“No me queda más que saludar a la fórmula ganadora: a usted, profesor Salvador Sánchez Cerén, a usted, licenciado Óscar Ortiz. Me permito felicitarles por este triunfo legal, legítimo, transparente obtenido en las urnas electorales”, cerró entre aplausos su discurso el magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Eugenio Chicas, la noche en la que la fórmula del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) recibía las credenciales que le acreditaban como la ganadora de los comicios presidenciales.
«¿Qué le da legitimidad a un proceso electoral?”, fue la pregunta lanzada por Chicas para manifestar que la participación de los 316 mil 954 salvadoreños que acudieron a las urnas es la para el ente colegiado “la gran legitimadora del este proceso”.
Escuchados sus nombres, Sánchez Cerén y Ortiz caminaron uno a uno para recibir un certificado en el que les hacía constatar que, luego de 16 días desde que se realizaron las elecciones, ya eran reconocidos como presidente y vicepresidente electo.
Ambos subieron a la tarima, instalada en uno de los pabellones del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), en San Salvador. Sobre ella, permanecían sentados, además, todos los magistrados del TSE, incluido el magistrado suplente por la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Douglas Alas. Presente desde inicio hasta el fin, Alas fue el único que reservó sus aplausos.
Los funcionarios no faltaron, así como tampoco exalcades de izquierda ni el excandidato por Unidad, Antonio Saca, y mucho menos el presidente de la República, Mauricio Funes.
Finiquitada la entrega, los invitados se pusieron de pie. Así, también, lo hicieron cuando Sánchez Cerén ingresaba a buscar su asiento. El único que prefirió aguardar sentado y con la mirada baja en este justo momento: el fiscal general de la República (FGR), Luis Martínez.
Sánchez Cerén bajó, repartió apretones de manos tanto a Funes, a la primera dama, Vanda Pignato; al secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Hato Hasbún; y el expresidente de la República, Antonio Saca, quien dijo estar esa noche “en calidad de ciudadano”.
«Como participante en la contienda de primera vuelta he sido invitado por el TSE a la conclusión del proceso que determina que Salvador Sánchez Cerén es el nuevo presidente de la República», dijo Saca, tratando de dejar claro que no busca ningún cargo público en la próxima gestión.
Sin embargo, no tardó mucho tiempo para sostener:”Ustedes van a ver a Tony Saca participando en política, aunque no necesariamente en un cargo».
Las 6:00 p.m. fue la hora convocada para entregar las credenciales. En medio de un salón abarrotado, rodeado de seguridad y de unos cuantos manifestantes que mostraron su descontento por el caso Francisco Flores, los asistentes corrían para lograr una silla. Ministros, diputados e “invitados especiales” se ubicaron en las que ya estaban reservadas.
Cerca de las 6:30 p.m., sujetado de su andadera y acompañado de la primera dama, esperaba Funes el ingreso de Sánchez Cerén y de Ortiz. Discreto, vestido de guayabera blanca, se mantuvo junto a la tarima, para tratar de que su presencia fuera casi imperceptible.
Frente a la pareja presidencial, se veían pasar los saludos, las fotos y los abrazos, que hacían tiempo para que comenzara el evento. Así como la vestimenta sobria, los trajes oscuros y uno que otro vestido de noche que atrapa las miradas y los lentes de las cámaras.
Los más solicitados: el alcalde de Nuevo Cuscatlán, Nayib Bukele; la exedil del municipio de Apopa, Luz Estrella Rodríguez; y el exalcalde de Soyapango, Carlos “El Diablito” Ruíz.
Con credencial en mano, Sánchez Cerén habló frente a los medios rodeado de dirigentes del instituto político, como Manuel Melgar, la diputada Lorena Peña, el secretario general Medardo González. Un periodista, aprovechando el contexto, preguntó si las figuras que estaban tras suyo formarían parte de su gabinete. A lo que el presidente electo respondió: «Yo quisiera que todos ellos se vinieran a mi gabinete, pero hay que buscar el equilibrio».
No dio aún nombres de quiénes estarán a cargo de los diferentes ministerios, pero adelantó: «Seleccionaremos a los mejores compañeros y también a los mejores ministros que se han desempeñado durante este gobierno”.
Con la vista puesta en el mercado asiático, como Sudamérica y Europa, así como giras que pretende hacer por Centroamérica, Sánchez Cerén dijo que los acercamientos con los empresarios salvadoreños y los trabajadores seguirán en pie.
«Debe dejar de ser un tabú»
Minutos previos de terminar su discurso y antes de hacer el llamado de pasar al coctel, Chicas dijo que El Salvador es considerado un referente en América Latina en materia electoral. “Pudimos impartir justicia electoral…y haber actuado conforme al derecho”, prosiguió no sin antes hacer un llamado a demostrar que se puede hacer un salto de la democracia representativa a la participativa.
Seguro de que este tema debe ponerse sobre una mesa de discusión, de que El Salvador ha alcanzado “madurez electoral” y que además está preparado para “respetar los resultados electorales”, Chicas exhortó a ampliar la participación ciudadana a los plebiscitos y referéndums.
“No debe ser más un tabú”, consideró cuando daba por concluida la jornada electoral de 2014 y a las puertas de una legislativa y municipal, que se realizarán en 2015.