Recibían uno a uno sus credenciales. Los 24 candidatos que resultaron electos como diputados -propietarios de la Asamblea Legislativa desfilaban sobre la pequeña tarima en la que, satisfechos, daban un apretón de manos a los magistrados, al vicepresidente de la República, Óscar Ortiz; al presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo; y hasta al todavía presidente del Legislativo, Sigfrido Reyes. Tras ellos, los suplentes les acompañaban.
Sus expresiones eran de una victoria contundente, irrevocable, firme. Parecía que se habían trasladado a sus épocas de estudiantes, en las que esperaban con ansias el grandioso día para recibir su título que les acreditaba como profesionales.
La entrega de credenciales que realizó el TSE transcurría con la mecánica que estaba establecida, hasta que un tuit alertó de una nueva sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ): “Se admite demanda contra escrutinio final y se ordena recuento de votos para diputados de San Salvador”. El evento no paró por ese mensaje enviado al Twitter. Pero la declaratoria, de inmediato, fue conocida por los funcionarios públicos. Recuento de votos solo para San Salvador y determinar si existieron las fallas alegadas por los demandantes.
Deslizando la pantalla de su teléfono, algunos leían lo que podían sobre la admisión de dos demandas en las que se argumentaba la “supuesta vulneración al sufragio” al elector debido a “deficiencias en el conteo de los votos de parte del TSE”. Supuestos errores que tendrían que corroborarse con un nuevo conteo de votos. Sin embargo, la medida solo aplica para San Salvador.
“La Sala admitió las demandas de amparo y ordenó al recuento de votos correspondientes a la elección de diputados para la Asamblea Legislativa del departamento de San Salvador, el cual deberá darse por finalizado a más tardar el 21 de abril de 2015. Además de establecer que dicho recuento deberá ser público, transparente y supervisado por el Fiscal General de la República”, decía en un comunicado difundido por la CSJ.
[cycloneslider id=»credencialestse»]
La resolución dejó a los 24 diputados de San Salvador con una credencial calificada por la Sala de “provisional” y cuyas validez solo se hará hasta cuando el TSE entregue los resultados del conteo mandatado por la Sala, programado a más tardar el 21 de abril.
Entre descontentos y vistos buenos, lo cierto es que la sentencia de la Sala marca una nueva página en la historia electoral política del país, que deja con credenciales provisionales a 24 de los 84 diputados electos.
De existir un cambio en los resultados, al hacerse el conteo de los votos, dos diputados se disputarían una curul: Douglas Avilés, del Cambio Democrático (CD), quien quedó fuera de la Asamblea, y Mauricio Vargas, quien ingresó en último momento como diputado del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
El TSE reiteró que deberá analizar la sentencia para anunciar las medidas a tomar. En su momento, aún les eran desconocidas. “Ustedes han visto que hemos estado en el acto. Desconocemos la sentencia, tenemos que reunirnos y leerla”, decía la magistrada Ana Guadalupe Medina, para quien debió haber sido anunciada con anticipación y no esperar a que se llegase el día para darla a conocer. “Pudimos haber decidido antes qué hacer”, añadía turbada por un proceso que, luego de un poco más de un mes, no ha sido cerrado.