Obama recibió en el Salón de Gabinete de la Casa Blanca a los presidentes Otto Pérez (Guatemala), Juan Orlando Hernández (Honduras) y Salvador Sánchez Cerén (El Salvador), en el primer encuentro entre los cuatro líderes desde que la marea de niños se hizo pública hace dos meses.
El mandatario estadounidense declaró que su país y los países centroamericanos tienen una «responsabilidad compartida» en la cuestión migratoria y aseguró que su gobierno está dedicando más esfuerzos para abordar la reciente crisis causada por la llegada masiva a la frontera de EE.UU. de menores indocumentados sin acompañantes procedentes de Centroamérica.
Pese a que manifestó su compasión por los niños migrantes, hizo hincapié en la necesidad de seguir los procedimientos legales para poder acogerlos. «Estados Unidos es un país de inmigrantes pero también es un país de leyes, una migración desordenada pone en riesgo a las personas», señaló, quien además recordó que hay que tener en cuenta a las personas que siguieron el proceso legal para llegar a EE.UU.
Obama explicó a sus homólogos centroamericanos que bajo las leyes estadounidenses el país admite un cierto número de refugiados de todas partes del mundo basado en «criterios muy estrictos».
«El estatus de refugio (…) no es otorgado solo porque una familia vive en una mala zona o en la pobreza» afirmó, añadiendo que en casos de asilo justificado, las víctimas deberían solicitarlo en sus países de origen y no en los puestos fronterizos de Estados Unidos.
Obama, quien estuvo acompañado del vicepresidente Joe Biden en la reunión, aclaró que esas medidas solo beneficiarían a unos pocos.
Agregó que los esfuerzos conjuntos ya adoptados, como las campañas para desincentivar la migración de los menores, están dando sus frutos. Incluso estimo que este mes se han reducido cerca de 50% las estadísticas de niños migrantes que han entrado al país norteamericano.
Asimismo, insistió que Estados Unidos reconoce los desafíos serios que se viven en la región centroamericana, por la violencia y la pobreza que aqueja a esta zona. En este sentido, se comprometió a promover el desarrollo para que Centroamérica sea próspera, democrática y segura.
Insistieron que seguirán operando programas sólidos para apoyar a la región, al proporcionar $161.5 millones este año para los programas de la Iniciativa de seguridad regional de Centroamérica. Así como $130 millones en constante ayuda bilateral a El Salvador, Honduras y Guatemala para una variedad de programas relacionados con la salubridad, educación, cambio climático, crecimiento económico, cooperación militar y ayuda para la democracia.
Además, presidente Obama confía en que los legisladores estadounidenses den luz verde a un fondo de emergencia de $300 millones para afrontar la crisis fronteriza antes de que comience el receso vacacional del Congreso.
Pero los países también deben hacer «más para atender las raíces» de la migración ilegal, incluyendo la pobreza y la violencia en Centroamérica, señaló el mandatario.
Desde octubre más de 57.000 niños han cruzado ilegalmente a Estados Unidos sin compañía de adultos, lo que ha desbordado a las autoridades de los países involucrados.
Del total, 43,933 menores provienen de El Salvador, Honduras y Guatemala, huyendo de las pandillas, la pobreza o buscando reunirse con sus familiares en Estados Unidos, muchos también a su vez indocumentados.
Sánchez Cerén reitera compromiso con problemática de migración
En una conferencia de prensa en la embajada de El Salvador en Washington, el presidente de la República dijo que esta reunión fue “muy fructífera”, en especial porque ha quedado claro que más allá de la coyuntura actual, el problema debe verse con un enfoque de mediano y largo plazo, pues pasa por situaciones de carácter estructural, como la inseguridad, la pobreza y la exclusión que viven miles de centroamericanos.
“Permitió a El Salvador, Honduras y Guatemala expresar cómo nosotros vemos nuestra realidad, como vemos esta coyuntura humanitaria que se ha presentado”, dijo el jefe de Estado.
Añadió que “el tema de los niños no acompañados también está muy vinculado a desmostar una estructura que tiene que ver con el crimen organizado, con aquellas estructuras que se vinculan con el tráfico ilegal de personas”.
El jefe de Estado enfatizó la importancia de que esta problemática sea abordada desde “un punto de vista humanitario” y de corresponsabilidad de los países involucrados, así como el respeto al debido proceso en cada caso.
Asimismo, afirmó que se debe analizar las causas, pues este tipo de crisis tienen que ver también con los “desafíos” en materia de desarrollo económico y social en nuestros países.
Es importante, dijo el presidente, “darle facilidades a los niños y las niñas, a los adolescentes en educación y salud”, así como oportunidades de desarrollar proyectos empresariales.
En su visita a Washington el gobernante ha sido acompañado por el canciller Hugo Martínez y el embajador de El Salvador ante la ONU, Rubén Zamora.
Antes del encuentro con el presidente Obama, los presidentes centroamericanos se reunieron con el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, así como con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, siempre para abordar la problemática de la niñez migrante.