Los candidatos presidenciales se han enfrascado en una guerra de promesas. La televisión, la radio y las redes sociales son inundadas de expresiones de buena voluntad. Si se pudieran concretar, los salvadoreños tendrían la esperanza de vivir a corto plazo en un mejor país.
El candidato presidencial de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Norman Quijano, ofreció este viernes a través de su cuenta en Twitter: “Convertiremos la Residencia Presidencial en un patrimonio social para los más necesitados”. Acto seguido, agregó: “No voy a permitir que mientras en el país haya tanta miseria el pueblo esté pagando una mansión”.
El aspirante tricolor, además, ofreció este viernes que “la caravana presidencial desaparecerá para siempre”.
Antonio Saca, del Movimiento Unidad, por su parte, está prometiendo, entre otras cosas, un programa de primer empleo e inglés para los jóvenes, a quienes también les promete $100 mensuales.
Mientras, Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), también hace el siguiente ofrecimiento en Twitter: “el próximo año iniciaremos el programa Un niño una computadora y el paquete escolar hasta el bachillerato”.
Días atrás, mientras uno ofrecía a los estudiantes un vaso de leche dos veces por semana, otro prometía agregar huevos y queso.
Asimismo, Quijano expresó recientemente que de llegar a la silla presidencial dará indulto a todos los policías que causen lesiones o fallecidos en el cumplimiento de su deber.
“Como futuro presidente vamos a indultar a todo miembro de la corporación policial que en el cumplimiento del deber haya sido condenado por defender a la ciudadanía honrada”, indicó.
Los candidatos a la presidencia de la República no están discutiendo los problemas de fondo. Se están dedicando a plantear ofertas populistas para atraer votos, dijo el director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza.
“Los verdaderos temas estratégicos del país como seguridad, puertos, aeropuertos, opciones de transporte, generación de energía eléctrica y mejoramiento de la productividad están ausentes de la campaña electoral”, agregó.
Arriaza señaló que lamentablemente todos los candidatos tienden a concentrarse en respaldar ofrecimientos como el vaso de leche, zapatos, uniformes escolares. “Eso está bien, pero es necesario ver el fondo de los problema”, acotó.
La consecuencia de esta clase de campañas, sostuvo, es que quien gane llegará a la presidencia a hacer lo que quiera, no lo que el país necesita.
Todos dicen que van a genera empleo pero no dicen cómo. No están explicando un plan serio sobre cómo se generarán las fuentes de empleo, subrayó Arriaza, quien consideró que no duda de la experiencia y capacidad de los equipos técnicos de los partidos políticos, pero el manejo de la campaña electoral es diferente.
“Los partidos políticos tienen que evolucionar a posiciones más serias, pero muchas veces hay miedo de que la gente no las puedan entender, los rechacen y pierdan votos”, Entonces, siguen con promesas de regalar, pero al final son subsidios encubiertos que generan problemas fiscales”, afirmó el dirigente empresarial.
Arriaza sostuvo que es necesario romper este círculo vicioso. Si se quieren más programas sociales, se deben tener más ingresos y esto solo se logra mediante un crecimiento económico. De lo contrario, el próximo gobierno tendrá un mayor endeudamiento externo.
Algunas imágenes de los presidenciables, que buscan en cada visita ganar el voto: