El Tribunal de Ética del Consejo Ejecutivo Nacional del partido Arena (COENA) recibió esta semana la petición de expulsión del expresidente Francisco Flores, por parte de de doce fundadores del partido. Sin embargo, uno de los integrantes del Tribunal dijo a Diario1 que el proceso podría no avanzar, porque no conocen el paradero del exmandatario.
“El gran problema que tenemos es que el Código (de Ética del partido) establece el proceso y en este momento no hemos podido notificarle nada, porque no sabemos dónde está”, dijo Guillermo Ávila Qüehl.
Según el político, el proceso a seguir, cuando una demanda es admitida, corresponde a notificar a los denunciantes, al Coena y al denunciado, para que este pueda hacer uso de su derecho de defensa y de presentación de pruebas a favor.
Sin embargo, Flores permanece desaparecido desde el pasado 31 de enero, cuando la PNC no pudo llevarlo ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa, que estudiaba las irregularidades de un donativo hecho por Taiwán durante el gobierno del tricolor.
Ávila Qüehl, no obstante, se mostró un poco optimista en el cumplimiento del procedimiento: “esperamos que, al aparecer, le podamos notificar”; agregó que, hasta entonces, la duración del proceso es indefinida.
El Tribual de Ética ya había tomado la primera medida días atrás, por petición de los candidatos de la fórmula presidencial, Norman Quijano y René Portillo Cuadra, que consiste en la suspensión de los derechos que como miembro del partido le correspondían, con lo cual se le inhabilita de participar en las instancias de decisión y de la posibilidad de optar a cargos públicos. “En este instante, él no es miembro de Arena”, dijo.
La petición de los doce fundadores será acumulada a la hecha por la fórmula y analizada en los próximos días. La resolución, para la cual no tienen una fecha, debido a que tampoco se puede cumplir con el proceso establecido sobre la notificación, podría culminar en una amonestación, en la absolución, la suspensión hasta por dos años o la expulsión.
El Tribunal, también compuesto por Samuel Quirós y Roberto Llach, se activa solamente cuando se recibe una demanda contra algún miembro del partido. Asimismo, no existe un tiempo perentorio, ya que se da por concluido hasta que los miembros del mismo lleguen a una resolución definitiva sobre el caso.
Aunque Ávila Qüehl dijo que el proceso de expulsión inicia por medio de la admisión de las demandas y las notificaciones respectivas, aclaró que la suspensión actual corresponde a una medida “momentánea”, mientras se estudia el caso a profundidad.