«Me retiro de la pseudo estructura política de este país, de este circo mediático que no pretende ayudar a nadie. De lo que no me retiro, a lo que no renuncio, es a tener el ojo vigilante sobre los políticos, abusos y errores», escribió Alejandro Muyshondt en un extenso artículo que publicó en su sitio web.
Muyshondt anunció días atrás su interés de ser candidato a diputado por San Salvador con el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
En una entrevista con Diario1.com, Alejandro dijo que su oferta electoral se basaría en proponer el estudio de la implementación de la pena de muerte y “reducir los vacíos de poder y fallas de regulación que en conjunto alimentan la presencia económica de los grupos criminales”.
En esa misma entrevista indicó que “una cosa es ser activista político y otra cosa es hacer política”. Sin embargo, este lunes dejó claro que «no quiero ser político».
«Me retiro de la política sin que haya entrado oficialmente a ella, sin haber recibido un centavo de ella. Me retiro de la política con la cara en alto sin que me puedan señalar de algo… Mientras la política y la manera de hacer política en este país no cambien, no estoy dispuesto a pertenecer a esta casta tan odiada y cuestionada por la población entera, con justa razón», expuso.
En la publicación, también aseguró que antes de tomar la decisión de ser político “evalué todas las consecuencias de estar dentro del sistema. Una de ellas, estar siempre bajo la lupa. Sabía que iba a pasar. Sabía que la sociedad y el mismo sistema me tendrían bajo monitoreo constante y escrutinio permanente”.
Por “lo políticamente correcto, uno no puede expresar lo que se siente o lo que piensa. Tampoco se puede ir a los lugares que uno quiere, no se puede saludar o estar con la gente que uno desea, no se puede estar enojado con nadie ni poner en su lugar al que te ofende. Uno no tiene derecho a pedir respeto de ninguna manera. Y nunca hay que olvidar: sonreír a las personas, aunque por dentro estés desecho”, indicó.