El Salvador
viernes 15 de noviembre de 2024

Dagoberto Gutiérrez: El pueblo tiene el cerebro despierto

por Redacción


“El momento es extraordinariamente importante. Todo está en manos de lo que el pueblo decida. Económicamente vienen momentos muy amargos, pero el pueblo está en condiciones de asumir las responsabilidades que le tocan”, dice Dagoberto Gutiérrez.

El pueblo salvadoreño votó con sabiduría en las elecciones del domingo 2 de febrero. Unos votaron por un partido político, otros anularon el sufragio y algunos se abstuvieron, pero aseguraron una segunda vuelta electoral.

“Esta decisión fue una gran maestría de la gente, que supo resistir a la absorbente campaña tecnológica que le cayó encima durante más de dos años”, aseguró Dagoberto Gutiérrez, ex dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

El también vicerrector de la Universidad Luterana Salvadoreña afirmó que “el mundo de los partidos políticos se ha agotado en la medida que se agota el mundo de los Estados, absorbidos por el control del mercado. Los partidos políticos dejan de hacer política. Y las empresas son las que asumen el papel de actores de la política”.

En este sentido, en el caso de El Salvador, eso ocurre con Alba Petróleos, que es propietaria del partido FMLN. Es el centro hacedor de política. Pero lo mismo ocurre con Ricardo Poma y los otros dueños del partido ARENA. Es exactamente igual, es el mismo fenómeno, dijo Gutiérrez a Diairo1.

¿Cómo ve el panorama político después de las elecciones del domingo pasado?

En el panorama político se confrontan dos sectores. Uno burgués y otro oligárquico. Esta es una confrontación histórica.

¿Quiénes son los burgueses y quiénes son los oligarcas?

Eso está muy claro. Esta es una confrontación histórica que abre caminos para terminar con un largo período histórico. Es una lucha centenaria; la burguesía expresada en el partido FMLN, y la oligarquía tradicional expresada en el partido ARENA, hicieron una campaña muy adecuada a sus intereses. Y se disputan el control del aparato del Estado en momentos en que el sector oligárquico ha perdido, previamente, el control de la economía y entregó 1983 el control del mismo aparato del Estado, pero siguió conservándolo.

¿Qué futuro le ve a la derecha?

Es que tanto la salida burguesa como la salida oligárquica son salidas de derecha.

¿Qué futuro le ve a ARENA?

Aquí no están en juego ni izquierdas ni derechas. Estamos hablando de una burguesía, que nunca la burguesía es de izquierda. ARENA expresa una cabeza política oligárquica que desconoce toda regla democrática burguesa. También desconoce la historia, y desconoce el momento histórico que estamos viviendo. ARENA no sabe qué está pasando ni qué les está pasando.

¿No pueden interpretar la coyuntura política?
No. No sabe cómo hacerlo.

En el caso del FMLN…

El sector burgués tiene a su favor su capital porque hay que saber que la campaña electoral es de Alba Petróleos. Tiene a su favor el capital, la tecnología y la mercadotecnia.

En caso de ganar, ¿quién gobernaría? ¿Alba Petróleos o el FMLN?
Eso no es una cosa en discusión. Lo mismo en ARENA.

¿Podría ampliar eso?

El mundo de los partidos políticos se ha agotado en la medida que se agota el mundo de los Estados, absorbidos por el control del mercado. Los partidos políticos dejan de hacer política. Y son las empresas las que asumen el papel de actores de la política.

En el caso de El Salvador, eso ocurre con Alba Petróleos, propietaria del partido FMLN. Es el centro hacedor de política. Lo mismo ocurre con Ricardo Poma y los otros dueños del partido ARENA. Es exactamente igual, es el mismo fenómeno.

¿Qué vislumbra si ARENA pierde también en la segunda vuelta electoral?

Hay que saber, como presupuesto de lo que viene, que el pueblo votó con una inmensa sabiduría, con una gran maestría. Unos votaron marcando una papeleta, otros la anularon, algunos se abstuvieron o se ausentaron, pero en todo caso aseguraron una segunda vuelta. Esa es una gran maestría de la gente, que supo resistirse a la absorbente campaña tecnológica que le cayó encima durante más de dos años.

El pueblo tiene el cerebro despierto. Esa es la esperanza y esa es la posibilidad. Al escuchar a los dirigentes de ARENA se llega a la conclusión que ellos no saben qué es lo que está pasando. Y si lo saben, tienen muy guardado ese conocimiento. Es posible que lo revelen después.

¿Es factible un gobierno de unidad nacional?

Es que los que gobiernan no son los partidos, sino la clase social dueña de los partidos. Y son los intereses de ese sector los que se convierten en interés público. No son los partidos.

¿Es posible que los dueños de los partidos se pongan de acuerdo?

Ellos se pueden poner de acuerdo, por supuesto.

¿Hacia dónde va El Salvador?

El momento es extraordinariamente importante. El pueblo tiene el cerebro despierto. Todo está en manos de lo que el puedo decida. Económicamente vienen momentos muy amargos, pero el pueblo está en condiciones de asumir las responsabilidades que el tocan. Las cosas decisivas no están arriba, siempre están abajo.