La Asamblea Legislativa consumó con 84 votos la reelección del magistrado José Óscar Armando Pineda Navas como presidente del Órgano Judicial. Él fue elegido por primera vez en agosto de 2014 después que la Sala de lo Constitucional declaró ilegal el nombramiento de Salomón Padilla en ese cargo por sus vínculos con el FMLN.
Pineda Navas fue el único de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional –la ley establece que de allí debe salir el presidente de la Corte- que mostró interés; los magistrados José Belarmino Jaime, Florentín Meléndez, Sidney Blanco y Rodolfo González mandaron una carta conjunta en la que se apartaron de competir por el puesto.
Los diputados han asegurado que el nombramiento del magistrado es acertado ya que ha sabido ser prudente y apagar los fuegos que había en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y calmar las tensiones entre los magistrados de lo Constitucional y la Asamblea.
El lunes pasado los diputados Antonio Almendáriz, Rodolfo Parker, Guillermo Gallegos, Santiago Flores y Ernesto Muyshondt entrevistaron a Pineda Navas y le preguntaron cuáles son los temas más urgentes a resolver en el Órgano Judicial. Él respondió que la depuración de jueces corruptos y la mora son asuntos todavía pendientes de resolver.
El viernes pasado el magistrado González explicaba que Pineda Navas ha logrado convertirse en un facilitador del trabajo de la Sala y no en un estorbo como han sido acusados otros presidentes de la Corte por su connivencia con partidos como el FMLN o GANA.
Los diputados todavía están pendientes de nombrar a los nuevos magistrados de la Corte en sustitución Rosa María Fortín Huezo, Lloly Claros de Ayala, Manuel Bolaños, Francisco Valdivieso y Mario Alberto Trejo que dejaron el cargo el 30 de junio.