1 de mayo de 2015: la Asamblea Legislativa se declaró en receso. Este viernes fue el primer día en el que los nuevos legisladores, electos en los comicios de marzo pasado, se sentaban en el pleno. El nombre impreso en un rótulo pequeño determinaba que eran los acreedores del pequeño espacio que deberán ocupar hasta el final de sus funciones. Eran 60, de cinco partidos políticos, los candidatos que a partir de hoy son reconocidos como diputados o legisladores o llámeseles también Padres de la Patria.
Lo que se vivió adentro del Salón Azul no fue una Plenaria –ni ordinara, extraordinaria y menos especial-, tampoco una Sesión Solemne, tampoco una juramentación de la nueva legislatura. Fue simplemente un “evento de entrega de credenciales”.
Por primera vez, de los 84 diputados que debían estar presentes, 24 de estos no ocuparon su espacio; 24 curules estaban vacías. La resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) fue acatada por las fuerzas políticas electas. En esta, la Sala ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) repetir el proceso de conteo de votos para los diputados de San Salvador; los “presuntos diputados” que resultaron electos en ese departamento no puedan hacer pleno mientras los resultados no se conozcan.
Un poco más de una hora, quizá ronzando la dos, fue tiempo suficiente para nombrar una Comisión de Instalación, recibir las credenciales de los diputados y declara a la Asamblea Legislativa en receso.
Sin instalación de Junta Directiva, la Comisión de Instalación fue conformada por tres diputados para que estén a cargo, de forma transitoria, hasta que termine el recuento-: un coordinador y dos secretarios. El diputado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Santiago Flores, fue nombrado coordinador. Los secretarios nombrados fueron Julio Fabián, del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), y Mario Tenorio, de Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana).
De “diputados provisionales” a espectadores
En una esquina, entre los invitados especiales, estaban sentados los candidatos electos del FMLN por San Salvador: Norma Guevara, Medardo González, Loreña Peña, Nidia Díaz entre algunos. Cada uno, al escuchar su nombre mientras el coordinador de la Comisión de Instalación pasaba lista, levantaba su mano como signo de presencia. Ellos y la única mujer electa entre las filas del Partido de Concertación Nacional (PCN), Cristina López, acudieron a la Asamblea, pero como simples espectadores. De ARENA y el PDC por San Salvador no.
El FMLN estaba claro: acatarían pero eso no significaba un aval para la medida cautelar emitida por la Sala de lo Constitucional. «No estamos de acuerdo, pero hemos hecho caso», decía entre los pasillos, Nidia Díaz. El coordinador general del Frente, el diputado Medardo González, hasta calificó la falta de una Asamblea juramentada como un suceso que general “inestabilidad jurídica al país”.
A ella, otros le secundaban, menos el partido ARENA. Para la diputada Carmen Elena de Escalón, no puede llamarse como “golpe de Estado técnico” y, más bien, acusa al TSE por la lentitud de los resultados.
Pero, la pregunta primera que surge es ¿qué implica que la Asamblea Legislativa se declare en receso?
El proceso de instalación de la nueva legislatura, según la diputada efemelenista Jackeline Rivera, pone en aprietos el control de la seguridad en el país.
“Se imagina usted: una delincuencia galopante, una Asamblea que no se ha instalado, una necesidad de aprobar leyes para seguir combatiendo el rimen organizado y la Sala se esmera en tener un Órgano del Estado sin cabeza. Es delicado, es peligroso para la seguridad o la inseguridad que estamos viviendo”, dice.
El diputado Antonio Almendáriz también es de los que espera que nada ocurra en el país mientras se está en este proceso transitorio: alguna catástrofe o un momento de emergencia que requiera de la Asamblea Legislativa. Pero el diputado pecenista está consciente que este momento que atraviesa el pleno les “obliga a hacer reformas al Código Electoral”. “¿Por qué no actuó el TSE cuando se enteraba que habían JRV de irregularidades? La normativa no les dio”, explica.
Mientras los resultados no se conozcan, no habrá Junta Directiva y no se instalarán las comisiones. Pero los diputados ven este momento no como un receso –en la expresión literal de la palabra-, sino como un momento para trabajar en otras áreas y definir temáticas que se deberán abordar entre fracciones y hasta para hacer un recorrido que les ayude a conocer los espacios con los que cuenta la Asamblea Legislativa.
Es decir, el diputado del PCN es uno de los que opina que, no es que no se vaya a trabajar, es un proceso de transición que cada nueva legislatura se da. “En los primeros días el diputado conoce del trabajo legislativo”, menciona.
Así surge una segunda interrogante: ¿cobrarán los diputados por el tiempo que asistan aunque su trabajo no se haga como la ley lo dictamina?
La diputada Carmen Elena de Escalón responde que esto debe decidirse a través de Junta Directiva, cuando esta ya esté instalada, de si los diputados recibirán su paga o no. No así, evita responder sobre qué pasará con los 24 que aún no están fungiendo en su cargo.
Pero el diputado Francisco Merino, para quien el hecho que no haya Junta Directiva no significa que no estarán trabajando, considera que los 24 diputados restantes podrían recibir su sueldo ya que a partir de este 1 de mayo la ley les considera diputados.
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