Roberto Rubio, presidente de FUNDE, afirmó que la denuncia del FMLN de un supuesto intento de golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén tiene una explicación: los oficialistas necesitan un enemigo para justificar la resistencia a crear una comisión internacional contra la impunidad como la que funciona en Guatemala cuyas siglas son CICIG.
El riesgo, señaló Rubio en la entrevista Frente a Frente de la TeleCorporación Salvadoreña (TCS), es que a este ritmo cualquier crítico del Gobierno será considerado enemigo, golpista y desestabilizador.
“Está un poco fuera de tono por las consecuencias que puede tener”, expresó en referencia a la marcha que la dirigencia del FMLN y los militantes del partido celebraron en la alameda Juan Pablo II el sábado pasado. “Será solo con los que no compartimos algunas cosas con el Gobierno”, agregó.
El también representante de Transparencia Internacional en El Salvador aseguró que no representa a una oposición inmadura porque cuando ha estado de acuerdo en algunas iniciativas del oficialismo las ha apoyado pero cuando no está de acuerdo lo atacan.
Argumentó, asimismo, que una comisión contra la impunidad auspiciada por la ONU no es inconstitucional como también lo han advertido incluso algunos diputados de oposición.
“No es cierto que el monopolio de la investigación es de la Fiscalía (General) “, expresó a modo de justificación para promover la instancia que tiene el apoyo financiero y político de la comunidad internacional.
Alejandro Salas, coordinador de Transparencia Internacional en América Latina, consideró que en todos los países es necesaria una fiscalía fuerte, autónoma e independiente que acabe con la impunidad y la corrupción. Señaló, además, que oponerse de esa forma a una comisión contra la impunidad es un asunto más ideológico que legal.
También advirtió que en los gobiernos latinoamericanos existe igual corrupción pero ahora las redes sociales y el crecimiento de las clases medias dan más espacio para las denuncias públicas y la caída de políticos corruptos. “Antes había individuos que se creían intocables pero ahora son cuestionados. Ya no le damos la espalda al problema, la gente habla más”, comentó.