Una medida cautelar en la que se suspende la toma de posesión de los 24 diputados electos por San Salvador, sorprendió a la Asamblea Legislativa durante el desarrollo de la última plenaria. Ante la declaratoria, divulgada este martes por la noche, la fracción del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) fue contundente en sostener que sus legisladores electos sí tomarán posesión debido a que no pueden violentar un derecho de ser representativo.
La diputada de esa fracción de izquierda, Jackeline Rivera, declaró que su partido sí se instalará. Y, en caso sean acusados de desacato, respondió: «que nos lleven preso a todos».
Rivera calificó esta medida como un «golpe de Estado» al primer organismo «y no se puede permitir en un Estado constitucional de derecho».
«La Sala no me puede obligar a mí que tome o no posesión: el pueblo ya nos eligió. Y no nos puede poner un plazo de que esperemos…cuando no hay una sentencia definitiva que cuestiona su elección», dijo la diputada añadiendo que a aquellos que no se les permita tienen derecho a ampararse.
Así explicó que no puede ordenar que la Asamblea se instale de forma «mutilada» solo con 60 diputados puesto que viola otros derechos como lo es la instalación de Junta Directiva. Es decir, según ella, si no se instalan los diputados no habría pago de sueldos a empleados y las funciones del Legislativo se paralizarían.
Aunque sin brindar mayores detalles sobre la resolución, el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sostuvo que, en su caso, los diputados que resultaron electos por San Salvador acatarán la medida y no se instalarán para evitar ser juramentados sin que se conozca antes el resultado por el reconteo de votos.
La diputada Ana Vilma de Escobar, quien dijo estar sorprendida por la notificación, manifestó que su partido siempre ha acatado.
Uno de los amparados por la Sala, el diputado Douglas Avilés, de Cambio Democrático (CD), sin levantar un juicio, dijo que este escenario ya había sido visible por él ante la «lentitud del Tribunal Supremo Electoral en el conteo de los votos».
«No me corresponde a mí calificar las decisiones de la Sala de lo Constitucional. Yo solo he sido un demandante. No me alegra para nada, es un precedente que se ha generado a futuro para que no vuelva a pasar por el mecanismo en el proceso de contar los votos y las anomalías registradas que producen los efectos secundarios», dijo.
El diputado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Arnoldo Marín, fue otro de los que opinó que esta vez a la Sala se le había «pasado la mano», puesto que se estaría metiendo en campos «delicados» como es la Constitución misma que habla de que la Asamblea debe instalarse con 84 diputados.
«Está poniendo en serios problemas a la Asamblea. Se está rompiendo el Estado de derecho», acotó.