Graduado de la Universidad de El Salvador, profesor y sindicalista, Ernesto García, a sus 29 años, tratará de participar como diputado independiente -socialista-, en los próximos comicios de alcaldes y diputados.
Resume su posible participación en dos puntos: cree que las violaciones e injusticias a la clase trabajadora y la falta de una fuerza política que tenga la solvencia moral de reivindicar los derechos de diferentes sectores lo lleva a por aceptar la propuesta.
“El concepto de la candidatura no la estamos planteando en términos electorales, que para nosotros es lo secundario; es que la candidatura se convierta en un instrumento de difusión de las necesidades de los diferentes sectores laborales y estudiantiles”, explica.
Aunque, de momento, espera que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) le notifique si puede correr por un escaño, no se coarta en lanzar duras criticas al papel de la izquierda en el país que, para él, se quedó en defender sus intereses y privilegios.
García dice que de llegar a ser diputado pretende demostrar que un legislador puede vivir con sueldo bajos, andar en autobús y despojarse de viáticos. En definitiva: vivir como cualquier ciudadano lo hace a diario.
¿Es a falta de un interés de conocer las necesidades de la clase trabajadora que usted se interesa por la candidatura?
Así es. Por eso es que la candidatura lleva el nombre de candidatura independiente y socialista, porque nosotros nos ubicamos a la izquierda del FMLN. Un partido que se dice de izquierda tendría que responder a todas esas necesidades salariales, de libertades sindicales, de respeto a los derechos humanos. Lo que pasa es que el FMLN ha sufrido un proceso de degeneración ideológica y política, propio de su inserción como partido electoral del régimen. Ahora, que el FMLN mantenga las cuatro letras de una organización que para nosotros ya no es la misma que ellos fundaron. Se degeneró precisamente por defender sus privilegios en las instituciones, por defender los privilegios de sus diputados, en las alcaldías y ahora con mucha más razón no se van a poner a medidas anti populares porque son ellos quienes administran.
¿Qué factor le llevó a pensar en una candidatura?
Hay varios factores por los que decidimos como organización, aunque somos una organización pequeña, en construcción. Primero es el abandono de las banderas históricas de las luchas de los trabajadores. ¿Cuáles son esas luchas? Las mejoras salariales, el respeto a las libertades sindicales y de organización, la promoción de empleos dignos y el mejoramiento de los servicios de educación y salud. Al contrario de eso, nosotros vemos políticas que van en contra. El FMLN se ha encargado de ir violentando sistemáticamente el orden jurídico de este país.
Ha estado cerca de sindicatos para hacer estas propuestas, ¿cree que basta con el apoyo que puedan darle para conseguir un escaño?
Es que a nosotros la misma recolección de firmas nos sirvió para hacer ese sondeo. Tuvimos contacto con la gente del sector informal. Estamos hablando que un 50%, más del 50%, del sector laboral está en calles y no porque quieran, sino porque el sistema se encarga de escupirlos en las calles, por falta de salarios dignos, de empleos dignos. ¿Qué nos dicen los vendedores? Las señoras, por ejemplo: “yo no quisiera que mis hijos repitieran esta realidad de estar todos los días en las calles vendiendo”. ¿Qué se necesita? Una política de empleo digno.
Y si lograran inscribir la candidatura, ¿cómo piensan abordar la campaña?
Bueno que nuestra campaña a nivel de recursos va a ser modesta, pero si el TSE nos dice: “ya tienen las 12,000 firmas buenas”, la estrategia que vamos a seguir es de tratar de ubicar la discusión en la mayor cantidad de espacios que tengamos. La discusión cómo, no solo en medios de comunicación, sino vamos a organizar mítines afuera de trabajos en lugares más reconocidos, porque la recolección de firmas nos dio esa luz.
Por ejemplo: afuera de las fábricas vamos a instalar nuestros mítines, volanteos dirigidos a sectores, vamos a motivar reuniones en las asambleas de organizaciones, también sindicatos. Hay algunos que nos han dicho “vénganse, queremos reunirnos con ustedes y plantearles qué queremos que ustedes lleven como propuestas”. Hay sindicatos, más que todo, del sector público. ¿Qué vamos a decir en nuestra campaña? Pasa que el pueblo entienda que los problemas de este país no se solucionan solo con manchar una papeleta; pasa por elevar el nivel de conciencia de los trabajadores con base al conocimiento de sus derechos y a defender sus derechos de manera organizada.
En algún dado caso no alcancen las firmas, ¿qué pasará con toda la información recolectada?
En el caso no alcanzáramos (…) incluso creemos que puede existir una maniobra de parte del TSE para que no pasemos porque a los partidos, no les conviene una candidatura como la nuestra. Ponemos a prueba al régimen y a este tribunal controlado por partidos. Toda la información que tenemos, de preguntarle a la gente qué quiere, qué piensa, cuál es su opinión y sus necesidades, se queda con los trabajadores. Va a los sindicatos, no va a ningún otro lado.
¿Por qué no le conviene a los partidos?
No les conviene las candidaturas independientes, y el tema de la reforma al voto cruzado, que la vamos a aprovechar aunque creemos tiene debilidades. Estas pequeñas concesiones democráticas atentan contra el monopolio que existe de los partidos en las instituciones, y atenta fundamentalmente contra la lógica del bipartidismo. Porque en los hechos, el sistema electoral salvadoreño estimula el bipartidismo. Y los demás, solo son aliados apéndice de los dos grandes. Una candidatura independiente atenta con la discusión en las campañas.
Segundo elemento, a nivel electoral, atenta contra su monopolio: por eso es que en el voto cruzado los partidos están cerrando filas. Y el voto cruzado, para los partidos, es una estrategia. Pero para nosotros, la candidatura del voto es solamente un medio para demostrarle a los partidos que la gente está exigiendo alternativas. En realidad, a nosotros en términos electorales no nos preocupa tener miles de votos, eso para nosotros es secundario. Y si la gente cree en nuestro planteamiento y vota por nosotros, el compromiso será mayor.
Pero cuando usted dice que esto no lo ve en términos electorales, ¿a qué se refiere? ¿Por qué participar, entonces?
Por una cosa fundamental: las organizaciones de izquierda históricamente hemos ocupado los procesos electorales para difundir nuestras ideas, programas y nuestras banderas de lucha. La herramienta fundamental va a ser la organización. Pero no por eso vamos a despreciar si en términos electorales tenemos oportunidad. Porque si, pongamos el término hipotético, una candidatura con el concepto y programa nuestro queda, sería la primera vez en la historia de este país que tendríamos una candidatura de carácter clasista, obrero. Un candidato que venga desde la clase trabajadora va a demostrar que un diputado puede vivir como un trabajador más, y demostrar que esos privilegios de esa camioneta, de esos viáticos es para mantener el estatus quo de una élite. Ahí entramos en el debate en esta campaña, de la reducción de los salarios de los diputados, de los privilegios de los funcionarios.
Vemos en redes sociales muchos jóvenes que expresan su desacuerdo por formas de cómo opera el sistema. Pero, ¿qué opina de aquellos que lanzan críticas, pero sin realizar un análisis a profundidad?
Con los estudiantes, el tema es que la juventud universitaria, que tenemos acceso a un nivel superior, precisamente tenemos que hacer uso de esas herramientas. Pero el sistema educativo está estructurado, desde el nivel básico, para que el estudiante llegue con poco criterio de la realidad. Es que el hecho que la juventud tenga ahora un análisis superficial, vacío, sin propuestas es producto de cómo está hecho el sistema educativo salvadoreño. No es casualidad que los jóvenes que quieren cambiar las cosas piensen que manchando una pared lo van a lograr. La juventud salvadoreña está en crisis. ¿Por qué está en crisis? Porque el sistema se está encargando de expulsar a la juventud de la universidad. Un estudiante de bachillerato sale de su cantón, pero el Estado o el Gobierno no le ofrece facilidades para una beca y estudiar de la universidad. Si vive en una familia pobre y llega la pandilla y le dice: “querés ganarte $200”; en el marco de la crisis lo va a aceptar. ¿Y fue culpa del muchacho? Fue culpa del sistema que está estructurado para propiciar eso.
Y sobre su inscripción, ¿qué requisitos les han solicitado en el TSE, además de las firmas?
Después de que se establece que tenemos las 12,000 firmas buenas, hay un proceso de presentar información: partidas de nacimiento autenticadas por un abogado-notario, finiquito de la Corte de Cuentas de la República, solvencia de Hacienda, antecedentes penales. Pero, existe un requisito que es antidemocrático: se nos pide una fianza. Esa fianza, según el decreto, representa al 25% del presupuesto declarado de la campaña. Esa fianza no se les pide a los candidatos partidarios.
Solo a independientes.
Solo a los independientes.
¿No les han explicado las razones?
Porque dicen ellos que uno tiene que declarar de dónde viene el dinero que uno va a ocupar para la campaña. Pero vuelve la discusión antidemocrática. Si a nosotros se nos pide que especifiquemos de dónde, si es personal el dinero, si alguien lo donó, ahí están los partidos políticos que se hicieron los de la vista gorda de la resolución de la Sala que los mandaba a declarar de dónde vienen sus fondos. Los partidos no declaran de dónde vienen. Otra vez nos enfrentamos a requisitos desiguales. ¿Por qué? Porque el objetivo del régimen es aniquilar estos espacios.
¿Y ustedes, su financiamiento, lo están haciendo con la misma gente?
Lo estamos haciendo de diferentes formas, no solamente donaciones. Como el tema financiero tiene que ver con la independencia política de nuestro programa. Nosotros, por ejemplo, viene un empresario y nos dice que quiere donar $1,000, pero a cambio de eso quiere que digamos esto y esto. Lo sentimos, pero que se vaya con sus $1,000. “El que paga el mariachi pide la canción”, dice el dicho. Por eso nosotros estamos solicitando la solidaridad de los trabajadores. Estamos haciendo la campaña de los “bonos solidarios” de la candidatura independiente, donde los trabajadores pueden donar de $1 hasta $15. Estamos con el tema de rifas con trabajadores. Pero el financiamiento, también los estamos poniendo como un ejemplo de los sectores populares.
¿Y se considera usted una persona que conoce quién es la clase trabajadora?
El espacio que a mí me ha permitido conocer toda esa realidad es que yo ya voy sobre cuatro años de ser sindicalista. Yo llevo ya tres años de ser de la junta directiva del sindicato de SIMEDUCO. He estado en esa realidad y eso le permite a uno empaparse de esa realidad que viven los trabajadores.