La guerra social que sufre El Salvador es una continuación de los doce años de Guerra Civil que tiene como alicientes la ausencia de Estado y la presencia de partidos políticos interesados en hacer negocios en el Gobierno, opinó Dagoberto Gutiérrez, firmante de los Acuerdos de Paz.
Las pandillas son más que delincuencia organizada, señaló el también vicerrector de la Universidad Luterana, son más bien la manifestación de un proyecto económico bestial –refiriéndose al neoliberalismo-, la migración a Estados Unidos y la construcción de una sociedad en la que los intereses de los grandes capitales se imponen a los de la mayoría.
Gutiérrez aseguró que en la guerra social está en juego quién mandará en el país, si la clase dominante –oligarquía tradicional- recupera el control del aparato estatal o la “burguesía en ascenso” aprende a gobernar, es decir, a imponerse en los territorios y garantizar la satisfacción de los derechos básicos de la población.
La conflictividad social, agregó, se está acumulando en “el alma de la gente” que está paralizada por la anomia.
“¿El tema es la seguridad y la inseguridad? No. Es que para eso hay que entender la seguridad de quién. ¿Tienen problemas de seguridad los banqueros, los oligarcas? No. Somos los de abajo”, dijo en la entrevista Diálogo del Canal 21.
El académico negó que las pandillas actúen de manera similar a los guerrilleros que entre los años 60 y 70 se organizaron para posteriormente aliarse como FMLN. Él y sus compañeros burguesía intelectual y campesinos- buscaban derrocar a la dictadura militar mientras la vorágine delincuencia y de violencia pretende conseguir otros fines.
“Los dueños del capital no tienen legitimidad y los dominados los reconocen como usurpadores, contrabandistas, es decir, no pueden dominar ni dirigir. No saben hacerlo, solo tienen pisto”, comentó.
¿Cómo se pone fin a la guerra social que provoca un promedio de 16 muertos diarios? Según el también exdiputado luchando “exitosamente” contra la oligarquía política, rehaciendo el país, aniquilando las causas de la desigualdad y escuchando a la población. “Debe mirarse hacia abajo, poner atención a lo que dice la gente no solo la Embajada yanqui ni a los banqueros”, afirmó.
¿Cuáles son las diferencias entre México, Honduras, Guatemala y El Salvador? De acuerdo a Gutiérrez en el país la población no se ha movilizado para luchar contra las causas que la oprimen. En eso, expresó, las clases dominantes han tenido un éxito ideológico: “La gente actúa como sujeto de la historia pero aquí está paralizada”.
Gutiérrez aplaudió a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de la que dijo que “se ha encargado de su carga”. No quiso, sin embargo, calificar como bueno o malo su trabajo porque eso es “maniqueísmo”.