El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

«No es solo qué ofrecemos, sino si tenemos la capacidad de lograrlo»

por Julia Gavarrete


A pocos meses para que oficialmente los partidos inicien sus campañas políticas, el presidente del COENA habla de las proyecciones y de lo que esperan lograr en los comicios de 2015.

A solo unos días de haber anunciado la plataforma legislativa “Juntos podemos», el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) apuesta a tener en las elecciones del año próximo 43 escaños en la Asamblea Legislativa.

El presidente del Consejo Ejecutivo Nacional de ARENA (Coena), Jorge Velado, manifiesta que de quedar configurada su bancada de esta manera “no vamos a estar, digámoslo así, negociando con nadie la  forma de legislar en pro de los salvadoreños”.

“En nuestros estatutos del partido dice que el Gobierno no es un fin en sí mismo, sino un medio. Pues se aplicaría para esto también: la Asamblea Legislativa no es un fin, es un medio de servirle a la población. Sabemos que no es fácil, hay que trabajar, pero tampoco es imposible”, dice el político, quien además explica –y defiende- el por qué de algunos aspirantes a diputados, cuyo nombramiento ha sido criticado.

¿Qué trabajo territorial hará su propuesta legislativa?

Bueno, el trabajo territorial ya se está haciendo. Tenemos varios meses de estar reorganizando a nuestra estructura, a todo nivel. Desde las departamentales, municipales, cantonales. Ese trabajo nosotros creemos que es importante el mensaje uno a uno. Esto que está viendo (muestra su plataforma legislativa “Juntos podemos”), no todo el mundo lo lee, no todo el mundo lo interpreta, a esa gente hay que decirle las cosas digeridas, masticaditas.

Y luego, hay que reconocer que en estas elecciones hay una campaña en cada municipio, y ahí el que la dirige es el candidato a alcalde. Y es el candidato a alcalde el que termina, finalmente, transmitiendo esto.

¿Cómo ha visto la recepción del mensaje?

Muy bien. Por ejemplo, el caso específico del candidato de San Salvador, Edwin Zamora, yo veo que en el momento que él se acerca a la gente, la gente lo ve y lo reciben con mucha alegría. Es importante el trato uno a uno y de eso se trata esta campaña, de estar en el territorio viendo a la gente. Enseñándole quiénes son todos nuestros candidatos y candidatas. Ahí no se puede hablar tanto de la experiencia, sino del humanismo de esas personas.

Y cómo queda conformada hoy la plana legislativa, porque aunque hay nuevos rostros, hay todavía varios antiguos.

Nosotros vamos a poner a nuestros 84 candidatos en todo El Salvador. Tenemos en este momento,  no recuerdo el dato exacto, pero eran 34% de mujeres, para comenzar. Y luego jóvenes, que quiere decir debajo de 35 años, que  era un número de 31 personas, algo así. Nosotros con esto lo que hemos logrado, como lo decimos en “la tribu”, donde están los guerreros y están los sabios. Tenemos una buena mezcla, de gente con mucha experiencia, gente con una cantidad de años trabajando en la Asamblea, que conoce el teje y maneje y los nuevos guerreros.

Aunque si bien han integrado rostros “nuevos” dentro de candidaturas, hay quienes han reprochado a ARENA que personajes como el del general retirado Mauricio “Chato” Vargas  vuelvan a la política. ¿Qué opina de esas críticas?

Digamos que nosotros hicimos un proceso interno: teníamos nuestros 28  diputado leales, de los cuales uno pasó a ser candidato a San Tecla, otro optó por no continuar, por razones personales. Quedaron 26. Esas personas tenían su puesto ganado, pero las dos terceras partes, un poquito más, son totalmente nuevos. En eso hay una mezcla muy grande: desde gente que ha estado en el ejército, empresarios, jóvenes, mujeres. ¿Qué es lo que nosotros hicimos? Nosotros le preguntamos a nuestra gente a quiénes quisieran ustedes que lleváramos.

Cada persona que se inscribió tuvo  que haber tenido el apoyo de un sector del partido. Y en este caso que usted me preguntó, el sector tuvo que haber dicho: “Yo apoyo al general Vargas”. Ahora, en San Salvador tenemos 24 opciones, pero si a usted solo le gustan los jóvenes o los con mayor experiencia, igual: nosotros le hemos presentado un menú bastante grande a la población.

Y ya que menciona al candidato Zamora, en las últimas encuestas ha habido una mayor tendencia a favor del candidato Nayib Bukele en ciertos porcentajes. ¿Cómo evalúa este escenario preelectoral que se está dando?

Todas las encuestas son importantes, todas hay que considerarlas, analizarlas. Algunas están mejor hechas técnicamente que otras. Algunas, por las experiencias pasadas,  nos muestran que tienen inclinaciones, otras no. Una cosa bien interesante: nosotros anunciamos al candidato Zamora en octubre. Nayib Bukele ha sido anunciado un par de meses antes. En aquel momento, mucha gente hablaba que el candidato del FMLN iba a ser el nuevo alcalde.

Ahora la cosa ha cambiado y estamos viendo encuestas que ponen solo 3 puntos arriba al candidato del FMLN sobre Edwin Zamora. Eso es un empate técnico. Hay otras que hay que ver las preguntas: no es lo mismo que le pregunten quién cree usted que va a ser el próximo alcalde de San Salvador y otra cosa es que le digan si las elecciones fueran este domingo, por quién votarían. Hay que leer cada una de las preguntas.

¿Y qué tiene que hacer Zamora si quiere levantar en números?  

Yo veo a Edwin trabajando siete días a la semana, 24 horas al día. Para poder tener reunión de trabajo nos reunimos a las 10 de la noche, porque creo que es la hora en la que él ha terminado.

Hay algunos analistas que cuestionan las propuestas de los candidatos porque son todas iguales. No hay nada diferente, mencionan, entre esta la de su candidato. ¿Qué hará para diferenciarse del resto?

Mire, la cuestión no es solo qué ofrecemos, sino si tenemos la capacidad de lograrlo. Y usted ve a Edwin, un tipo que agarra una empresa de ciento y pico de empleados y la lleva a mil empleados. Entonces, uno dice: “este tipo sabe lo que es hacer este tipo de cosas”. Es un hombre que tiene toda la capacidad de manejar empresas grandes. San Salvador es de 5 mil empleados. Estamos halando de un municipio que le da servicio a más de un millón y medio de salvadoreños todos los días. Si bien es cierto, en el municipio no vivimos esa cantidad de personas, pero la mayoría de servicios se dan en San Salvador.

Explotarían esa parte de Zamora.

Ahí está la diferencia: no es lo mismo manejar un municipio pequeño a uno como este.

Con todo lo que ha pasado respecto a la calle que piensa cambiar nombre el alcalde Norman Quijano, además de la reciente aparición de tapaderas en una bodega de la alcaldía de San Salvador, ¿qué tanto afecta o incide en la campaña arenera?

Absolutamente en nada. Para comenzar, el tema de la calle, del nombre: los concejos municipales son autónomos, tienen derecho a actuar en su autonomía. El concejo decide darle el nombre del Mayor d’Aubuisson. Y si a alguien se le ocurre que sea la calle a San Antonio Abad, que cruza el bulevard Constitución, y habiendo sido el Mayor el presidente de la Constituyente, pues sonaría lógico la relación presidente de la Asamblea, Constituyente, Plaza de la Constitución. Eso genera algunas molestias, sí. Pero también generaron molestias en el pasado, cuando a una calle le cambiaron el  nombre y le pusieron Schafik Hándal, porque desgraciadamente en El Salvador estamos demasiados polarizados. Tal vez hubo una reacción de parte de la Iglesia, de no cambiar el nombre porque lleva nombre de un santo. Para nosotros  no es punto de honor. Si usted me pregunta a mí, mi opinión personal, yo lo que puedo decir es que no me importaría que llevara el nombre del Mayor. Ya en Antiguo Cuscatlán hay una calle que lleva su nombre.

¿Y las tapaderas?

Bueno, yo me enteré hasta ahora en la mañana; no me había dado ni cuenta. El alcalde ha dicho claramente que va a deducir responsabilidades. ¿Qué hacen esas tapaderas ahí? Me imagino que son de las que han ido a recoger de trabajos que ha hecho la alcaldía y lo que debería de haberse hecho era entregarlas a quien correspondiera, que por cierto se están peleando que sin son de ANDA o del MOP. Yo no creo que ahí alguien las esté teniendo para robárselas. Me imagino que son porque las recogieron. Pero no es una cosa de la alcaldía: habría que ver si hubo algún empleado de la alcaldía que se lo haya hecho con dolo.