El diputado Carlos Reyes se sienta, entrelaza los dedos de los que sobresale un anillo, toma una bocanada de aire y empieza a hablar a una velocidad tal que es fácil imaginárselo huyendo de una jauría feroz. Con sus gestos nerviosos enfatiza los argumentos con los que responde a Medardo González, coordinador del FMLN, que el miércoles pasado en una entrevista con la cadena Tele Sur –que retransmitieron los medios estatales de El Salvador- aseguró tener pruebas del supuesto enlace que une a los miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18 con ARENA.
El sábado 18 de julio la dirigencia efemelenista convocó a sus militantes a una marcha en la Alameda Juan Pablo II en la que denunciaron un supuesto intento de golpe de Estado contra el presidente Salvador Sánchez Cerén que fraguaba un grupo de usuarios de las redes sociales que impulsan la creación de una comisión internacional contra la impunidad como la que funciona en Guatemala, que ha llevado a los tribunales a funcionarios acusados de corrupción, narcotraficantes y otros casos ejemplares. Como parte de ese plan también señaló al principal partido de oposición, a la derecha empresarial y a los medios de comunicación vinculado al poder económico.
Desde la ruptura de la tregua entre pandillas la violencia el número de homicidios diarios ha aumentado. De un promedio de cinco subió a 10, luego a 15, 25 y desde el domingo 16 de agosto se ha movido a un ritmo de 35 a 40. En marzo murieron de forma violenta unos 16 salvadoreños, el mes cerró con 481 asesinatos; en ese momento las autoridades admitieron que ese había sido el mes más violento desde la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992. Pero las cifras horrorosas han continuado –incluyendo tres días de paro al transporte público que ordenaron las pandillas- creciendo mientras el presidente y sus funcionarios más cercanos han insistido en que detrás de todo hay un plan oscuro.
“En el afán de tapar los problemas del país en salud, educación y seguridad está tirando cortinas de humo y ocupan medios del Estado para hacer todo ese andamiaje”, señala el diputado de ARENA. Critica, además, que el Canal 10 y la Radio Nacional sirvan de altavoz para los funcionarios del FMLN como si los financiara la organización política y no los impuestos de todos los contribuyentes. “No tienen que estar en función de un partido, del Gobierno y mucho menos del dirigente de ese partido”, expresó.
En la entrevista con Tele Sur González aseguró que el Frente tiene pruebas de reuniones clandestinas con los cabecillas de las pandillas para provocar “zozobra, miedo y desestabilización”. Un día después en la celebración de la sesión plenaria de la Asamblea Legislativa la diputada Nidia Díaz aseguró que ha sido el Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) el que ha seguido los pasos de militantes de ARENA y ha documentado reuniones. No es la primera vez, sin embargo, que hablan de esos vínculos. El 27 de julio el también parlamentario Misael Mejía insinuó la existencia de un hilo conductor en una visita que su colega del partido opositor Ernesto Muyshondt hizo a la comunidad Las Palmas, en San Salvador, que supuestamente controlan grupos delincuenciales; una reunión con Paolo Lüers, columnista de El Diario de Hoy en ese lugar; y el posterior paro del transporte colectivo.
Los oficialistas también han enfilado contra Salvador Ruano, alcalde de Ilopango; Yessenia Rivera, diputada suplente que carga con una orden de captura que contra ella giró la Fiscalía General a principios de mayo de 2015; y la detención de Maritza Raquel González Molina, concejal de ARENA en Zacatecoluca, La Paz, acusada de extorsión.
Reyes defiende el trabajo de Ruano y dice que la muestra de eso es que el 1 de marzo ganó la reelección como alcalde. Recuerda, asimismo, que el expresidente Mauricio Funes le ofreció llevar proyectos e inversiones para frenar la violencia y salvar del riesgo de caer en las garras de la criminalidad a jóvenes pero le mintió. “A quien sí he visto negociando, llevándoles orquestas, plasmas es al FMLN. Quien ha tenido involucramiento de verdad con las pandillas son ellos”, afirma.
Cuando se le pregunta si ARENA tiene filtros para evitar que el crimen organizado entre en sus filas respondió que la militancia y los correligionarios hacen esa labor al elegir en votaciones secretas los nombres de los que serán candidatos a cargos de elección popular aunque tampoco descarta que “en un partido tan grande puede ser que de vez en cuando haya un individuo que se salga de lo legal”. Y luego regresa el zarpazo preguntando por qué sus adversarios políticos se negaron a crear una comisión legislativa para investigar de dónde Sigfrido Reyes, expresidente de la Asamblea, obtuvo dinero para convertirse de la noche a la mañana en un inversionista de bienes raíces, por qué, en ejercicio de sus funciones, presentó una iniciativa de decreto para favorecer a la esposa de uno de sus socios; o cuál es el miedo de indagar en las presuntas irregularidades en la construcción de la presa El Chaparral que a día de hoy ha costado al Estado más de $200,000, 000; o las explicaciones que cree debe dar Mauricio Funes cuando, como candidato a la presidencia en 2009, recibió $3,000, 000 de manos del fallecido empresario Nicolás Salume.
“Siempre que hay una acusación contra miembros de nuestro partido nosotros aceptamos que se investigue pero cuando es contra ellos dicen que no; en el FMLN quizá solo angelitos hay”, concluye.