Familiarizado con el entorno político, Mauricio Rodríguez tomó la candidatura por el Partido Concertación Nacional (PCN) de una de las principales ciudades de El Salvador: Santa Ana. El haber estado como diputado suplente, desde 2006 hasta el 2014, dentro del Órgano Legislativo le da, según dice, habilidad, reconocimiento y la madurez para comprender el manejo y la forma de hacer política en El Salvador. Critica a los candidatos que entre las promesas que hacen sean las de mejorar la recolección de desechos sólidos, reparar las calles y atender el alumbrado eléctrico. “Nosotros no estamos ofreciendo eso, porque de llegar a la alcaldía es lo que hay que hacer”, asegura.
Una de las propuestas, por ser maestro de carrera, es tener un banco de docentes pagados por la municipalidad que puedan colaborar en lugares donde se necesiten maestros. “Si un maestro es pagado por la municipalidad tiene que regirse a las disposiciones que el Ministerio de Educación le emana. Esa es la alternativa que planteamos. No estamos sustituyendo al MINED, al contrario: estamos apoyando la labor educativa que también pertenecen a la labor preventiva de nuestro eje de violencia”.
De ascendencia india, por parte de uno de sus abuelos, Rodríguez es de origen santaneco: nació, creció y vive en esa ciudad, ubicada al occidente del país.
El tiempo que tiene de habitar dentro de la ciudad, según comenta, está llevando a que haya una fuga de mano de obra local que se desplaza a trabajar en otras ciudades. “Santa Ana se está convirtiendo en una ciudad dormitorio”, comenta con preocupación Rodríguez ante la falta de inversión y manejo de capital en la ciudad.
“Santa Ana ha decaído en todos los niveles, la calidad de vida del santaneco ha decaído…En julio de 2010, la Asamblea hizo que los impuestos de Santa Ana sean los más elevados”.
¿De cuánto son esos impuestos?
Estamos hablando de un incremento de un 300%. Eso hace que Santa Ana se vuelva poco atractiva a la inversión. En consecuencia, los servicios también aumentaron: el agua potable y energía. Lo que nosotros pensamos lograr al llegar a la alcaldía es revertir esa ley, que está vigencia desde julio de 2010. Bueno, alguien me puede preguntar que cómo se van a solventar los ingresos que dejaría de generar la alcaldía. La alcaldía tiene una deuda flotante que ronda el millón de dólares. A ese millón hay que buscarle las alternativas reales y acordes a la disponibilidad financiera para hacerle llegar ese dinero a las arcas de la alcaldía. Esa es una cuestión, para los locales.
¿Y para los inversionistas?
Estamos tratando de abrir en el sentido de dar un periodo de gracia; es decir, invierten en Santa Ana y la alcaldía no les va a cobrar un impuesto de 18 meses. Y no es populista, porque se hace en otros municipios. La única condición que ponemos es que contraten empleados, mano de obra capacitada, de la localidad, porque son 18 mil personas las que perdemos día con día. Eso ha hecho que Santa Ana sea una ciudad dormitorio. Lamentablemente hasta este momento no ha habido una iniciativa que busque revertir esa situación.
¿Cómo pueden hacer retroactiva esa ley?
La Ley de Impuestos Municipales puede ser modificada mediante iniciativa del Consejo Municipal, con el acompañamiento de un diputado. Sí se puede revertir.
Usted habla de una Santa Ana “dormitorio”, ¿qué implica esto?
Sí, (las personas) trabajan en cualquier otro municipio. Eso hace que la economía local no se dinamice. El comercio local está en condiciones deplorables.
¿Qué está estacando más Santa Ana?
Si hay un comercio que no es dinamizado por la economía interna, obviamente hay una economía deprimida local. Pero, aparte de eso, hay poco poder adquisitivo para poder pagar los impuestos. Esa es otra situación que se da en Santa Ana: mucha gente no puede pagar los impuestos. Es el problema de desempleo generalizado que tiene el municipio, pero no ha habido iniciativa del gobierno municipal de fomentar la inversión. Y, sin mencionar nombres de empresas, conozco de gente que ha querido invertir en Santa Ana.
¿Son los impuestos la principal barrera para que inviertan?
No han podido porque los trámites son excesivamente burocráticos. Da la impresión de que no quisieran que cierto tipo de empresarios entren en Santa Ana.
Sin embargo, Santa Ana tiene un gran crecimiento urbanístico. ¿Es bueno para el municipio o solo reafirma que sea una ciudad “dormitorio”?
Yo creo que Santa Ana ha tenido un crecimiento urbanístico desordenado, tanto al Norte como al Sur. Y eso ha generado una depredación del medio ambiente. Y realmente no entiendo por qué diputados del FMLN que se han mostrado muy a favor del medio ambiente han permitido que se construyan residenciales. Santa Ana lo único que produce es vivienda. Pero Santa Ana también tiene el programa “Casa para Todos” y que están deshabitados.
Por la delincuencia.
Nadie los compra. Son dos elefantes blancos.
Y ya al hablar de su campaña, ya que ha detectado todas estas fallas, qué es lo que ya está proponiendo.
Nosotros estamos haciendo una campaña diferente: nosotros vemos a los demás candidatos preocupados por llenar los postes con propaganda. Nosotros hemos hecho a la inversa y hemos ido al territorio. Nosotros no hemos puesto una tan sola foto, un tan solo afiche en Santa Ana. Estamos basando nuestra campaña en cuatro programas, que son los que responden a las necesidades.
El primero es el desarrollo de mega campañas médicas gratis. Abonado a esto tenemos trabajo con cerealeros al norte del municipio. Estamos apostándole a que sin tener una ley de seguridad y soberanía alimentaria, estamos apostando a que el agricultor tenga los insumos. Recientemente entregamos semilla mejorada. El otro programa son los paquetes solidarios, focalizados a familias cafetaleras del volcán, que hemos recorrido de la a la z, y que viven en condiciones deplorables. Y el cuarto programa, tanto así que hasta el alcalde nos ha echado encima a gente del CAM y la alcaldía, es reparación de caminos.
Al terminar este mes, ¿qué ajustes le dará en febrero a su campaña?
Estamos rediseñando la campaña: hay publicistas y gente encargada del manejo de la misma. Ya hicimos el colchón, visitamos a las comunidades. Ya le demostramos a la población que lo nuestro no son promesas, son cosas concretas. Y ya, iniciando nuestra campaña, de lleno para pedir el voto en febrero, lo vamos a hacer con cierto tipo de propaganda y publicidad diferenciada a la que está, porque a la gente le resultan chocantes los postes.
¿Cómo está logrando que la gente lo identifique?
Tenemos la habilidad de habernos manejado por nueve años en temas mediáticos acá en la Asamblea Legislativa. Hay un reconocimiento al trabajo, por supuesto siempre hay detractores y eso en política uno tiene que tener la suficiente madurez para entenderlo de esa manera. Pero la gente en este momento ya reconoce a Mauricio Rodríguez como un candidato a la alcaldía. Lamento decir que, debido a mi reconocimiento de la población y por haber estado en debates en otras campañas, un medio de comunicación me excluyera de un debate. Solo incluyó al señor de ARENA, del Frente y al de Gana. Entonces, la pregunta era ¿por qué nos excluyen si traemos la experiencia que puede servir? No sé si hubo un arreglo ahí o violación a la ética periodística.
Ahora con el cambio que usted hace del Legislativo a municipalidad, ¿qué cree puede ser más difícil ejercer?
Estableciendo ese marco comparativo, creo que el trabajo de un legislador tiene una incidencia de carácter nacional. Ahora, el trabajo político para llegar a ser alcalde es más complejo, pues uno tiene que tener presencia, en mi caso, en 35 cantones y 312 caseríos y los 12 barrios que tiene el caso urbano. Es una ciudad diversa.
E importante.
Por su puesto. El diseño de campaña nos lleva a soltar un poquito la periferia de la ciudad, que representa solamente el 17% de la votación. Entonces, el nuevo diseño nos invita a tener presencia en la zona urbana. Ya entramos a las principales colonias de Santa Ana.
Usted fue maestro.
Sí, pero no estoy ejerciendo por las labores políticas.
¿Extraña las aulas y dar clases?
Sí se extraña, por supuesto que uno está formado para eso. He tenido la oportunidad de trabajar en casi todos los niveles de la primaria, hasta estar como catedrático universitario, por mi formación de ser sociólogo de la Universidad de El Salvador. La docencia da satisfacciones. Yo antes de venir a la Asamblea gané dos premios nacionales de creatividad didáctica, en 2004 y 2005. Implica pues tenía un compromiso con la educación y lo seguimos sosteniendo desde otras trincheras desde las que he estado brindando mis aportes.