El ahora candidato a alcalde por GANA, Walter Araujo, es una verdadera caja de pandora. Haber ostentado altos cargos en ARENA y en la Asamblea Legislativa, sumados a la estrecha cercanía con expresidentes del país, lo colocaron en una posición privilegiada para conocer de primera mano grandes acontecimientos que ocurrirían en el país.
Supo de manera anticipada la imposición del IVA y la negociación que se llevó a cabo hasta lograrlo, para lo cual se montó todo una parafernalia -dice- que se conoce como Pacto de San Andrés.
Es más, Araujo recuerda cómo el expresidente de la República, Armando Calderón Sol, se acercó al entonces FMLN para lograr los votos necesarios en la Asamblea Legislativa y que el IVA se convirtiera en ley. De paso, que el Impuesto al Valor Agregado fuera asumido por la clase trabajadora para evitar cargas tributarias a las clases más ricas. Pero lograr la división del FMLN en la Asamblea fue, quizá, lo que más réditos políticos obtuvo la derecha en ese momento.
“¡No hay que cometer los errores del pasado¡ Esa era la forma en la cual se establecía la política en ARENA y no debe hacerlo este gobierno del FMLN”, dice a manera de reflexión cuando repasa algunos de los episodios de su expartido tricolor.
“O sea, timaron, engañaron, algunos personajes de los que te he dicho en ARENA, a las personas. Igual, se hacían acuerdos de visión conjunta con Conciliación (PCN) que solo tenían réditos electorales”, agrega el candidato.
En medio de estas revelaciones, Araujo también habla de su candidatura, sus contrincantes y la visión que tiene sobre San Salvador, la ciudad que aspira gobernar con el partido naranja.
Walter, sobre su candidatura, ¿desde cuándo la idea de participar?
Ya lo anuncié.
¿De lanzarse por la alcaldía de San Salvador?
Está datado en periódicos y en mi cuenta de red social Twitter que hace más de un año yo dije que aspiraba. Todavía era miembro de ARENA cuando dije que aspiraba a ser candidato a alcalde por San Salvador.
Qué bueno que me aclara esto porque la siguiente pregunta es que cuando usted explota en público con la diputada Milena de Escalón y el vicepresidente de Ideología de ARENA, Ernesto Muyshondt, hay una guerra en las redes sociales que, al parecer, como que era intencional de su parte, como que era parte de una estrategia mediática a favor de su candidatura.
No, no, yo simple y sencillamente soy una persona directa, franca. Yo no me guardo las cosas porque no me quiero llevar nada de las cosas que no me gustan cuando yo me muera dentro de mi corazón. Soy directo y digo lo que pienso, si me equivoco pido perdón, pido disculpas, porque no puede tener la verdad absoluta en todo lo que yo digo, pero cuando hablo es porque creo que lo que estoy diciendo es lo correcto y es la verdad, por lo tanto, no me guardo nada.
Estos señores me atacaron injustamente y esta señora que haces mención, Milena, y Neto Muyshondt, señalaron que yo era vendido de Saca, que yo tenía negocios. Si a mí jamás me ha dado un dólar el presidente Saca.
Pero al final se comprueba lo que ellos dijeron, no que se vendiera sino que hay acercamiento político con Saca.
Yo voté por Tony Saca y lo dije en público. Antes de la elección dije que iba a votar por Tony Saca. Es mi derecho democrático, ciudadano y totalmente real.
Nadie, nadie, y ahí está un editorialista famoso como Salvador Samayoa que dice: “nadie me puede cuestionar”. Y en la segunda vuelta, conociendo a Norman Quijano, no podía votar por Norman Quijano y voté por Salvador Sánchez Cerén. Lo que me da autoridad moral de exigirle un buen gobierno, un gobierno transparente, un gobierno con proyección. Yo ya rompí esos dogmas ideológicos que debo votar por la piedra que me pongan, yo no voy a votar por piedras, por eso no voté por Norman Quijano.
Pero no me respondió sobre el hecho de que pelearse era para mantenerse latente…
No, no, no. Ya di una explicación muy clara, yo soy así y si me dicen algo no dejo que esas cosas queden latentes, en el aire, y las respondo con la fuerza que creo se deben de responder.
Ahora, está consciente que plegarse a un partido de derecha…
No plegarse, me inscribí y me afilié en un partido de derecha.
Bueno, se inscribió y afilió en un partido de derecha, y eso significa que está peleando con otro de derecha, en este caso ARENA…
¿Y cuál es el problema?
Déjeme terminar la idea, si hay un pleito entre dos derechas termina favoreciéndose la izquierda, ¿o no?
Perdón, perdón, pero es la interpretación más ridícula que he oído. Es la interpretación más ridícula, más sin política, más impresentable, más antidemocrática que yo escucho en mi vida. ¿Quiere decir que para que ya no haya pleito entre la derecha y mantener cohesionada a la derecha, hay que mantener a ARENA? Tumblinbli, así como digo, tumblinbli. Están locos, aquí hay una democracia que le costó sangre a este país.
ARENA no es dueña exclusiva del pensamiento de derecha en El Salvador. Qué me alegra que hayan nacido partidos como Democracia Salvadoreña, como Fraternidad Patriótica Salvadoreña, que exista el Partido de Concertación Nacional ex PCN renovado, que exista GANA. ¿Por qué? Porque son fuerzas que te están demostrando, o sea, ¿por qué no se lo dicen a Fito Salume, que es un hombre de derecha, y que está haciendo un intento de dividir la derecha? Porque no es cierto, porque es un derecho legítimo.
Aclaro, no está inscrito en ARENA pero fue donante de ARENA, simple y sencillamente porque se cansó de ARENA, de sus incumplimientos, y por eso ha decidido fundar una fuerza política en donde vele por las aspiraciones de la visión de país que quiere, en horabuena. GANA tiene su visión propia, también, que no es la de Fito Salume, enhorabuena. Aquí no es exclusivo de ARENA el pensamiento de derecha y por eso respondo yo con esta frase: tumblinbli a los locos que piensan así. No sean ridículos, maduren políticamente, desarrollen democracia respetando a los demás.
Quiere decir, entonces, que el FMLN solo debe competir solo, quiere decir que Cambio Democrático no debería de existir, que la candidatura de Roberto Cañas es una candidatura para dividir al voto de izquierda. No, ese tipo de cosas le hacen daño al país.
Lo que estamos viendo es una candidatura a la alcaldía de San Salvador totalmente diferente, con un quilataje y una discusión política de nivel sin precedentes en la historia de la comuna de San Salvador. Siempre había habido uno o dos candidatos de la mismas fuerzas políticas que arrastraban al resto de la contienda y ahora tienen un Walter Araujo, expresidente de la Asamblea Legislativa y del Tribunal Supremo Electoral del mismo ARENA, diputado por nueve años, diputado de la Comisión Política… Tienes un Roberto Cañas firmante de los Acuerdos de Paz, exguerrillero, para unos será un orgullo para otros será siempre cuestionable en la vida, pero un hombre que me merece a mí todo el respeto y tenés también a un Nayib Bukele, un empresario, con cierta juventud porque tampoco es que sea un jovencito el hombre, tiene 33 años, que ha tenido éxito en algunas empresas donde se ha metido, un buen alcalde de su municipio nada más que de un municipio pequeño, que tiene que lidiar con el hecho de que abandona Nuevo Cuscatlán y se va para San Salvador y si la gente le cree que es capaz de gobernar, pues que voten por él.
Considerando que usted se incorpora a GANA porque allí están sus excompañeros de ARENA, ¿cómo cree que va a responder el electorado capitalino? ¿Cree que logra atraer esos votos desencantados de ARENA?
Yo creo que sí. Venimos a competir, venimos a desarrollar GANA y tenemos metas políticas de corto, mediano y largo plazo. Una de las de largo plazo es ir constituyendo a GANA en una fuerza política permanente, institucionalizada, desarrollada, modernizada, permanentemente renovada e incorporando nuevos elementos y esa es la función por la que me inscribo en GANA.
Una vez en GANA, que me da la oportunidad por historia política que tengo yo, de peso político, de llevar el mensaje de cómo GANA genera política pública para la gente y ¿cómo se va a medir? En el plan de gobierno municipal que voy a presentar que tiene nombre “Metas” y tiene apellido “para un San Salvador mejor. Un San Salvador para convertirlo en capital de Centroamérica”.
En esa discusión, GANA se va a lucir que tiene el mejor candidato, el mejor plan de gobierno municipal y lógicamente vamos a ver si la gente nos acepta o no nos acepta.
Siempre sobre los perfiles de votantes, ¿a quiénes atraería: areneros desencantados, profesionales, centro-izquierda, centro-derecha?
Yo no voy a dividir mi programa en izquierdas o derechas. Mi programa es abierto para que todo buen ciudadano o ciudadana de San Salvador puedan acompañarlo porque creen que ese programa puede solucionarles los problemas y puede hacer de San Salvador una ciudad mejor, y convertir San Salvador en la capital de Centroamérica. Esa es la meta. Yo no tengo sesgos ideológicos en la forma cómo voy a presentar mi programa político.
Ahora, ¿qué lecciones aprendió de ARENA que ahora va a poner en práctica en GANA?
En ARENA he aprendido política, he aprendido el conocimiento y la visión de la institucionalidad del país, yo sé cómo funciona la institucionalidad del país. Cuando una persona no sabe cómo funciona la institucionalidad del país puede caer en los problemas que actualmente tiene el presidente del Tribunal Supremo Electoral que resulta que no sabía que había un salario de 3,350 dólares en el tribunal y está enojado porque un gerente de informática, que es un ingeniero especializado, gane 5,000 dólares.
Si sabemos sobre la institucionalidad, sabemos qué discutir, qué cosas podemos cambiar, qué cosas vamos a poner en el tapete de la discusión para mejorar nuestra vida cotidiana, nuestra vida en la ciudad y también he aprendido a conocer la monstruosidad de los intereses particulares de grupos económicos, pequeñísimos pero poderosísimos, que no quieren democratizar ni el capital ni la política en el país.
¿Y a nivel político: cuando hablamos de cabildeo, consensos, diálogo? Porque usted fue hasta presidente de la partido y tomó grandes decisiones…
Claro, yo, uno de los dirigentes del partido y los jefes de fracciones no somos los que tomamos las decisiones. Las toman los consejos ejecutivos nacionales y las toman los equipos, los colectivos.
El menos, cuando yo fui jefe de fracción había un COENA que nos llevaba el desarrollo de una visión política del país y se discutía con los diputados y hacíamos el accionar y ahí fue como gobernamos. Acordate, tanta alaraca que hacen y no en ARENA se pasó Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez. Se cambiaron de partido político, hicieron el grupo de los renovadores. Yo me acuerdo que ciertos diarios y ciertos medios, lo que hacían era aplaudir y decían qué bueno que se dividieron, pero GANA se divide de ARENA y dicen son tránsfugas, son malos.
¿Traidores?
Que somos traidores, que somos expulsados. Entonces, esa es la doble moral de ARENA la que no entiendo.
Pero volviendo a los consensos, ¿cuál es la fórmula: ganar-ganar, dar algo a cambio de qué?
Bueno, yo fui secretario de la Comisión de Diálogo del gobierno de El Salvador y aprendí, trabajé por construir la paz de este país y yo estuve en todas y cada una de las reuniones de la paz por el país en todas y en cada una.
Tenía 25, 26 años cuando llegué de secretario ejecutivo y estuve sentado con Schafik Handal, Roberto Cañas, Salvador Samayoa, en todas las reuniones que fueron públicas y en las secretas, porque había un pequeño comité, un petit comité que estaba Óscar Santamaría, David Escobar Galindo y el “Chato” Vargas, y por el FMLN eran Schafik Handal , Salvador Samayoa y Leonel González (Salvador Sánchez Cerén).
A veces, el Frente cambiaba una que otra figura, Schafik siempre presente y siempre Salvador; a veces, llegaba otra persona más especializada en el tema o llegaba Joaquín Villalobos, y eran pequeños comités, petit comité que nunca se supo en El Salvador de ellos pero que hicieron avanzar dinámicamente el proceso y estuve allí. Sé lo que es el consenso, lo que es construir un consenso, sé lo que es construir un consenso legislativo, por eso se aprobaron todas esas legislaciones durante los nueve años que estuve.
¿Incluyendo negociaciones bajo la mesa?
No, es que mira, la gente interpreta. Yo por lo menos nunca hice una negociación bajo la mesa. Cuando uno hablaba del Partido de Conciliación Nacional, que es otra de las dobles morales que venimos, porque nosotros no compramos al Partido de Conciliación Nacional. Simple y sencillamente acordamos en los puntos de vista y, lógicamente, tú tienes que ceder parte de la conducción de la política pública y se cedían instituciones.
¿Ceder?, ¿la eterna Corte de Cuentas para el PCN?
Ajá, la eterna Corte de Cuentas para el PCN.
Pero con una intencionalidad, ¿no? Quedó en evidencia con el anterior presidente Rosalío Tóchez que se engavetaron archivos de manera intencional…
Y entonces es bueno que, ahora, por ese tipo de cosas se revise el tipo de pertinencia, como el Tribunal Supremo Electoral, la Corte de Cuentas de la República, el Consejo Nacional de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia no tengan personas partidarias. ¿Ves cómo evolucionan las instituciones?
Esto me suena así como: errores que nosotros cometimos, no los cometan ustedes…
¡No hay que cometer los errores del pasado¡ Esa era la forma en la cual se establecía la política en ARENA y no debe hacerlo este gobierno del FMLN.
Y había conciencia de todos estos errores, ¿verdad? Esa necesidad de negociar, de ceder instituciones…
Permítame, ha habido ya una definición legal en el país para que las instituciones que te he mencionado no estén dirigidas por partidarios; antes, no. No puede ser un error. Es una evolución de la democracia salvadoreña que es diferente. Antes no era ilegal ni incorrecto ni ilegítimo, porque la ley no lo prohibía. Entonces, cuando la ley no prohíbe algo no puede ser ni correcto ni ilegítimo ni ilegal. Puede no gustar, que es diferente; puede una persona no estar de acuerdo, pero eso no lo califica en ninguno de los términos que he dado.
Ahora, la ley prohíbe que la Corte de Cuentas, el Tribunal (electoral), la Fiscalía estén, y lo prohíbe a través de una doctrina constitucional que son las sentencias de la Sala (de lo Constitucional). ¡Qué bueno¡ pero sería ridículo pensar que va a prohibir, la Sala, que los diputados tengan partido político. En ninguna parte del mundo hay diputados sin partido y en ninguna parte del mundo hay alcaldes sin partido político, o sea, hay cosas que se pueden y evolucionan y El Salvador, democráticamente e institucionalmente, evolucionó hacia este estamento.
Para cerrar este punto y retomando sus palabras, entonces, en ARENA se tomaban decisiones de ceder instituciones y estaban consciente que no gustaban esas decisiones…
Había muchas decisiones que no le gustaban a personas de ARENA.
¿Ni internamente ni afuera?
Ni internamente ni afuera. Yo creo que fue un error el haber potenciado, la dirigencia de aquel entonces, era presidente Armando Calderón Sol, el haber buscado la división y separación del FMLN; de las personas que se dividieron, ellos la potenciaron. Es más, con la visión de crear una modernidad en la izquierda salvadoreña y lo que hicieron fue que los dejaron colgados en el pasamanos del bus y sin bus, porque en todas esas cosas fallaron.
O sea, timaron, engañaron, algunos personajes de los que te he dicho en ARENA, a las personas. Igual, se hacían acuerdos de visión conjunta con Conciliación que solo tenían réditos electorales y todas estas cosas van dejando el sinsabor en bases del partido, en gente del partido, y quien no estaba de acuerdo con estas cosas y que en su momento oportuno estallaron.
Pero voy a ir al rescate, un gobierno tiene la necesidad de funcionar y te vas a acordar el resto de tu vida: siempre, siempre, un gobierno, porque no tenemos un sistema parlamentario donde no se tienen 43 diputados qué hace, entonces, cuando no hay una mayoría en la Asamblea siempre un gobierno para poder funcionar va a necesitar una mayoría, al menos de 43 votos de apoyo, y esa es la lógica… En su tiempo, esa responsabilidad le correspondió al Partido de Conciliación Nacional, histórica, a veces mal juzgada y ahora le corresponde a GANA, mal juzgado muchas veces también. Mal señalado por dar esa posibilidad de hacer gobierno para la gente, no detener el aparato del Estado.
Voy a aprovechar este momento histórico… Habló que el expresidente Calderón Sol potenció la división del FMLN, ¿de qué manera incidió?, ¿qué hizo él para atomizar al FMLN en su momento?, ¿hubo una negociación, dinero de por medio?
No, dinero de por medio no. Yo no estoy señalando semejante cosa. Hubo el compartir una visión de modernización de la izquierda y él (Calderón Sol) lo único que quería era una simple cosa: el IVA.
Yo me acuerdo que ARENA quería y los diputados nos oponíamos y tú solo no podías hacerlo, tenías que lograr fuerza con otros para no llegar a tocar los tributos de los más poderosos y ricos del país, la forma era que lo pagáramos todos los salvadoreños y el Pacto de San Andrés, el malogrado Pacto de San Andrés, en lugar de ser un punto de concertación y desarrollo de políticas nacionales conjuntas y de consenso, que iba a ser la etapa dos de los Acuerdos de Paz, se convirtió en el “pacto del IVA”. En imponerle por parte del gobierno de Calderón Sol, a la gente, el IVA, 13 puntos por ciento del IVA. Pacto de San Andrés se llama IVA, y eso es lo que hicieron.
Y te digo una cosa, ¿por qué no voté yo por Norman Quijano? Porque Norman Quijano y ARENA, en sus mentes, la solución que encuentran para sortear los recursos del Estado es poner el IVA al 17 por ciento y eso es lo que iba a hacer Norman a los cien días de su gobierno
Hubo una negociación debajo de la mesa a favor del IVA, entonces…
No te digo pues, la visión de gente como Joaquín Villalobos, en ese momento, era precisamente construir un acuerdo, un plan, de desarrollo nacional y consenso nacional, el cual lo dejó Calderón Sol colgado de la brocha, o sea, se los enganchó. Empezaba con el IVA e iba a continuar en la elaboración de consensos de políticas diferentes, de apertura, de compartir las visiones nacionales, de dar responsabilidades a esta gente de la izquierda en la conducción del gobierno, cosa que no se dio. Solo les sacó el IVA.