El Salvador
sábado 16 de noviembre de 2024

La libertad hizo crecer a ARENA, la moral y justicia al FMLN

por Lafitte Fernández


¿Por qué se produjo ese explosivo crecimiento en el partido de derecha? La cantidad de votos creció en poco más de 400 mil. Lo extraordinario de ese acontecimiento electoral es que sucedió en sólo cuatro semanas.

Un extrovertido oyente de una radioemisora local tomó su teléfono y dijo al aire: “en la primera vuelta yo voté por el FMLN, pero en esta segunda oportunidad, cuando vi lo que pasaba en Venezuela me asusté y dije que no quería ver que eso pase en mi país”.

El comentario quizá pasó desapercibido pero en buena parte transmite lo que pudo haber pasado en el país. Explicaría, en buena medida, el agigantado crecimiento que mostró ARENA en la segunda ronda electoral.

¿Por qué se produjo ese explosivo crecimiento en el partido de derecha? La cantidad de votos creció en poco más de 400 mil. Lo extraordinario de ese acontecimiento electoral es que sucedió en sólo cuatro semanas.

Quizá hay una explicación para que eso sucediera. Hay que tomar esto a manera de hipótesis: en la segunda ronda habría chocado los conceptos morales y de justicia social contra la percepción de la libertad.

Esta sería la explicación: en la primera ronda prevalecieron, en las percepciones de la gente, dos palabras: la moral y la justicia social.

Lo primero estuvo representado por la batalla que empezó el presidente Mauricio Funes contra el exmandatario Francisco Flores, quien desapareció sin explicar el destino de al menos $10 millones que recibió del gobierno de Taiwán.

Sin duda, las conductas que se le atribuyen a Flores golpearon el pecho de muchos votantes y hasta avergonzó a un buen número de areneros.

En el corazón de la campaña de la primera vuelta también estuvo reflejada otra idea valor: la búsqueda de una mayor justicia social mostrada en temas que van desde el vaso de leche hasta programas como Ciudad Mujer, encabezado por la Primera Dama Vanda Pignato.

El FMLN juntó, en la primera ronda, una combinación bastante explosiva en campañas políticas basadas en la moralidad y justicia social. Si a todo eso se agregaba el impacto de los programas sociales del gobierno y los efectos de ALBA en el campesinado nacional y la clase media baja, el resultado era esperable: 300 mil votos de diferencia para el FMLN en el primer escrutinio.

Segunda vuelta

Las cosas cambiaron durante la segunda vuelta: de pronto los salvadoreños comenzaron a ver, casi en pantalla gigante, lo que sucedía en Venezuela con las protestas sociales y hasta muertes en las calles. Así nació la verdadera gasolina de la crecida en la votación de ARENA. Surgió otro concepto más apreciado aún por muchos votantes: la libertad.

Como pocas veces en sus vidas, y hasta por mera coincidencia, los salvadoreños tuvieron, por casi cuatro semanas, una película en sus mentes: lo que ocurría –y ocurre– en Venezuela donde jóvenes se enfrentaban, casi a diario, con las fuerzas del oficialismo que apoyan a Nicolás Maduro.

Desde que eso empezó a ocurrir en Venezuela, ARENA casi no urgía de mucha propaganda para que decenas de miles de salvadoreños se aterraran y comenzaran a privilegiar la libertad, por encima de la lucha contra la corrupción o la justicia social reflejada en el vaso de leche.

El partido tricolor abandonó, entonces, los temas de la seguridad y otras propuestas que usó en la primera vuelta y se dedicó a escandalizar con el modelo de Venezuela. La materia prima de la propuesta era, incluso, gratuita.

Entonces, en esa segunda vuelta, ocurrió lo que siempre pasa: como la concepción de la libertad tiene más valor para los seres humanos que las luchas morales o la igualdad social, aquella se transformó en la gasolina que necesitaba ARENA para acortar la diferencia y conseguir más de 400 mil votos adicionales.

Con ese valioso combustible ese partido logró mejorar, en la segunda ronda, la publicidad, las posturas personales de sus candidatos, la organización, las propuestas y muchas otras cosas.

Nada de eso es sorprendente: buena parte de la historia política moderna de la humanidad se refleja en una permanente lucha entre la libertad y la justicia. Muchas veces, quienes batallan por la justicia, atropellan las libertades, o quienes bregan por la prevalencia de las libertades públicas se olvidan de hacer justicia en su sociedad.

Esta vez, ARENA y FMLN no estuvieron alejados de ese tipo de batallas. En la primera ronda ganaron los asuntos morales y el debate sobre la justicia social en un país donde los pobres son más. En la segunda ronda prevaleció la noción de libertad reflejada en los hechos de Venezuela que fueron, visualmente intensificados, por algunos medios de comunicación.

Por esas razones ARENA cambió su discurso: vamos a decidir entre dos sistemas de vida, fue lo que sus dirigentes manifestaron como estrategia.

Pero, al final, seis mil votos se convirtieron en la diferencia. Esa distancia es pequeña pero el país quedó partido, al menos momentáneamente, en dos partes.

En asuntos de batallas de valores (la moral y la justicia frente a la libertad), es probable que el FMLN quede notificado que un futuro gobierno suyo (de resolverse los recursos legales), debe tomar en cuenta ese tipo de ideas fuerza entre los pobladores.

Es de suponer también que ARENA debe incorporar a su ideario y acciones otras ideas y percepciones como la justicia y el desempeño moral. Definido eso, hay otros factores que contribuyeron a su crecimiento.

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