Si algo define el clima que antecede las elecciones de medio período de este domingo es una palabra: hay un nido de dudas.
Como pocas veces en las últimas dos décadas, la mayoría de los electores no tienen claro cómo deben marcar o manejar las papeletas.
Sobre todo porque, esta vez, los votantes podrán marcar la bandera de su partido o los rostros de sus candidatos, o de postulantes de otros partidos.
Las radioemisoras, televisoras y otros medios de comunicación amanecieron atiborrados, desde la mañana del sábado, de consultas de electores que no terminan de entender cómo se votará esta vez.
Por eso es que desde la mañana de este sábado se escuchan, en las radioemisoras, a expertos electorales mientras explicando, entre otros temas, los tres pecados que no se pueden cometer a la hora de elegir.
“No marque dos banderas….no marque una bandera de un partido y luego marque caras de candidatos de otros partidos….”, son las afirmaciones que se escuchaban esta mañana.
Las dudas sobre la forma de elegir nacen de diferentes causas. Entre ellas, el voto cruzado autorizado por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, el reconocimiento de las autoridades electorales en el sentido de que no todo camina bien en esa institución, y los anuncios de que los conteos finales se prolongarán más que en otros años.
Las dudas se profundizan ante el hecho de que la propaganda del Tribunal electoral fue escasa y austera o que las pruebas sobre la transmisión de resultados mostraron una serie de fallas tecnológicas y humanas.
Todo eso ha obligado a los periodistas y las redacciones de los medios de comunicación a ajustar sus métodos y previsiones. Incluso, en algunos casos se le ha advertido a los electores que no esperen resultados finales tan rápidos como sucedió, por ejemplo, en la última elección presidencial.
Otras dudas
Pero los salvadoreños no solo dudan sobre la forma cómo se debe votar esta vez. También, como en otras campañas electorales, el tráfico de llamadas telefónicas, entre amigos, consultando lo que podrían ser los resultados finales.
Grupos de amigos, empresarios, jóvenes de clase media y baja, y muchos otros, preguntaban ayer cómo podrían ser los resultados finales de las elecciones.
En la mayoría de los casos, los salvadoreños estiman que en la Asamblea Legislativa poco va a cambiar.
La mayoría estima, con buen olfato electoral, que si ARENA o el FMLN, los partidos mayoritarios del país, ganan más diputados, la diferencia entre esas agrupaciones no será elevada.
En ese enorme tráfico de llamadas telefónicas la mayoría “huele” que la diferencia de diputados entre los dos partidos será de uno o dos y que, posiblemente, será GANA la que tendría un poder decisorio en la Asamblea Legislativa.
Los resultados de las alcaldías es otro cuento oral entre los salvadoreños. En algunas alcaldías se consideran seguros vencedores. En otras no. La interrogante es cuál partido recupera, o no, tal alcaldía.
Mientras todo eso ocurre, las calles de San Salvador están tranquilas. No pareciera que un país entero espera elecciones para elegir diputados y alcaldes.
Los rastros más evidentes de que El Salvador vivirá una elección se miran en los alrededores del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), el mayor centro de votación de San Salvador.
Cada agrupación política ha abierto en los alrededores de CIFCO un centro de atención de electores. Por eso es que no han ahorrado en recursos para atender a los votantes.
Quizá los únicos que extrañarán algo este fin de semana serán los propietarios de bares y restaurantes, pues desde la medianoche del viernes no pueden vender bebidas alcohólicas.