La cordura se perdió; una bola de ataques, que iba y venían, se vio pasar: el informe de labores del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública detonó en fuertes acusaciones entre las fracciones políticas durante la plenaria legislativa de este jueves.
La alarma sonó, los diputados regresaron del receso al Salón Azul y reabrieron el debate para culminar con la aprobación del informe, enviado por el equipo del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara, que detallaba los logros y labores realizados para combatir los números negros en cuanto a violencia.
Pero una aclaratoria terminó en incriminación. El diputado y jefe de la bancada del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Alberto Romero, tomó la palabra. Se defendió de las acusaciones en las que se le relacionaba con pandillas, luego de hacerse público que uno de sus agentes de seguridad es miembro de la Mara Salvatrucha (MS-13). Aseguró, una y otra vez, que para elegirlo evaluó el currículum, donde se determinaba que había participado en misiones oficiales que lo llevaron hasta Irak.
«Quiero recordarle al FMLN que su ministro de Defensa, a la persona que fue mencionada, la tuvo en Irak. ¿A dónde están los filtros?», dijo Romero.
Luego, con firmeza, trajo al pleno el caso de Mario Belloso, ahora preso por el asesinato de un oficial durante una manifestación frente a la Universidad de El Salvador (UES).
«Belloso, secretario de la juventud del FMLN, matando policías. ¿Ya se les olvidó? Ahí lo tienen preso. Cuando traten de atacarnos personalmente traten de medir sus palabras», expresó.
Romero prosiguió y mencionó a una concejal del FMLN involucrada con pandillas. «¿Quieren que siga?», preguntó varias veces antes de asegurar que hay legisladores, que están en este pleno, que tienen familiares relacionados con estructuras criminales. «Un hermano de una diputada del FMLN…», dijo en referencia al PPI de la legisladora Zoila Quijada, Marvin Alexander Solís, asesinado hace unas semanas.
Romero, en medio de sus palabras, fue interrumpido por la presidenta del Legislativo, Lorena Peña: «Le dije, diputado, que midiera sus comentarios».
—Que quede claro que quien sí asesinó y ha asesinado policías es el FMLN —dijo Romero.
—Colegas —retomó Peña la palabra— no sé si voy a tener los votos, pero les voy a pedir que votemos. Ya se están hablando cosas sin sentido… yo pido someter a votación si el dictamen está suficientemente discutido.
El dictamen fue votado para su aprobación. 44 votos aprobaron el informe enviado por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
Se abrió el micrófono una vez más. ARENA se defendió y dio sus razones para no dar su visto bueno. Las cifras son «falsas», dijeron algunos legisladores de derecha.
El diputado arenero Rodrigo Ávila fue tajante al manifestar que si el número de pandilleros se ha multiplicado es por las estrategias impulsadas por el Gobierno.
«En el tema de la seguridad quisiera decir, como exdirector de la Policía Nacional Civil: presos y capturados han sido muchísimos miembros de seguridad de diputados. Y lo puedo decir con propiedad, un montón. En El Salvador nadie se libra. Si hay 76 mil pandilleros, nadie se libra que de repetente se filtre una persona de mal vivir. Pero eso es porque en los últimos años se han multiplicado, en Gobiernos del FMLN», comentó.
Pero las acusaciones seguían. El diputado del partido oficialista, Calixto Mejía, pidió a ARENA no desligarse de la violencia en la que está inmerso hoy el país así como de la relación que tiene con las pandillas y que habría sido confirmada durante la campaña presidencial de 2014 del ahora diputado Norman Quijano, quien entonces se disputó la presidencia con Salvador Sánchez Cerén.
Como una última intervención, fue la misma Zoila Quijada quien se defendió de las palabras de Alberto Romero. Para ella fue un abuso que el legislador hiciera adentro del Salón Azul una «acusación tan nefasta».
Con su voz entrecortada, Quijada aseguró que su primo hermano, Marvin, fue un «hombre incondicional».
«Él fue amenazado, y ustedes lo saben, por ser PPI y ser líder comunitario», sostuvo.
Tras ella, un diputado más pidió el micrófono: Norman Quijano también se quiso defender. «Pensé que no tomaría la palabra, pero quiero aclarar…», justificó Quijano.
El diputado arenero y excandidato presidencial dijo que si durante su campaña tuvo cercanía con miembros de pandillas fue por el viraje que dieron en su política de seguridad. De ser represivo pasó a ser de reinserción, declaró.
«Lancé un mensaje donde pedía votar en libertad… tanto así que ganamos la segunda vuelta», concluyó.
«¿Hasta ahí?», preguntó Lorena Peña a Quijano. Así la acalorada discusión pasó la página.