Sobre el terreno en el que los salvadoreños acudirán a emitir su voto este domingo, más de 2,000 observadores -tanto nacionales como extranjeros- mantendrán sus ojos enfocados en el desarrollo que tendrá el sistema de elecciones.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció la llegada del total acreditado en el transcurso de la semana. Sin embargo, algunos se hicieron presentes para evaluar el desarrollo no solo del día de los comicios, sino de la campaña electoral, que cerró el pasado miércoles.
Carlos Graffe, Julio César Rivas, ambos venezolanos, y Giovana Zacarías, de Perú, son tres observadores que, por primera vez, presencian una elección salvadoreña. Los tres observadores llegaron a El Salvador el pasado sábado. Desde ahí, les ha permitido tomar apuntes de lo percibido hasta el cierre de campaña y de lo que esperan presenciar este domingo.
Julio César Rivas, un joven diputado de Carabobo en Venezuela, consideró que tres puntos son esenciales para que haya una elección justa. Según comentó, este país debe reflejar que el voto se emitió de una forma libre, transparente y secreta.
Si algo destacó de esta contienda es que se haya desarrollado bajo un proceso de paz, en la que no se ha dado tanta violencia como en elecciones pasadas.
No obstante, uno de los puntos desfavorables que han percibido es que las autoridades no han garantizado de forma expresa que el voto será secreto. La percepción se basa en, según aseveraron, la existencia de algunos grupos de delincuentes y criminales que están coaccionando a ciudadanos por el voto.
“Nos han llegado algunos mensajes en los que se aseguraba la posibilidad de poder ver el voto. Quizá esto sea falso, pero sería bueno que el TSE invirtiera en la publicidad que garantice que el voto será secreto”, expuso Rivas. Entre estos grupos que estarían “influyendo” en la elección se encontrarían los pandilleros, un “grupo de criminales que están tratando de coaccionar a los ciudadanos libres.
Desde su llegada, los tres observadores fueron testigos del fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que inhibía a cualquier funcionario a hacer proselitismo; una resolución que aplaudieron. Para ellos, si se dio es porque “algo no anda bien”, por lo que este puede ser considerado un llamado de atención en tiempos electorales. “Aunque hace falta. Es un primer paso, pero tiene que regularlo un poco más”, fue la opinión expuesta por Graffe.
Tras revisar el Código Electoral, dijo Graffe, claramente se expresa que los funcionarios no pueden valerse de su cargo para hacer campaña política, promover o perjudicar algunas de las opciones. “Ves constantemente propaganda del presidente, de la primera dama. Y eso queda un desbalance… Se está usando de tus impuestos para un fin político”, añadió el líder venezolano a lo que acotó: “En Venezuela eso se hace absolutamente todos los días. Pareciera que se repite el mismo modelo en El Salvador”.
Graffe se mostró en desacuerdo por la campaña hecha por el Gobierno. Según él, a través de sus distintas instituciones y empresas hace campaña política y proselitismo por determinada opción o partido político. Entre eso destacó el rol de Alba Petróleos, de darle beneficios a algunos salvadoreños, como programa de becas a jóvenes. Según dijeron, hubo un “ventajismo de parte del oficialismo”.
“Y vemos cómo ese dinero de venezolanos se está invirtiendo aquí. Mientras que para los venezolanos es imposible salir a estudiar afuera, porque no es un gobierno que ayude en ese sentido”, relató.
Giovana Zacarías, del Partido Popular Cristiano de Perú, manifestó por su lado el haber podido apreciar una falta de neutralidad de parte del presidente, de dar conferencias de prensa para atacar a un partido político. Compartió, al igual que los venezolanos, que el “costo beneficio” de parte de la relación entre Alba y el Gobierno de El Salvador: “la gente tiene que saber el costo de recibir una bolsa de arroz, de azúcar tiene un costo beneficio. No se puede vender a un país a costa de que te subvencionen con alimentos”, aseguró.
Luego de percibir una alta participación del electorado durante la campaña, de diferentes formas, los observadores no dudaron que los salvadoreños acudirán a las urnas. “Lo que podemos hacer es invitar a la gente a votar. Como decimos en Venezuela, si no votas no tienes después derecho a quejarte”, concluyó Graffe.