este año la Gerencia de Recursos Humanos –a través de la Oficina de Información- respondió que del periodo de Cruz Zepeda tenía datos del año 2008 cuando éste tenía a su disposición cinco empleados: tres colaboradores de departamento y dos motoristas cuyos salarios oscilaban de $2,215.40 el máximo hasta $883.36 el mínimo. En 2009 modificó la planilla que estaba a su cargo: quitó a dos colaboradores y en sus lugares puso tres motoristas, una ordenanza y un portero con sueldos de 1,898 a 745 dólares.
En 2010 el pecenista pasó de tener seis empleados a once repartidos así: dos asesores y un asistente de la presidencia que devengaban 4,540 y 3,000 dólares; un auxiliar y un colaborador administrativo con $940 y $600; un colaborador de departamento con $1,858 mensuales; cuatro motoristas que ganaban entre $1,528 y 1,130; y un portero que tenía como sueldo $1,020. Un año después la planilla para la presidencia había aumentado de once a 14 trabajadores.
Reyes, que cuando se convirtió en la máxima autoridad legislativa prometió austeridad y transparencia, movió a sus empleados entre los 15 a los nueve. En esos años la planilla de la presidencia a la Asamblea le costó $1,954, 276.