Ciro Cruz Zepeda, Remberto González y Julio Moreno Niños se han lanzado a revivir al Partido de Conciliación Nacional (PCN) para arrebatarle los colores, las siglas y la identidad al Partido de Concertación Nacional (PCN) que nació justo en el momento que el primero agonizaba como consecuencia de la sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema (CSJ) que ordenó cancelarlo en 2012.
La historia de los dos PCN es casi la misma; una es la continuación de la otra. A Conciliación lo fundó un grupo de militares –entre ellos el expresidente Julio Adalberto Rivera-. A Concertación le dieron vida los diputados Antonio Almendáriz, Mario Ponce y el suplente Manuel Rodríguez que provenían de las filas del partido con el que ahora están en disputa.
¿Cómo inició la guerra? Según el diputado Mario Ponce todo empezó porque desprotegieron a Zepeda cuando Lorena Peña, presidenta de la Asamblea Legislativa, publicó la lista de asesores legislativos y su nombre salió a la luz sin saberse exactamente cuáles fueron las asesorías que dio al exdiputado Sigfrido Reyes, aunque por ellas ganó unos $54,000 en tres años; a esto se sumó que en las municipales y legislativas de 2015 intentó nuevamente ser candidato a diputado pero le negaron el espacio porque los aspirantes ya inscritos amenazaron con renunciar si la dirigencia lo aceptaba. “Se nos corrían muchos y se nos iba a caer la planilla”, detalló.
Cuestionó, además, la legalidad de la reunión que celebraron los veteranos pecenistas el domingo pasado en la que participaron tres de cinco antiguos miembros del Consejo Nacional y solo 12 de 121 asambleístas. El resto se ha marchó con Concertación. Ponce también advirtió que si el grupo de Zepeda ocupa los colores y emblemas de su partido acudirán al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a denunciarlos.
El diputado Almendáriz negó que haya un conflicto con el PCN porque son dos partidos distintos. De Zepeda dijo que tiene derecho a impulsar otra organización política. “No hay desunión porque nunca la hubo”, comentó. Rechazó, asimismo, que Concertación le deba capital político a Conciliación porque en 2012 todos los diputados recolectaron las suficientes firmas para darle vida al nuevo partido sin necesidad de montarse en la antigua organización política.
“Si le debiéramos él (Zepeda) estaría con nosotros”, reiteró el diputado por Sonsonate.
Moreño Niños, exmagistrado del Tribunal Electoral, coincidió con Almendáriz en que ambos partidos nunca han estado juntos. Señaló, además, que una resolución de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema los ha mantenido con vida no obstante la Sala Constitucional ordenó que fueran cancelados del sistema electoral.
“El PCN nunca ha muerto, sigue vivo, tiene más de 55 años de estar vivo”, expresó Moreno Niños en referencia a la resolución de los magistrados de lo Contencioso que el 8 de marzo de 2011 frenaron el proceso de cancelación que había ordenado la Sala Constitucional y había ejecutado el TSE.
Explicó, asimismo, que decidieron no militar en Concertación porque se quedaron dando la lucha jurídica por Conciliación. “Nos asistía la razón”, dijo.
Moreno Niños aseguró que no están en lucha contra sus antiguos compañeros de militancia porque los ven como a un partido más con el que competirán en las elecciones de 2018. Se negó a cuestionar la legalidad de las reuniones de Concertación como lo hizo Ponce.
“Conciliación está decidido a llenar el vacío que el pueblo necesita (…) estamos haciendo falta en este contexto”, concluyó.