La coyuntura electoral sirve de escenario para que afloren temas sensibles para la vida del país y uno de estos es la posible reforma a la Constitución.
Para la derecha representada en ARENA, su supuesto temor es que la Constitución se trastoque para que la izquierda se perpetúe en la Presidencia, un tema que descarta por completo la izquierda del FMLN.
Al margen del momento electoral, el diputado legislativo y miembro de la Comisión Política del Frente, Santiago Flores, asegura que a su partido tampoco le interesa modificar la Carta Magna ni en cinco ni en 10 años.
Apunta, no obstante, que el espíritu constitucional se violenta sobre todo cuando los magistrados de la Sala de lo Constitucional emiten algunas sentencias e intentan legislar, lo cual debería corregirse.
La solución, según Flores, es recuperar la “visión” o el “papel” que les confiere la misma Constitución a los órganos de Estado y en este punto agradece la contribución “no ideológica” de la ciudadanía.
“En la medida que el pueblo participa y conoce estos temas, en esa medida (los magistrados) van a ser juzgadores y aplicadores de una verdadera justicia en este país. Creo que hay más involucramiento hoy de la sociedad, pero más involucramiento no ideológico si no conociendo para dónde va El Salvador, para dónde necesita construirse esto”, dijo.
Aunque el diputado, al menos en su discurso, reconoce que debe haber respeto por la institucionalidad entre los órganos de Estado no puede obviar el hecho que desde la Asamblea queda pendiente la elección de un magistrado titular y posible Presidente de la Corte Suprema y, que ese magistrado resultará del cabildeo entre partidos solo cuando se encuentre al abogado que garantice los “intereses” de algunos políticos.
Como FMLN, ¿se ha considerado revisar la Constitución?
En realidad, nosotros nos sentimos bien con la reforma que se hizo a partir de los Acuerdos de Paz. Creo que hasta este momento no hay situación que nos esté planteando con urgencia la modificación de la Constitución como tal.
Lo que sí hemos estado preocupados y hemos dado la batalla es cuando han surgido sentencias que han modificado de una forma no establecida, la Constitución, eso sí nos ha preocupado. Creemos que el FMLN, hasta este momento, no está interesado en una modificación de la Constitución, aunque hay veces que surgen comentarios, pero en realidad el FMLN ha tomado la decisión de no modificar la Constitución.
¿Cuándo habla de no modificarla se refiere a esta coyuntura electoral o estamos hablando que en un posible segundo gobierno del FMLN tampoco se haría?
De lo que nosotros estamos convencidos es que, lo que hemos buscado, es que funcione la institucionalidad democrática y eso está establecido en la ley. Lo que hemos buscado es toda esa parte primera de la Constitución, de los principios, donde lo que te empuja es hacia el bienestar social y lograr poner el Estado en función social. Entonces, si queremos desarrollar esa parte hablamos de garantizar los mecanismos de educación, los mecanismos de salud, los mecanismos de medio ambiente, que están contemplado ahí.
Si nos vamos a los mecanismos pétreos, creo que no hay necesidad de cambiar nada para ir creando un sistema social como el que se ha iniciado con el gobierno de Mauricio Funes. ¿Qué ha significado eso? Convertir el Estado en un benefactor de la gente más pobre y que eso dice la Constitución, por lo tanto, no tenemos ninguna necesidad de modificar nada hoy ni el próximo gobierno de cinco años ni dentro de unos 10 años.
Sus detractores políticos señalan que ustedes tienen la intención de modificar la Constitución…
Lo que pasa es que ha tenido, ARENA en este caso, una necesidad en esta campaña de meter incertidumbre y esa incertidumbre ha venido no solamente en este periodo si no en cada campaña. Ellos tratan de plantear que lo que está en juego es el Estado de Derecho y, precisamente eso, es lo que ha garantizado la Constitución, eso ha garantizado al gobierno de Mauricio Funes. Ese va a ser un planteamiento electoral de ARENA, no de la derecha, para poder meter incertidumbre y que la gente vea otra situación la cual no está próxima.
Sin embargo, luego de lo que se consideró un choque entre poderes, específicamente con las sentencias de la Corte, hubo dentro de la Asamblea Legislativa declaraciones sobre que después de las elecciones se revisaría la Constitución para establecer fronteras de hasta dónde la Corte podía, a través de sentencias, trastocar el mismo espíritu constitucional…
Mire, yo creo que en ese tema, lo que en realidad existe es que hemos ido estableciendo un Estado donde los distintos poderes han jugado su papel y lo que sí ha habido es la preocupación cuando hay decisiones que no le competen, pero eso está establecido. Está establecido el papel que le corresponde a la Corte Suprema de Justicia, pero cuando ya se pone a legislar está invadiendo funciones que le corresponden al poder legislativo.
Ese es el tope que ha habido, no es de reforma constitucional si no de respeto a la Constitución como tal, a la norma establecida, o sea, no por una interpretación que le corresponde a la Sala (de lo Constitucional) va a reformar lo que la Constitución está planteando, no con una medida cautelar va a plantear la disposición que tienen, en este caso los funcionarios públicos, el derecho político que tienen como ciudadanos. Entonces, se refiere a eso: no es de reforma si no del verdadero papel que jueguen los organismos.
Diputado, si parto de su tesis que no se trata de una posible reforma si no del respeto del espíritu de la Constitución, ¿cómo incidir para que los magistrados de la Sala atiendan lo que los políticos sugieren?
Si usted sabe, al inicio, los magistrados tuvieron, y hablo de la Sala de lo Constitucional, los veían como redentores de todo. Hoy, precisamente la ciudadanía, tiene una mejor visión del papel que ellos han estado jugando y eso ha ido evolucionando hasta el momento que lo ha ido quedando claro es hasta dónde se respeta la norma jurídica, hasta dónde juegan el papel que les corresponde.
En la medida que el pueblo participa y conoce estos temas, en esa medida van a ser juzgadores y aplicadores de una verdadera justicia en este país. Creo que hay más involucramiento hoy de la sociedad, pero más involucramiento no ideológico si no conociendo para dónde va El Salvador, para dónde necesita construirse esto.
¿Cree que ese mensaje lo lleguen a atender los magistrados tal cual lo plantea el FMLN? Mire que hay visiones sobre cómo hacer las cosas…
Mire, yo creo que vamos caminando. Así nos dijeron cuando dijimos nosotros: vamos a firmar los Acuerdos de Paz y algunos tenían dudas que esto se diera. Hoy, precisamente a 30 años, hay una distancia entre las condiciones sociales, políticas y económicas de ese momento a lo que hoy tenemos. Y hoy, precisamente, este gobierno del FMLN con Mauricio Funes ha abierto más los espacios que permiten el libre juego de las ideas, la libre discusión y el pensamiento más activo. Yo creo que en esa medida tenemos una mejor participación en la construcción de esta sociedad.
Diputado, después de lo que ha expuesto, ¿cómo queda el hecho que se tiene que nombrar a un magistrado, que posiblemente se convierta en el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, y hay un cabildeo interno para que las cosas se ajusten a las necesidades de los políticos? Es decir, por una parte está el discurso que no se habla de una reforma si no de respetarla, pero desde la Asamblea hay movimientos para garantizar sus intereses…
Mira, tú sabes que eso es parte de lo que la vida política ha forjado y puede ser que hay intereses. Yo creo que lo mejor sería que el papel de la Asamblea ha ido caminando, ha ido evolucionando y que la Asamblea pueda tener en este espacio la oportunidad de elegir.
En la Comisión Política, en este tema, dijimos: miren, de la lista que está elijamos seis, de esos seis puede ser que esté el que nos hace falta como magistrado propietario y dentro de todos veamos quién puede tener la capacidad de ser el Presidente. No nos estamos cerrando a que el que llegue sea el Presidente si no que todos tengan las mismas oportunidades.
Pero siempre queda latente que los políticos, en este caso de la Asamblea, nombre a alguien que comparta su visión de cómo deben ser las cosas…
Ese es el libre juego de poderes. Lo que tenés ahí es cómo vas a tener los pesos y contrapesos.