La historia de al menos $10 millones que el ex presidente Francisco Flores recibió de Taiwán se ha convertido en una bola de nieve que rueda, colina abajo, como una sombra que busca caerle encima al ex gobernante.
Pocos dudan que la última comparecencia de Francisco Flores ante la comisión legislativa que investiga el destino de los $10 millones donados por Taiwán provocó al menos tres efectos.
El primero de ellos es que elevó la presión social contra el Fiscal General, Luis Martínez, para que explique y revele los resultados de sus investigaciones sobre su caso.
Segundo, lo hizo perder terreno dentro de su propio partido hasta el punto que se vio obligado a separarse del grupo de asesores de candidato presidencial de ARENA, Norman Quijano.
La postura de Flores, al no explicar el destino final del dinero recibido de Taiwán, le ha provocado, igualmente, un fuerte daño a la imagen y la campaña presidencial de ARENA, aún entre areneros.
Esto último debe tomarse en cuenta que los efectos negativos de las manifestaciones de Flores ocurre en momentos en que casi culminaba una campaña presidencial. Además, todo se da en un momento en que ARENA apostó a cerrar la búsqueda de votos con el tema de la inseguridad, pero el FMLN intenta triturar, a su rival, con el asunto de la corrupción.
El mayor problema de Flores es que el 7 de enero de este año dijo que el dinero que recibió de Taiwán lo usó en la lucha contra el crimen organizado y para atender las emergencias del terremoto, entre otras cosas.
Las cosas empeoraron para él cuando los diputados de la comisión legislativa llamaron a algunos de sus colaboradores más cercanos (entre ministros, ex jefes policiales, ex fiscales y otros) y ninguno de ellos verificó la versión del ex gobernante.
Ante eso, y después de un descalabro de imagen al intentar salir del país hacia Guatemala, Flores volvió al Congreso y no pudo decir un solo beneficiario de la inmensa cantidad de dinero que recibió.
Posición del Fiscal General
Aunque lo niegue, las poco claras manifestaciones de Flores pusieron al Fiscal General, Luis Martínez, como boxeador contra las cuerdas. Las no explicaciones del ex gobernante la elevaron la presión a Martínez para que explique, lo más pronto posible, los primeros resultados de sus investigaciones sobre el dinero donado por Taiwán.
El papel de Martínez es clave: sólo él puede pedir copias de los cheques y los detalles de las pesquisas realizadas por el Departamento del Tesoro.
Todavía se desconoce si pidió esos documentos. Sería grave que el funcionario no hubiese pedido los documentos. Muchos sospecharían que podría estar cubriendo las conductas de Flores en momentos en que el caso es cada vez más y más público.
Además, Martínez no podría alegar que como el banco propiedad de salvadoreños cambió de dueños en los últimos diez años, ya no tienen acceso a los documentos del caso.
Si Martínez menciona eso, se entrampa. Según las leyes estadounidenses, los documentos que respaldan un Reporte de Operación Sospechosa (ROS), los documentos de respaldo deben guardarse hasta 30 años.
Ante toda esa serie de hechos, y el desatino como Flores se ha defendido, posiblemente el Fiscal General, Luis Martínez, se vio obligado a congelar las cuentas bancarias de Flores y algunos de sus bienes.
El problema del Fiscal General es que la presión para que revele sus actuaciones y muestre cuánto ha avanzado en el caso Flores, podría salpicar, fuertemente, su imagen pública. Pareciera que esta vez los incumplimientos de deberes no pueden tener cabida. Algo debe mostrar Martínez y pronto.
Una salida: dinero de campaña
Ahora se sabe que a Flores lo han cuestionado hasta algunos de los principales financistas del partido ARENA. Muchos de ellos lo han tenido siempre como un niño mimado, intelectualmente.
Pero ha trascendido que las posturas de algunos de sus históricos padrinos han cambiado, principalmente porque sus explicaciones no son coherentes antes los salvadoreños. Hasta dueños de periódicos le han preguntado, en su cara, por el destino del dinero de Taiwán.
Una de las salidas que han comenzado a escucharse es que el dinero de Taiwán se usó en la campaña que acabó con la elección de Saca como gobernante de ARENA. Eso le daría a Flores la posibilidad de responder las acusaciones y advertir que no puede defenderse, siguiendo esa ruta, porque Saca no lo confirmaría por su enemistad política. Sería una salida para él.
La historia comenzaría con el Reporte de Operación Sospechosa (ROS), del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que menciona, en sus primeros párrafos, de $5 millones que cruzaron el espacio financiero hasta llegar a una cuenta en Bahamas.
Es ese documento (ROS) él que dice que esos $5 millones estarían destinados para financiar la campaña electoral de ARENA que acabó con la victoria de Elías Antonio Saca ( febrero del 2009).
Es evidente que no son los banqueros quienes delatan, en el (ROS), que ese dinero pudo usarse en la campaña de Saca. Obviamente que lo que debió suceder es que cuando los banqueros, y aún el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, preguntan sobre el origen del dinero, es muy probable que el mismo Flores responde que se trata de una donación para la campaña de ARENA del 2003-2004.
Esto es presumible porque es lógico pensar que es el mismo beneficiario de los cheques quien responde la consulta de los banqueros y del propio Departamento del Tesoro, como se explica a Diario1.com.
Hay quienes dicen que el problema de Flores es que no puede decir, ante los diputados que lo investigan, que parte del dinero se usó para la campaña del 2003 para no aceptar un delito y poner en problemas al gobierno de Taiwán. Entre quienes piensan eso se incluye al columnista Paolo Luers dispensando a Flores por callar en el Congreso el destino del dinero. Los banqueros internacionales no podían responder bajo suposiciones.
Pero los problemas de Flores no acaban ahí. Esa tesis no sería del todo aceptable, para algunos, por estas razones:
1. El ex presidente de ARENA en el tiempo en que habría llegado ese dinero para ARENA era José Antonio Salaverría. Este declaró ante la comisión legislativa que investiga el destino de los $10 millones que esa organización política no recibió dinero alguno de Taiwán. Aclaró que al menos no entró en la totalidad del partido ARENA que él presidía.
2. El candidato Elías Antonio Saca también ha desmentido, privadamente, que recibiera ayuda de Taiwán para su campaña.
3. El mayor problema de Flores es que si el dinero se usó en la campaña…. por qué terminó en una cuenta en Las Bahamas cuando pudo introducirse, en el país, con mayor facilidad. La duda es que los bancos de Las Bahamas se usan para ocultar el dinero, y no trasladarlo para un tercer país.
4. Que si fuese cierta la tesis de que $5 millones habrían ido a parar al partido ARENA durante la campaña de Saca, eso no explica el destino de otros $5 millones restantes que llegaron hasta un banco de Las Bahamas. El destino de los restantes $5 millones, según el documento del Departamento del Tesoro, era un instituto salvadoreño de titulación de tierras. De nuevo en este tema, se presume que ese paradero lo mencionó Flores a los banqueros y al Departamento del Tesoro cuando preguntaron por los restantes $5 millones. Pero no explica la totalidad del dinero.
Por esas razones, es que algunos no creen que el destino final del dinero de Taiwán fue la campaña política del partido ARENA.