La diputada Ana Vilma de Escobar es una de las cartas de ARENA para la presidencia de la Asamblea Legislativa. Y ella, sin decirlo abiertamente, ya ha entrado a la carrera por convertirse en el relevo de Sigfrido Reyes.
De Escobar cree necesario emprender una gran lucha por recuperar el prestigio de la Asamblea y crear estabilidad porque en los últimos años El Salvador ha pasado mucha “zozobra política”.
La exvicepresidenta de la República dice que de llegar a la Junta Directiva no luchará por viajes ni vehículos.
¿Quiere ser presidenta de la Asamblea?
¿Por qué?
Pregunto porque la ha propuesto el presidente del partido…
Ajá…
¿Quiere ser o no?
Para cualquier diputado es un honor poder presidir o coordinar los esfuerzos de todas las fuerzas políticas de la Asamblea.
¿Ana Vilma de Escobar quiere ser presidenta de la Asamblea o no?
Es un reto enorme recuperar el prestigio de la Asamblea y mantener la estabilidad política. Una de las cosas que más ha afectado en el país en los últimos tres años ha sido la zozobra política que hemos vivido. Mire, por ejemplo, la pasada legislatura eligió en dos ocasiones magistrados de la Corte, a un presidente del Órgano Judicial con afiliación partidaria y a un presidente de la Corte de Cuentas con afiliación partidaria y todas estas elecciones fueron cuestionadas por la Sala de lo Constitucional que obligó a elegir de nuevo.
Todo eso no ha ayudado en nada a que el país pueda orientarse por un rumbo que genere mejores condiciones para la gente ni a consolidar la democracia. Vimos también el consentimiento de situaciones como en la que el anterior presidente (Mauricio Funes) retrasó un año la entrada en vigencia de la Ley de Acceso a la Información; los diputados del FMLN lo apoyaron.
¿Todo lo que menciona se puede frenar desde la presidencia de la Asamblea? Al final el voto del presidente es solo uno más…
También recuerde que el presidente de la Asamblea (se refiere al ahora expresidente Sigfrido Reyes) fue precisamente la persona que buscó dirimir en la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) un asunto para el cual no tenía competencia. También lo vimos ir –con fondos de la Asamblea- a un foro internacional a mostrar un cartel contra el presidente Obama (Barack) que representa a un país (EUA) que nos ha dado tanto apoyo.
¿Cree que le es posible llegar a la presidencia de la Asamblea?
Usted me preguntaba si el presidente de la Asamblea es un voto más y yo le respondo que no, sino que es una posición desde la que se puede hacer un mejor esfuerzo para coordinar, promover estabilidad política y estado de derecho.
¿Le es posible llegar a la presidencia tomando en cuenta la aritmética legislativa?
No solo se trata de ARENA sino de las posiciones que van a tener las diferentes fuerzas políticas. Pensar que el gobierno podrá seguir funcionando sin tomar en cuenta a la oposición es miopía política; pensar que seguirá teniendo gobernabilidad solo con aritmética es una limitante demasiado grande que pone al avance del país y a la mejora de las condiciones de vida de cada uno de los salvadoreños. El FMLN reconoce el desgaste que le genera la alianza con GANA con la que han buscado aprobar, a pura aritmética, muchas cosas. Ah, pero también debe recordar que en la próxima legislatura va a necesitar 56 votos para nombrar funcionarios de segundo grado y préstamos.
¿De sus palabras puede interpretarse que si el FMLN ignora a ARENA para definir la presidencia el gobierno será bloqueado?
No he dicho eso. En absoluto. Y quiero que quede constancia. He dicho que si el partido pretende ignorar que ARENA es la primera fuerza política y que el pueblo lo ha respaldado es miopía; el país no funciona a pura aritmética política. Se necesita que el Frente ponga ojo en que el deterioro del país es tan grande en inseguridad, finanzas públicas desequilibradas y deterioro de la democracia que es necesario sentarse con la oposición política y construir una visión.
¿Cuáles serán las consecuencias de ignorar a ARENA?
Es que el país no ha mejorado en nada. Usted mira que ha habido un gasto desmedido de millones y millones –hace unos días se aprobaron $900,000, 000-, el Ejecutivo está sobregirando al país en $1,000 millones cada año, y sin embargo no se ve la mejora en calidad de educación, vivienda, seguridad del país, transporte público, es decir, se necesita de todas las fuerzas políticas para construir una mejoría, ¿quién se llevará el costo político de la situación del país? El FMLN.
¿De llegar a la presidencia de la Asamblea usted ofrece otra forma de hacer política?
Creo que no se puede aplicar la matonería política en la presidencia de la Asamblea, como lo ha hecho el diputado Reyes. Yo he sido víctima de una violación a mis derechos constitucionales por parte del presidente de la Asamblea que se prestó a eso.
¿Habla de cuando la desaforaron?
Sí. Se recuerda que la comisión especial votó que no había lugar a formación de causa pero ignorando eso el presidente de la Asamblea sometió a votación mi desafuero. Eso es matonería política.
Al presidente de la Asamblea se le ha criticado el gasto excesivo en viajes y otras prerrogativas, ¿si llega a la presidencia de la Asamblea regulará eso?
Es un despilfarro de fondos en un país que tiene necesidades grandísimas.
¿No aceptaría viajar?
Pues hasta ahora no me ha visto viajar a ninguna parte. El único lugar al que he asistido es un seminario en Chile donde el BID me pagó absolutamente todo; la Asamblea no ha gastado en mí ni un peso en viáticos.
¿No aceptaría viajar si se convierte en presidenta de la Asamblea?
Es que yo no… no llegaría a buscar viajar, ni vehículos. No es eso. La presidencia de la Asamblea no es un puesto al que se llega para ver cómo uno se beneficia, en absoluto.
También a la Junta Directiva se le ha cuestionado el salario…
El salario depende de si se devenga o no. Alguna gente necesita el salario para funcionar, otros lo donan –en horabuena- pero es decisión personal. Yo nunca he decidido donar mi salario. Lo que no se vale son los excesos, despilfarro, fiestas, compra de obras, viajes, el exceso.
¿Desde la presidencia de la Asamblea buscaría regular los viajes?
Yo pienso que hay que hacerlo. Debe hacerse con todos los diputados.