Los partidos ARENA y FMLN están en una lucha hombro a hombro por definir quién de los dos podrá proponer el relevo de Sigfrido Reyes en la presidencia de la Asamblea Legislativa. Este escenario tiene un nuevo componente: La orden de la Sala de lo Constitucional de que no se instalen los 24 diputados electos de San Salvador.
Si todos cumplen esta medida dictada por la Sala, la nueva legislatura se instalará con 60 diputados, cantidad suficiente para tomar decisiones por mayoría simple y mayoría calificada. Pero eso podría retrasar la elección de los miembros de la Junta Directiva porque algunos proponen que se “declare un receso hasta que se termine el recuento de votos”.
La victoria por la presidencia de la Asamblea dependerá, sin embargo, de los aliados que cada una logre para acumular en las próximas dos semanas.
El pulso mano a mano incluye la puja por Ana Vilma de Escobar, por parte de ARENA, y Lorena Peña, del FMLN, para que ocupen la presidencia. Este cabildeo entre los diputados se ha intensificado a medida que se acerca el 1 de mayo, es decir, el día en que asumirá la legislatura 2015-2018 y mucho más después que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) suspendió la toma de posesión de los ganadores mientras el Tribunal Electoral (TSE) termina el recuento de votos de las elecciones de San Salvador.
Pero el escenario más probable es que el FMLN haga un canje: asegurar puestos en la Junta Directiva para GANA y PCN para de esa forma asegurar la presidencia durante tres años consecutivos para la diputada Peña. Y ARENA parece que se quedará sola en su intento de hacer valer los 270,757 votos que ganó el 1 de marzo.
El principal partido de oposición no ha logrado hacerse secundar por los pecenistas porque éstos internamente están divididos: un grupo quiere pujar para que el diputado Francisco Merino reclame la distribución de la presidencia y otro pretendía que mejor se sentara en esa silla el también parlamentario Serafín Orantes. Al final se quedaron sin más alternativa que, a cambio de apoyar al oficialismo, les den tres espacios –de 14 existentes- en la Junta Directiva.
“Estamos disponibles para darle viabilidad a la Asamblea pero también estamos interesados en que nos mantengan la cuota (en la Directiva)”, confirmó el diputado Reynaldo Cardoza refiriéndose a los tres espacios que Conciliación Nacional ocupa en la legislatura que está por terminar: Merino, Rafael Machuca y Orantes.
A GANA también le quedan pocas puertas abiertas. Entre sus diputados hay una lucha interna por llegar a la Junta Directiva: en la próxima legislatura un grupo quiere que sigan en esos cargos Guillermo Gallegos, Francis Zablah y un tercero que será seleccionado entre los exareneros que en 2009 se rebelaron contra la dirigencia de ARENA. En el estira y encoge ha aparecido el alcalde saliente Will, el mayor de los Salgado que reclama para su hermano Numan un puesto privilegiado por haber sido el único –de 11 candidatos- de la bancada que ganó por cociente y no por residuo.
Sandra, la menor del clan Salgado, dio una muestra de hasta dónde puede llegar la desavenencia: el 23 de abril, cerca de las 10 de la noche, bloqueó momentáneamente la aprobación de $900,000, 000 en bonos que estaba por emitir la Asamblea. Como era costumbre su partido se plegaba a las propuestas del FMLN –y todos los diputados votaban puntuales- pero ella se abstuvo de votar; nadie supo explicar las razones que tuvo más que alegar que desconocía lo que se estaba discutiendo porque falta a las reuniones de fracción y se larga temprano de las plenarias.
A todo esto suman que la diputación de Gallegos pende de un hilo como consecuencia del recuento de votos en San Salvador.
Frente a divisiones internas y la lucha de los partidos más grandes el único diputado pedecista en la Asamblea sumará su voto al candidato capaz de sumar apoyos.
“GANA y PCN tienen los votos con el FMLN. A lo mejor votamos por la propuesta esa. Sería lo más sensato”, explicó el pedecista Arnoldo Marín, suplente del diputado Rodolfo Parker.
La batalla por la presidencia la inició el saliente alcalde de San Salvador, Norman Quijano que el 24 de marzo la reclamó para el principal partido de oposición e insinuó que él es el indicado para presidirla gracias a los 138,897 votos preferenciales que ganó y a su trayectoria: diputado durante más de tres periodos, excandidato presidencial y edil durante seis años. Pero la dirigencia arenera ha enfocado su lente en la diputada de Escobar que arrastra una denuncia por supuesta malversación de $20,000, 000 del Fideicomiso Especial para la Creación de Empleos en el Sector Productivo (FECEPE) y los reparos que quedaron engavetados en la Corte de Cuentas por $17,000, 000 durante su gestión como directora del Instituto del Seguro Social (ISSS) en la presidencia de Francisco Flores.
“El problema es que para los partidos priva la aritmética; es una miopía el no tomar en cuenta que ARENA es la primera fuerza política”, dijo de Escobar en la sesión plenaria del martes pasado cuando se le preguntó si han negociado con el Frente el cargo. Un par de minutos después hizo una advertencia: “No le conviene al FMLN pensar que seguirá marginando a ARENA porque si ahora tienen la aritmética para aprobar préstamos (con 56 votos) en la próxima legislatura no lo podrán hacer”.
Nidia Díaz, diputada entrante, prefirió la prudencia. Ella cree que no existen mayorías sino minorías que deben dialogar. Recordó, por ejemplo, que en 2009 el FMLN ganó 35 parlamentarios pero en vez de cerrarse compartió la presidencia con Ciro Cruz Zepeda Peña, del PCN. “La cuestión es ver quién construye los votos”, expresó.