El protocolo de entendimiento de la Asamblea Legislativa plasmó entre sus páginas las firmas de todas las fracciones políticas, incluidas las del principal partido de oposición: Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Pero, entre los anexos, ARENA incluyó una aclaratoria o condición en donde exponían que “la aritmética parlamentaria se impuso nuevamente y decidieron tener una Junta Directiva donde violentan la proporcionalidad que las elecciones habían expresado a través del voto”.
El protocolo fue aprobado con una intención o pura estrategia política: no quedarse fuera de la Junta Directiva -en la que el partido logró cuatro puestos- ni de presidir comisiones. En definitiva, no podía quedar excluida de la toma de decisiones en la nueva Legislatura.
La subjefa de fracción arenera, Milena Calderón de Escalón, reconoce que no fue sencillo entenderse entre los 35 que integran su bancada. Hubo discrepancias y se habló de votar diferenciado; no todos estaban de acuerdo en apoyar a Lorena Peña, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), para convertirse en la presidenta del Legislativo por un tiempo compartido con el diputado Guillermo Gallegos, de Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana). Debates internos, sí, los hubo, acepta. “Hubo una grandísima discusión, deliberación de mucho tiempo, donde nos escuchamos todos…¿Pero por qué ARENA decide entrar a Junta Directiva?…».
O ¿por qué votar por Lorena Peña?
Por el FMLN; al fin y al cabo se votó por los cuatro que van del FMLN: si nosotros no votábamos por ellos, ellos no votaban por nosotros. Entonces no podríamos entrar. Y cuál era la pensada de ellos: dejarnos afuera. Al dejarnos afuera pasaba lo que ocurrió en Venezuela, que la oposición pierda la posibilidad de ser la fiscalizadora en el actuar del Órgano Legislativo. Al no estar presente, ahí se hace y se deshace y solo lo ves de afuera. Aquí igual harían lo que quisieran, sin nosotros poder detener y opinar cuando se necesite hacer las cosas. Por ejemplo: el viernes se reúne Junta Directiva y ya, a compadre hablado, aplicando la aritmética política, le dan todas las atribuciones a la presidenta de la Asamblea para que contrate todo el personal que quiera.
Atribuciones similares a Sigfrido Reyes.
Lo mismo que pasaba con Sigfrido Reyes, cuando el reglamento dice que es la Asamblea Legislativa la que tomará las decisiones a través de la Junta Directiva. Darle la decisión de que contrate a quien quiera, sigue llenando de gente de Gana, del FMLN, y están haciendo todo un Órgano del Estado con mucha gente nada más alrededor de los partidos políticos que los apoyan.
Antes del acuerdo final como fracción, ¿pensaron en no darle sus votos al FMLN?
Hubo una grandísima discusión, deliberación de mucho tiempo, donde nos escuchamos todos. Pero llegamos a la conclusión que no podríamos estar ausentes como primera fuerza política de oposición, que teníamos que participar aunque nos doliera la actitud que había tenido. Lamento que sigan los mismos pasos que en el tiempo de Sigfrido Reyes, porque no trae beneficios para el país.
¿Qué esperan de Lorena Peña?
Espero una mayor madurez, espero que Lorena Peña, por haber sido una persona que tenía aspiraciones de que en el país hubiera una verdadera democracia, no haya cambiado en su pensar y respete la democracia en la Asamblea. Esperaría que no haya corrupción como la que hubo en el periodo pasado.
¿Usted cree que puede darse el escenario para lograr unanimidad en esta legislatura?
Se podrían lograr unanimidades cuando lo presentado sea para beneficio de la ciudadanía. Todo lo que venga a solucionar los problemas de la gente, nosotros estaremos prestos para contribuir con nuestros votos siempre que sea en beneficio de la gente más vulnerable.
Eso implica aprobar préstamos necesarios.
Préstamos que vengan a contribuir al desarrollo del país, podemos contribuir con nuestros votos. Pero préstamos que vengan solo a solucionarle la incapacidad del Ministerio de Hacienda para la disciplina fiscal, en ese sentido no vamos a contribuir con nuestros votos; cuando vengan solo a solucionar el problema de caja por no manejar con disciplina las finanzas públicas. Esperamos que la Ley de Responsabilidad Fiscal la estemos dando a corto plazo, porque ese es uno de los compromisos que hizo desde el tiempo de Mauricio Funes que todavía no ha sido cumplido.
¿Sería esta ley una de las apuestas que ustedes impulsarán?
A corto plazo creo que es una de las apuestas que deberíamos tener todos los diputados, para poder tener esa disciplina fiscal que se necesita en el país. El endeudamiento debe ser enfocado al desarrollo y no al gasto corriente.
En recientes declaraciones, el diputado Norman Quijano manifestó que dentro de la fracción hubo un par de diputados que expusieron su intención de votar diferenciado…
Pues, sinceramente, nadie tiene amarrado a nadie. Hemos conversado todos y la decisión final fue que no se iba a votar por Guillermo Gallegos. La votación ahí fue abstención, en el sentido de no votar por una persona que, además de haber traicionado al partido donde nació y de haber traicionado a sus votantes en aquel momento, es un diputado que todo el tiempo está confrontando con ARENA, cuando ya no pertenece en nada a nuestros principios y objetivos. Nosotros no nos metemos con su partido, allá él y su partido. En ese sentido, es un llamado de atención con la abstención, porque pudimos haber votado en contra.
Dice que nadie está amarrado, ¿qué pasará si vemos en esta legislatura a algunos de sus diputados votando en disonancia a ARENA?
Los diputados, en algún momento, podrán tener su opinión muy en particular y decidir no votar por algo, y lo vamos a conversar internamente. Y, si ellos lo deciden así, a nosotros el partido en muchísimas veces nos ha dicho: “decidan ustedes si alguno quiere votar o no por tal cosa”. Eso es así aquí y en cualquier parte del mundo, que algún diputado tenga interés por votar. Por ejemplo, si viniera el decreto o la reforma de la pena de muerte: hay muchos diputados que están de acuerdo con la pena de muerte y hay otros que tienen argumentos valiosísimos como para no votar. Yo le aseguro que podríamos cada uno votar por nuestra conciencia y no estamos, en ningún momento, traicionando al partido. Ahora: hay cuestiones que son totalmente de agenda legislativa que sí hay un compromiso de diputados para apoyar lo que él mismo ofreció en campaña política.
Si el voto no es a propuestas de agenda legislativa, sino a otro tema que entre a discusión, ¿no se vería como traición?
Recuerdo el de Armando Grande que solo faltaba un voto y él estaba supliendo a un propietario, cuando nosotros habíamos dicho que los préstamos que eran de libre disponibilidad no íbamos a votar. Así lo habíamos puesto en agenda. Y esa era una decisión que iba en contra de la agenda legislativa y en contra de la mayoría. Yo quiero explicarte algo: la reunión de fracción es precisamente para eso. Ahí hay grandes debates y enriquecedores debates, donde cada diputado pone su punto de vista y lo que piensa sobre cualquiera de los temas que se están tratando o de las leyes que están presentadas. Pero, al final, es la democracia interna la que manda. Y la democracia interna es que la mayoría manda. A mí me ha tocado a veces, que he tenido opiniones diferentes, pero la mayoría decidió que votáramos de esta manera porque estaba dentro de nuestra agenda legislativa porque así lo decidió la mayoría, y yo tengo que respetar. Así como yo exijo respeto yo respeto a mis colegas. Esa es la democracia interna, no es la imposición. Aquí hay una discusión, pero al final decidimos cómo vamos a votar.
Es decir que si ustedes ya acordaron una decisión previamente y finalmente en el pleno cambia de parecer, le insisto, ¿es traición?
El diputado que no esté de acuerdo con la mayoría tiene que decirlo, porque es lo lógico. Tiene que decir: “O me retiro o voy a tomar otra decisión”. Nosotros respetamos la libertad, pero no va a decir “yo voy a votar” y al final no vota, porque eso sí va en contra de la decisión democráticamente tomada.