De las elecciones internas que ARENA iba celebrar el 11 de octubre y en la que el único candidato era Jorge Velado –con los 15 miembros de la planilla que presidía- solo podía salir una cúpula legal pero ilegítima porque no hubo tiempo suficiente para que se inscribieran más competidores, según los diputados Milena Calderón Sol de Escalón y Norman Quijano.
Esa es la conclusión de los diputados del principal partido de oposición después que el viernes pasado el COENA, la Comisión Política y los 14 dirigentes departamentales postergaron las internas que iban a estar normandas por el Reglamento Transitorio que elaboraron miembros de la actual dirigencia como Leonie Bicard de Valdez, Mauricio Interiano, Celina de Ávila, Rodrigo Molina Rochac, entre otros.
Los desencuentros con el reglamento son básicamente dos: los parlamentarios quieren que haya más votantes, más candidatos y que los votos no sean a planillas sino por rostros y cargos, es decir, voto cruzado. Para eso se encaminan a reformas los estatutos areneros y ratificarlos en una asamblea extraordinaria de militantes que debe celebrarse en los próximos seis meses.
Con la nueva idea de los diputados y otros sectores del partido quedarán sepultados la candidatura única de Velado y el voto por planilla.
“Habrá más oportunidad para que en un cargo haya más candidatos (…) íbamos a tener una dirigencia legal pero no legítima”, comentó de Escalón en los pasillos de la Asamblea Legislativa unas dos horas antes de presidir la comisión que estudia el proyecto de ley de veteranos de guerra.
El camino fácil que anduvo Velado quedó truncado. El único que se le opuso fue Norman Quijano, exalcalde de San Salvador, que desde el 16 de junio empezó a criticar los movimientos de la dirigencia a la que consideraba enclenque negociadora política, demasiado avasalladora y cuestionaba el poco tiempo que hubo para que cualquiera se inscribiera como aspirante para disputarle la presidencia del partido. El 18 de septiembre el presidente arenero respondió que la lucha solo podía ganarla con el 50 más uno de los votos, es decir, que consideraba que no era tan sencillo como parecía.
Pasada la tormenta Quijano dijo que el tiempo le dio la razón, que la suspensión fortalecerá al partido y que espera que de ahora en adelante todo se haga bien. Recordó que en los últimos dos meses han arreciado los cuestionamientos de los miembros de los sectores, de los fundadores y de los diputados entre los que él se contaba como uno más. “Si hubiera culminado (proceso interno) habría sido un COENA sin legitimidad… recibí críticas, incluso groseras pero no me arrepiento de nada”, expresó. Agregó que es una “muestra de madurez” la que dio la cúpula al escuchar las peticiones de postergar las elecciones.
Los parlamentarios plantearon que la lucha es tomar en serio las órdenes que dio el 5° Congreso Nacionalista el 12 de abril de 2014: propiciar la participación real de las bases a la hora de decidir los nombres de los dirigentes y los candidatos a cargos de elección popular para evitar que los más poderosos empresarios de El Salvador digan quiénes van y quiénes no amparados en las millonarias donaciones que dan al partido durante las campañas electorales.
“Le da más legitimidad si las reglas del juego se conocen con mucha más antelación, si se conocen los electores”, opinó Ernesto Muyshondt, compañero de Calderón de Escalón y Quijano, que más de una vez dijo que estaba interesado en competir en una planilla hasta que negoció con Velado participar en la de éste. Se le preguntó si conoce la razón por la que el COENA dio a conocer con tan poco margen de tiempo el reglamento pero dijo desconocer. “Hubo avance pero no el que la mayoría de los areneros esperábamos”, concluyó.